Producción de maíces y sorgos sileros en Mendoza

Los vacunos que se faenan en Mendoza provienen de distintas provincias argentinas, principalmente San Luis y Córdoba.

La cantidad de vacunos que se engordan y faenan en la provincia ha aumentado en los últimos años; en 2011 rondaban los 27.000 y en 2015 casi llegaban a 40.000 cabezas. Este aumento estaría acompañado por la producción de pasturas cultivadas bajo riego, necesarias para el engorde de los animales.

Según el artículo “Maíz forrajero: crece la superficie cultivada en Mendoza” publicado por el suplemento Fincas se estima un aumento del 40% en la superficie cultivada con maíz en Mendoza. Las cifras, no oficiales, permiten estimar que en la campaña 2016-2017, se sembraron en toda la provincia no menos de 3.500 hectáreas de maíz, la mayor parte destinada a picado para silaje y una pequeña cantidad a cosecha de granos.

En el caso de los maíces y sorgos, de producción primavero-estival, el ensilaje es una excelente alternativa de conservación para disponer de estos forrajes durante todo el año.

El ensilaje es un método de conservación de forrajes verdes, picados con alto contenido de humedad, que mediante la acción de microbios y en ausencia de oxígeno, producen ácidos que ayudan a la conservación del forraje impidiendo que se deteriore. Maíces y sorgos son las especies más ensiladas en la Argentina, esto es porque producen gran cantidad de toneladas de forraje por hectárea, de muy buena calidad.

Los maíces y sorgos a ensilar se cosechan en estado de grano lechoso o pastoso (65 a 75 % de humedad), se cortan las plantas enteras a una altura de alrededor de 15 cm sobre el nivel del suelo, e inmediatamente se pican en trozos pequeños para luego ser compactados y eliminar el oxígeno para favorecer las fermentaciones que permitirán la conservación del forraje.

La compactación del picado se puede realizar en distintos tipos de silos (puentes, trinchera). El principal aporte nutricional del silaje de maíz o sorgo es energético, y su valor proteico es bajo. Por esta razón la alimentación del ganado debe complementarse con alimentos ricos en proteína.

Otra de las disyuntivas que se presentan es decidir que conviene sembrar para ensilar: maíz o sorgo granífero. El maíz tiene mayor contenido de almidón en el grano haciendo que tenga un contenido energético superior al forraje de sorgo. Si las condiciones ambientales son óptimas, este cultivo sería el elegido para silaje.

Sin embargo, en zonas marginales, conviene sembrar sorgo ya que este cultivo es más resistente a la sequía, resiste las altas temperaturas y tiene menos requerimientos de agua para la obtención de forraje. Además, con ciertos cultivares, se pueden obtener ganancias de pesos en los animales similares que con el uso del maíz.

Proyectos de investigación en marcha

Las reiteradas consultas de productores y técnicos del medio, y el panorama de expansión del engorde vacuno en la provincia, motivaron a los docentes de la cátedra de Agricultura Especial, Facultad de Ciencias Agrarias UNCuyo, a ensayar tres genotipos de maíces y cuatro de sorgo.

El objetivo es generar información regional sobre la producción de maíces y sorgos sileros en las condiciones de cultivo del oasis norte de Mendoza. Se valorará la producción de materia verde y materia seca por hectárea, se caracterizará a los genotipos de acuerdo al nº de mazorcas por planta, altura de las plantas, relación peso seco espiga-peso seco planta entera.

Se determinarán los días a cosecha de los genotipos sembrados, en las condiciones ambientales locales y adicionalmente se determinará la calidad como forraje de cada uno de los genotipos ensayados de maíz y de sorgo.

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