Caso Próvolo: los albergues están conectados por una puerta en el techo

Un detalle más que relevante salió a la luz durante la mañana de ayer, mientras las partes involucradas en el caso Próvolo realizaban una nueva inspección ocular (esta vez filmada por la Justicia) en el instituto religioso donde se investiga la comisión de al menos 28 episodios de abuso sexual a 18 chicos sordomudos e hipoacúsicos. Es que si bien a nivel del suelo en el establecimiento lujanino se encuentran separados los albergues de chicos y de chicas -donde denuncian haber sido atacados-, el descubrimiento de una puerta ventana en la parte alta que comunica por el techo ambas alas echaría por tierra uno de los argumentos con que la defensa de los imputados intenta desacreditar las acusaciones.

"(La monja) Kosaka sostiene que es imposible que los curas y administrativos denunciados hayan entrado al albergue de mujeres para abusar de las niñas sin que nadie lo supiera, ya que afirma que hay 2 puertas que estaban siempre cerradas con llave, y que solo ella o alguna de las otras monjas  la tenía en su poder. Ahora, con el descubrimiento de esta puerta ventana entra en la escena la posibilidad de que los agresores hayan cruzado por la parte alta desde un albergue hacia el otro, sin necesidad de que hayan tenido que abrir las puertas", destacó una fuente de la investigación.

Incluso, la querella ha dejado en claro desde el principio que el hecho de que las monjas hayan sido las únicas que contaban con esas llaves no quita que los 2 curas y 3 administrativos imputados hayan podido traspasar esas puertas con una hipotética complicidad.

En lo que se refiere a las chicas y a los episodios que habrían ocurrido en el albergue femenino; las víctimas acusan al cura Horacio Corbacho de haberlas violado en el baño y en las habitaciones de esa ala, y a los administrativos José Luis Ojeda y Armando Gómez de haberlas atacado habiendo accedido a ese sector. Los otros imputados son el también sacerdote Nicola Corradi, el administrativo Jorge Bordón y la mencionada monja japonesa.

Precisamente durante la mañana de hoy Kosaka ampliará su declaración, mientras que la querella presentará a otro joven que denuncia haber sido abusado y quien se convertiría en la víctima número 18 (ver aparte).

Filmado

La inspección desarrollada durante la mañana de ayer contó con la presencia del fiscal Gustavo Stroppiana, efectivos policiales y todos los abogados. Se prolongó durante casi 7 horas, lapso en el que se recorrió hasta el último rincón del imponente predio de 6 hectáreas.

"Que se haya filmado con las cámaras oficiales del Ministerio Público Fiscal es algo muy importante, ya que queda una base fílmica de todo el establecimiento. Esto va a servir para cotejar la locación con el testimonio de las víctimas", coincidieron los abogados querellantes Sergio Salinas y Oscar Barrera, quienes representan a los denunciantes.

El descubrimiento más llamativo del peritaje de ayer fue la mencionada conexión entre los 3 cuerpos más importantes del establecimiento.

En el centro, con forma cuadrangular, está la parte educativa donde funcionaba el instituto propiamente dicho. Parados de espaldas a calle Boedo, en el ala derecha se sitúa lo que era el albergue de chicas, y en el ala izquierda el de hombres. Cada una de ellas tiene 2 pisos, y en total -contando habitaciones y otras salas- hay 30 cuartos en cada una. Las dos alas y el cuadrado central están conectados entre sí a la altura del techo, y cruzando dos puertas ventanas y caminando por la membrana es posible vincular sin mayor esfuerzo todos los sectores.

Otro dato llamativo está vinculado a la falta de rejas en las ventanas que dan a la capilla, realidad que también contradice la explicación de los acusados que han manifestado que es imposible que cualquier persona se haya metido por las ventanas enrejadas (algo que denuncia al menos una chica). Se encontraron álbumes con fotografías reveladas donde se observa el edificio y algunos de sus detalles, documentación y legajos.

Descuidado

Ni bien se conocieron las aberrantes denuncias contra los imputados y detenidos a fines de noviembre pasado, la Justicia dispuso la intervención y cierre del lugar. Desde ese momento transcurrieron casi 7 meses, período en el que permanentemente ha habido una guardia policial en el instituto y en el que se han desarrollado ya varias inspecciones y allanamientos (uno de ellos con una retroexcavadora); y en el que no se ha dejado ingresar a nadie sin autorización.

El paso del tiempo y la falta de mantenimiento se observa con claridad en los jardines, y también puertas adentro. "Es un edificio de muy buena calidad, por lo que no está en mal estado. Tiene algunas filtraciones por las lluvias que han caído en este tiempo", explicó una de las personas que periódicamente visita el edificio.

Junto a los efectivos policiales -que se van alternando por guardias y turnos-, hay 2 perros que se han convertido en los inquilinos permanentes del sitio.

"Ella es Lola, ya la conocemos y cada vez que llegamos se alegra. Le damos de comer todos los días", explicó un grupo de policías mientras la perra saltaba de un lado al otro, precisamente celebrando la llegada de quienes custodian el instituto.

Declara Kumiko Kosaka y presentan a la víctima 18

A primera hora de hoy, la monja japonesa Kumiko Kosaka volverá a comparecer en la Unidad Fiscal Luján - Maipú. Según trascendió, una vez más la religiosa sólo se limitará a responder únicamente las preguntas de su abogado Carlos Varela Álvarez.

Además, el letrado solicitará que se cite a los vecinos del barrio Carbometal -aledaño al instituto- y la estrategia sería que ellos relaten lo que observaban diariamente de la rutina de Kosaka (con la idea de limpiarla de las acusaciones).

Asimismo, la querella oficializaría también durante la mañana de hoy a la víctima número 18. Se trata de un joven que brindará detalles de los episodios que dice haber sufrido siendo menor de edad mientras estudiaba y dormía en el instituto.