Remodelación de la calle Arístides

Esta nota va dirigida al señor intendente de la Capital. Lejos está de mi intención atacar su accionar porque le he demostrado mi apoyo desde antes que fuera elegido, pero eso no impide que pueda tener una visión crítica sobre sus procederes como jefe comunal.

En este caso me quiero referir específicamente a esos antiestéticos y peligrosos conos que se colocaron en calle Arístides Villanueva. 
Ojalá me equivoque, pero intuyo que pueden provocar accidentes.

Son pequeños, oscuros, puntiagudos, no se los visualiza con comodidad de noche, están mal colocados en las esquinas dado que producen confusión y no se sabe si ese hueco que dejaron es peatonal o para pasar con el auto a estacionar. Cuesta igual hacerlos más delgados y más altos.

También podrían ser romos y proporcionar pequeños asientos para el caminante cansado.

También podrían ser coloridos para llamar la atención y producir un alerta. Colores brillantes o bien convocar a artistas locales, como los que intervinieron en el puente de entrada a la Capital y en el edificio de Rondeau y San Martín, a que los decoren con lindos colores.

Ejemplo, podrían simular maceteros. Cuesta igual y embellecemos la ciudad. Creo que Mendoza no está aún preparada para tener canteros con flores naturales como en muchas ciudades del mundo, pero podemos empezar pintando con alegría esos horribles conos. ¿Temen al color? Me recuerdan al poema de Fernández Moreno "¿odian el perfume, odian el color?” Hay tantas ciudades en el mundo que nos dan motivos de inspiración…    Chamonix en Francia tiene muros pintados de manera tridimensional. Dublín (Irlanda) es famosa por sus puertas. Una roja, una verde, una lila…   la gente no teme al color.

Por otro lado, me parece que ha encarado demasiado obras juntas y ha convertido la ciudad en un laberinto para transitar como peatón y en vehículo.

¿Qué pasa con el Teatro Mendoza? ¿Para cuándo estará listo? Le he sugerido que las viejas butacas que no usaran las pusieran a la venta. Según comentarios de los que allí trabajan "las llevaron a un depósito" y el resto se retapizó.

También me gustaría saber cuáles fueron los motivos por los cuáles autorizó la construcción de la torre de Vicente Gil y Boulogne sur Mer. Si algún día lo explicó, yo me lo perdí.

Patricia Hynes O'Connor
DNI 5.151.801

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