Una pared blanca e inmaculada bajo el puente que cruza el Acceso Este, sobre Cañadita Alegre, quedó como testigo de un error de la Municipalidad de Guaymallén que enojó a agrupaciones de derechos humanos. En ese sitio estaba pintado hasta el jueves por la tarde un mural en homenaje al poeta Francisco “Paco” Urondo y su mujer Alicia Raboy, ambos víctimas de la última dictadura militar.
Aparentemente una cuadrilla de empleados municipales, que tenían la orden de blanquear los puentes del Acceso Este, no reparó en que esa pintura no era un graffiti cualquiera sino la obra del artista Marcelo Carpita, pintada entre agosto y setiembre de 2011 en un encuentro de muralistas. Desde la comuna explicaron que se trató de un error sin ninguna otra intención y que se reparará lo antes posible. “Ahora se está contactando al artista que es de Buenos Aires para que vuelva a pintar el mismo mural”, aseguraron desde la oficina de Prensa.
Los primeros que notaron lo sucedido fueron los miembros de Casa por la Memoria y la Cultura Popular, quienes expresaron su indignación en las redes sociales. “Repudiamos: hoy (por el jueves) en horas de la tarde, el mural ubicado en Cañadita Alegre de Guaymallén, en el puente sobre Hilario Cuadros y Acceso Este, fue blanqueado por una cuadrilla de la Municipalidad de Guaymallén, al asombro primero se ha sumado la indignación y el dolor”. En la publicación remarcaron que la iniciativa de la obra fue de ellos y que en ese entonces contaron con el apoyo de la Dirección de Derechos Humanos de Guaymallén y de De-sarrollo Social de la Nación.
Para pedir las disculpas oportunas, el intendente Luis Lobos utilizó el mismo medio. “Ha habido un error totalmente involuntario en quienes tienen como trabajo el pintado de puentes del departamento. Sin dudas que entiendo el dolor de ustedes al ver lo que ha sucedido ya que es el mismo que siento yo, pero no hay en el hecho un acto doloso sino al contrario, un error, que será enmendado en forma urgente -escribió el jefe comunal en Facebook-. Reconozco la gravedad del asunto, por eso esta misma noche he dado precisas instrucciones para revertir la situación, poniéndome en contacto con Marcelo (Carpita)”. Explicaciones similares dieron desde el área de Derechos Humanos de Guaymallén.
Para el subsecretario de Derechos Humanos de la provincia, Juan Manuel González, no se trató de un hecho de mala voluntad. “Ya hablamos con el intendente y ha sido un error por parte de los empleados municipales que sí tenían la orden de blanquear todos los puentes del Acceso Este, pero no precisamente ése”, señaló.
El funcionario también resaltó la intención de volver a pintarlo. “El municipio está comprometido en que se vuelva a contratar al artista y está dispuesto a poner los recursos que hagan falta”, aseguró, y afirmó que en unos 15 días el asunto estará resuelto.
"No hay un acto doloso sino, al contrario, un error que será enmendado". Luis Lobos -intendente-.
Proteger los monumentos
Por su parte, Pablo Salinas, conocido militante de los derechos humanos y abogado de la Regional Mendoza del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), manifestó su sorpresa por los sucedido. "Es un hecho increíble, estoy sorprendido como todo el mundo. Para mí era una política excelente la de recuperar la memoria a través del arte, por lo que no entiendo qué puede haber pasado", reconoció.
El letrado no pudo comprender cómo no se tomaron las previsiones correspondientes para que no se arruinara el mural.
“Es fundamental proteger como corresponde estos hitos de recuperación de la memoria”, destacó. Como aporte para que hechos como estos no vuelva a ocurrir en el futuro, propuso una política de protección de estos sitios: “Esto que pasó puede servir para reflexionar y ver cómo protegemos nuestros monumentos, como las placas que varias veces han sido atacadas o lo que pasó con este mural”.
"Es increíble, estoy sorprendido. Es fundamental proteger estos hitos de memoria". Pablo Salinas Abogado de DDHH
Perfil
Francisco “Paco” Urondo fue un poeta, periodista, académico y militante político nacido en Santa Fe en 1930. Se trasladó a Mendoza en el año 1976 para hacerse cargo de la delegación Mendoza de la organización guerrillera Montoneros.
El 17 de junio de ese año fue abordado por miembros del ex centro clandestino de detención D2 y asesinado. Junto con él iban su mujer Alicia Cora Raboy y su hija Ángela, de apenas 10 meses. La mujer fue secuestrada y luego desaparecida, mientras que la bebé fue abandonada en la Casa Cuna y recuperada más tarde por su abuela.
Urondo se destacó en poesía y narrativa (como la novela “Los pasos previos”). También fue un gran guionista de cine en películas como “Pajarito Gómez” (1965). Como periodista trabajó en Primera Plana, Panorama y La Opinión, entre otras publicaciones.
