Los Centros de Actividades Infantiles (CAI) y Centros de Actividades Juveniles (CAJ) son programas nacionales que funcionan en más de 200 escuelas de toda la provincia y que, a partir de talleres, ofrecen acompañamiento pedagógico y socio comunitario a niños, adolescentes y jóvenes de zonas vulnerables.
Si bien los más de mil coordinadores, docentes y talleristas desarrollan su tarea desde 2012 y 2006 respectivamente, y se les renovaba el contrato de forma automática en enero, el 24 de diciembre les notificaron que ya no sería así y que se iba a evaluar la continuidad a partir de marzo.
Luego de una marcha que realizaron el 30 de diciembre, recibieron una nueva notificación por correo electrónico sobre la autorización de Nación para continuar con ambos programas. Sin embargo, los trabajadores mendocinos solicitan una confirmación de que efectivamente se mantendrán en la provincia y que se les renovarán los contratos este mes. De otro modo, explicaron, no podrán continuar su labor en las colonias de verano y, si se trata de un nuevo contrato en marzo, recién empezarían a cobrar a mediados de año.
Por eso, ayer tenían planeado mostrar de qué manera se trabaja en los talleres, con la presencia de algunas familias que participan de ellos, frente a Casa de Gobierno. Como la lluvia lo impidió, decidieron realizar la actividad el lunes próximo, de 11 a 14, frente a Legislatura.
Pero algunas representantes de la asamblea se reunieron con Jaime Correas, titular de la Dirección General de Escuelas (ratificado también ayer por Legislatura), y Eduardo Andrades, director de Políticas Socio educativas. El primero les manifestó que conoce la labor de los CAI y CAJ y que le consultará sobre esto al ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich (ver aparte).
Trabajo comunitario
Gabriela Fiochetta, coordinadora del CAI N° 6 de la escuela Flavio Ferrari de Puente de Hierro (Guaymallén), explicó que en los Centros de Actividades Infantiles -hay 66 en la provincia- trabajan coordinadores, talleristas y maestros comunitarios. Estos últimos son los encargados de ir al hogar de los niños que necesitan un acompañamiento para estudiar. Los talleres, en tanto, se dictan los sábados en la mañana o la tarde, en establecimientos educativos y tienen que ver con el proyecto y las necesidades específicas de cada zona.
Así, en Puente de Hierro notaron que los chicos, cuando pasaban a la secundaria, preferían decir que provenían de Los Corralitos que de su distrito. A partir de esto, en el CAI decidieron trabajar en la identidad de la gente del lugar. Fiochetta detalló que asisten entre 90 y 100 niños que provienen, la mayoría, de zonas aledañas al basural.
Y en los talleres de grabado, juegos, murga, tejido, se revalorizan los recursos propios del sitio y su gente, además de abordar temas como derechos, género y educación sexual integral. Asimismo, surgieron un elenco de murga, "Los Picantes de Puente de Hierro", y una cooperativa de mujeres, "Las Hadas Tejedoras".
En El Algarrobal, Las Heras, las principales problemáticas, señala Gimena Álvarez, coordinadora del CAI de la escuela Provincia de San Juan, son el trabajo infantil y la violencia de género. De ahí que la tarea de acompañamiento trasciende lo pedagógico, aunque incide en el rendimiento escolar de los niños.
En este espacio no sólo se dictan talleres de títeres, plástica, música, teatro, huerta orgánica, cine y danza clásica, sino que se asesora a las mujeres que viven una situación de violencia y se les ayuda a completar trámites como conseguir que les paguen a ellas y no a los padres el salario familiar, cuando no lo reciben.
Los CAI no trabajan de forma aislada, sino con otras organizaciones comunitarias. Álvarez detalla que a principios de 2015 tenían unos 80 niños pero pasaron a tener 140 cuando una entidad que abordaba el trabajo infantil cerró e incorporaron a esos chicos en los talleres. Asimismo, mantienen un vínculo estrecho con las familias, para explicarles por qué los pequeños no deben estar en los hornos de ladrillos, sino en la escuela. E intentan que las madres y padres que no terminaron sus estudios, los hagan.
Los 148 Centros de Actividades Juveniles que hay en Mendoza y a los que asisten unos 8 mil adolescentes, trabajan de un modo similar.
Los talleres, detalla Gimena Moreno, del equipo de coordinación, abordan cinco áreas: arte, deporte, ciencia, comunicación y nuevas tecnologías, y educación ambiental. Además de ejes transversales como consumos problemáticos, participación juvenil, educación sexual integral, lectura y escritura y derechos humanos. En uno de estos espacios, chicos filmaron un corto sobre la desaparición de Johana Chacón.
A los CAJ pueden asistir tanto jóvenes escolarizados como los que no están estudiando pero, como las actividades se desarrollan en escuelas, uno de los objetivos es acercar nuevamente a los chicos al estudio. También, que los sábados participen de talleres en lugar de estar ociosos, con lo que se fortalecen sus trayectorias educativas y se expanden sus universos culturales.
Visita oficial
El ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, visitará por primera vez la provincia desde el inicio de su gestión, en un recorrido que incluyó a Catamarca y La Rioja ayer, y San Juan hoy, antes de llegar a Mendoza en horas de la siesta.
El viaje del funcionario, un par de semanas después de la primera reunión del Consejo Federal de Educación durante su mandato, tiene como finalidad conocer de cerca las necesidades de las provincias y reunirse con los titulares de las carteras locales.
