Radiografía electoral de Francia hacia la crucial segunda vuelta

Aún cuando a Macron se lo ve como un favorito arrollador en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, se le aconsejó que no dé por sentada la victoria, que no celebre demasiado, demasiado pronto.

Un día después de que los partidos de la corriente dominante sufrieron una derrota contundente en las elecciones presidenciales francesas, la dirigente de extrema derecha, Marine Le Pen, una de los dos candidatos que llegaron a la segunda vuelta, condenó el lunes los llamados de los partidos para unirse en su contra y apoyar a su rival, el centrista independiente, Emmanuel Macron.

A la luz del éxito de Le Pen, una fuerte voz contra los inmigrantes, que se opone a la Unión Europea, los partidos de la corriente dominante en el centro izquierda y el centro derecha están esperando poder evitar un terremoto político en la segunda vuelta el 7 de mayo. Se enfrentará a Macron, quien terminó en primer lugar y se le ve como un favorito fuerte.

El presidente François Hollande, cuya impopularidad se reflejó en el quinto lugar de Benoît Hamon, el candidato de su Partido Socialista, dijo el lunes en una declaración televisada que iba a votar por Macron y exhortó a otros a hacer lo mismo.
Hollande señaló que la extrema derecha "una vez más, representa un riesgo" debido a su historia, métodos y vínculos con organizaciones extremistas en Europa. Añadió que Macron fue "el que defendió los valores que les permiten unirse a los franceses".

Solo un candidato se ha resistido a los llamados a unirse en contra de Le Pen después de las elecciones del domingo: Jean Luc Mélenchon, el candidato de la izquierda dura y agitadora, que quedó en cuarto lugar y que se ha negado enfáticamente a apoyar a Macron porque ha dicho que buscará la opinión de sus partidarios por medio de su sitio web.

Los mercados accionarios abrieron más altos el lunes en toda Europa, un signo de que los inversionistas se sintieron aliviados por la clasificación contundente de Macron. Le Pen, la dirigente del Frente Nacional, quiere que Francia abandone la zona del euro, una posibilidad que generó ansiedad cada vez mayor en los mercados internacionales antes de la primera vuelta en las elecciones.

Pocos analistas dicen que esperan que Le Pen gane en la segunda ronda. Las encuestas de opinión, dadas a conocer el lunes, muestran que alrededor de 60 por ciento del electorado apoya a Macron, en comparación con menos de 40 por ciento para Le Pen. Se realizará un debate televisado en vivo entre Le Pen y Macron el 3 de mayo.

En Hénin-Beaumont, una ciudad norteña de Francia, cuyo alcalde es del Frente Nacional, donde Le Pen obtuvo 46.5 por ciento de la votación, hasta sus partidarios eran pesimistas sobre sus posibilidades para la segunda vuelta.

“Es un desastre: si la gente pudiera venir aquí y ver lo bueno que ha sido el Frente Nacional para nuestra ciudad, entendería lo bueno que puede ser para nuestro país”, explicó Jean-Louis Devienne, de 72 años.

El lunes, Le pen continuó enfatizando sus puntos de vista antiinmigrantes y antiglobalización que la impulsaron hasta la segunda vuelta, y denunció los esfuerzos de los partidos de la corriente dominante para mantenerla fuera de la presidencia, una actitud que en Francia se conoce como el “frente republicano”.

“El viejo y totalmente podrido frente republicano, al que nadie quiere y al que los franceses han hecho a un lado con violencia excepcional, está tratando de unirse en torno al señor Macron”, dijo Le Pen en Rouvroy, un pueblo en el norte desindustrializado de Francia, donde su mensaje tiende a resonar bien con los electores.

Le Pen también llamó “débil”, en relación al terrorismo, a Macron, un tema que atrajo renovada atención en los días anteriores a la primera vuelta de votaciones, cuando un gatillero mató a un policía en los Campos Elíseos, en el centro de París.

Se programó una ceremonia para que Hollande le rindiera un homenaje el policía caído. Su oficina dijo que se invitó a Macron y Le Pen a la ceremonia y se espera que asistan los dos.

Macron, quien nunca ha ocupado un cargo de elección popular, quedó en primer lugar entre 11 candidatos, con 24,01 por ciento de la votación. Le Pen fue segunda, con 21,30 por ciento, según los resultados finales del conteo del lunes que hizo el ministerio del interior.

François Fillon, el candidato de centro derecha al que se vio alguna vez como puntero, antes de un escándalo de fondos públicos que se le pagaron a su familia, terminó en tercer lugar, con 19,91 por ciento. Le siguieron Mélenchon con 19,64 por ciento y Hamon con 6,35 por ciento.

Los partidos de la corriente dominante se quedaron batallando para recoger los pedazos después de mal desempeño. En la derecha, muchos se apresuraron a culpar a su candidato, Fillon, quien se negó a salirse de la contienda tras el escándalo por malversación de fondos públicos.

Se había programado una reunión de los altos funcionarios de los Republicanos de centro derecha de Fillon para el lunes en París, a fin de establecer la línea del partido, pero, el domingo, destacados político ya habían llamado al electorado a apoyar a Macron, con diversos grados de entusiasmo.

Los socialistas y los republicanos estarán viendo ahora las elecciones de junio, cuando los votantes franceses elegirán a los miembros para la Asamblea Nacional, la cámara baja de Francia y la más poderosa del Parlamento.

Aun cuando a Macron se le ve como un favorito arrollador en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, se le aconsejó que no dé por sentada la victoria y  después de pasar la noche del lunes con sus partidarios en un restaurante chic, en el acaudalado Sexto Distrito de París- que no celebre demasiado, demasiado pronto.

Macron tendrá que evitar cometer “el mismo error que Hillary Clinton”, escribió el periódico “Le Monde”, arguyendo que Clinton no había abordado suficientemente la popularidad de su oponente Bernie Sanders en las elecciones internas.

En su editorial, “Le Monde” dice que Macron necesita ser cauteloso de la enorme abstención en la segunda vuelta, en especial de los votantes de izquierda que ayudaron a subir a Mélenchon a finales de las campañas electorales.

“Emmanuel Macron tiene menos de 15 días para mostrarles a todos estos electores renuentes que ha evaluado la magnitud del impacto que recibió el sistema político francés”, se escribió en el periódico.

El izquierdista Mélenchon hizo campaña en contra de los tratados comerciales y sus perspectivas económicas son contrarias a las de Macron, quien fue empleado bancario, lo cual hizo que los funcionarios del Frente Nacional en Hénin-Beaumont perciban una oportunidad para que Le Pen obtenga apoyo.

“Cuando has votado por candidatos que están en contra del sistema como el señor Mélenchon”, notó Christopher Szczurek, un edil en la alcaldía del Frente Nacional, “nunca jamás votarás por un candidato del sistema”.

Como otros votantes electorales, no obstante, Szczurek pronosticó una “dura” segunda vuelta.

“Todos se van a unir en la candidatura tipo Frankenstein del señor Macron”, dijo. “Una vez más, Marine Le Pen está sola en contra de todos los demás”.

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