Un soldado de Estados Unidos, 41 milicianos de Al Qaeda en la Península Arábiga y 16 civiles yemeníes murieron ayer en un ataque contra la red Al Qaeda en Yemen, informó ayer el Mando Central de Estados Unidos, encargado de las operaciones militares en Medio Oriente.
El soldado muerto, cuya identidad no trascendió, es el primer militar estadounidense muerto en acto de combate desde que el presidente de EEUU, Donald Trump, tomó posesión del cargo el pasado 20 de enero. Además, es el primer norteamericano fallecido en Yemen desde que su antecesor, Barack Obama, se sumó a la ofensiva militar de Arabia Saudita contra la milicia rebelde local de la minoría hutí.
Horas más tarde del anuncio militar, Trump celebró en un comunicado que fue el ataque fue “exitoso”. “En un ataque exitoso contra el cuartel general de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP), las valientes fuerzas estadounidenses fueron determinantes en el matar a un número estimado de 14 miembros de AQAP y apoderarse de importantes informaciones de inteligencia que ayudarán a Estados Unidos a prevenir actos de terrorismo contra ciudadanos y personas en todo el mundo”, sostuvo el mandatario.
En el texto, Trump no mencionó las víctimas civiles que provocó el ataque, pero sí expresó sus condolencias por el militar estadounidense muerto y auguró una pronta recuperación para sus tres compañeros heridos.
Un comunicado militar estadounidense previo había explicado que las víctimas estaban en un avión que participaba en el ataque y que sufrió un “aterrizaje forzoso”. La nave no pudo despegar por lo que fue “destruida intencionadamente”.
Entre los muertos también hay tres destacados miembros de la rama local de Al Qaeda y 16 civiles, entre ellos 6 mujeres y 3 niños, que murieron durante una operación militar que se cree que podría ser obra de fuerzas estadounidenses, en una zona rural de la provincia de Al Beidaa, en el centro del Yemen.
Decenas de soldados estadounidenses de fuerzas especiales, transportados en helicópteros, descendieron ayer por la madrugada en la localidad de Yakla, a unos 270 kilómetros al sureste de la capital, Sanaá, y atacaron varias casas de miembros del grupo terrorista Al Qaeda.
En los momentos previos a la operación terrestre, una veintena de helicópteros Apache y aviones no tripulados sobrevolaron la zona y bombardearon una escuela, una mezquita y una cárcel, consideradas como sedes de los yihadistas.
En la operación, que duró una hora, según los lugareños, perecieron 3 destacados miembros de la organización que identificaron como: Abdelruuf al Dahab, su hermano Sultán al Dahab; y el tercero, Seif al Yufi. Los residentes de la zona aseguraron que además murieron 6 mujeres, 3 niños, 7 vecinos hombres y 15 combatientes de la organización islamista.
Otro miembro de Al Qaeda, identificado como Abdallah al Dahab, se encuentra en estos momentos desaparecido.
Varios vecinos indicaron que hubo enfrentamientos entre las fuerzas especiales y los combatientes de Al Qaeda, sin dar más detalles.
Tanto Al Qaeda, como el grupo yihadista Estado Islámico (EI) han aprovechado el deterioro de la seguridad en el Yemen debido al actual conflicto entre las fuerzas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y los rebeldes hutíes, para expandirse en las áreas del sur del país.
Tomando en cuenta otro ataque estadounidense de la semana pasada, al menos 66 personas han muerto, entre ellas 3 hombres sospechosos de pertenecer a Al Qaeda. Fueron víctimas de bombardeos con aviones estadounidenses no tripulados (drones) e intensos combates entre el ejército y los rebeldes en la costa occidental de Yemen.
Iraquíes asombrados con medida de EEUU
La decisión del presidente Donald Trump de prohibir la entrada de ciudadanos de Irak y otros 6 países de mayoría musulmana provocó diversas reacciones en Mosul, donde soldados iraquíes ayudan a la coalición multinacional en la lucha contra el grupo que se hace llamar Estado Islámico.
Pero si bien muchos soldados iraquíes se expresaron asombrados por la noticia, otros la desestimaron y dijeron que más bien quizás es bueno que algo dificulte la emigración de gente educada de su país. “Cuando él tomó esa decisión, nos hizo un gran daño”, dijo el soldado iraquí Ali Latif, cuya unidad coopera estrechamente con la coalición en la lucha contra el EI en Mosul.
Entretanto, el comité de relaciones exteriores del Parlamento iraquí le ha pedido que haga lo mismo con ciudadanos estadounidenses y les prohíba la entrada al país, dijo uno de sus miembrosHassan Shwerid. AP