Política monetaria: ¿creando una tormenta perfecta?

La política monetaria origina consecuencias que, realimentándose e interactuando, pueden conducir a una crisis de envergadura. Se generaría una "tormenta perfecta", expresión originada en la famosa película de 2000, que describió la concurrencia inusitada de diversas circunstancias meteorológicas que produjeron un temporal de enorme magnitud en 1991.

1.  Altos costos de endeudamiento. Pretendiendo atenuar la inflación, el BCRA emite deuda, absorbiendo pesos del mercado mediante Lebac. Sin resultados inmediatos, incrementa la tasa. En abril, 24,25% anual, (Los Andes, 19/04, pág.5), en mayo 26,25% (24/05, pág.7).

Se mantuvo en junio (14/06, pág.5). Son tasas sustancialmente más elevadas que las metas de inflación del BCRA, fijadas ilusoriamente entre 12% y 17%.

2. Creciente endeudamiento. El volumen de Lebac (s/informe 05/2017, BCRA) en 05/2016 era $507.271 millones. Llegó en 05/2017 a $ 832.997 millones, sobrepasando la base monetaria (en 05/2017 $784.356 millones). La creciente deuda empeora lo que se denomina déficit cuasi fiscal. Existen a 05/2017 $ 130.703 millones de pases pasivos. Son otras deudas del BCRA, en operaciones de financiación, vendiendo, al contado, títulos públicos y luego, en fecha fija, recompra ese título por un precio superior, incluyendo el interés. Además, nuevas deudas dolarizadas, del gobierno nacional y provincias.

3. Insólitas utilidades para fondos extranjeros. Esas exorbitantes tasas han atraído fondos especulativos extranjeros. En los últimos doce meses, el dólar osciló entre $ 15,50 y $ 16,50, permitiendo obtener, en ese periodo, rentabilidades cercanas al 20%, en dólares, mediante el mecanismo de vender dólares, comprar Lebac y luego de un tiempo de renovación y cobro de intereses, recomprar dólares. La tasa de bonos a 10 años, en EEUU es 2,15%. Significa que en un año han ganado lo que en EEUU les llevaría nueve o diez. Ese mecanismo se denomina carry trade o, en términos más comunes, "bicicleta financiera". Los depósitos del sector privado permanecen aletargados. En diciembre eran $ 1.093.014 millones, a mayo llegaron a solo $ 1.158.124 millones, a pesar de la inflación, aprovechando la colocación en Lebac, especulando con que, de enero a junio, el dólar se mantendría estable, al entrar divisas por el endeudamiento estatal y las exportaciones de cereales.

4. Otra costosa financiación. Se ha emitido un bono a cien años, por U$S 2.750 millones. La tasa es 7,125% anual. Como la colocación se efectuó al 90% (se recibieron U$S 2.475 millones), la tasa efectiva es 7,91%. El bono se cotiza ya a U$S 94,30. En pocos días ha significado un 4,78% de utilidad para sus suscriptores, el equivalente de U$S 118 millones.

5. Caída del poder de compra de los salarios. Disminuyó entre cinco y seis por ciento con el actual gobierno (Los Andes, 27/06, pág.7). La participación de los trabajadores en el ingreso cayó del 37,4% en 2015 al 34,3% en 2016 (25/04, pág.7). El salario mínimo se incrementará, desde $ 8.060 a solamente $ 8.860 en julio, llegando a $ 10.000 recién en 07/2018 (28/06, pág.5). Según Indec la Canasta Básica Alimentaria, que determina la línea de pobreza, alcanzó en mayo $ 14.665,88 para una familia tipo.

6. Creciente desempleo. Según el Indec se perdieron 68.314 puestos de trabajo durante 2016 y desaparecieron 4.462 empresas (Los Andes, 23/04, Supl. Econ., pág.2). El índice de desocupación s/Indec para el primer trimestre de 2017 es 9,2%, con una subocupación del 6,6%.

7.   Caída del consumo y consecuente recesión. Este tipo de política monetaria puede reducir la inflación, pero en el mediano plazo y con un formidable efecto recesivo. En febrero la actividad fabril registró una caída del 9% interanual (Los Andes, 20/04, pág.7). En ene/mar/2017 cayó 2,4% en relación con 2016, s/Indec (28/04, pág. 8), encadenando quince meses de caída. La producción de alimentos cayó el 2,3% en enero/marzo en relación con 2016 (30/05, pág.7). La actividad petrolera cayó un 19% durante ene/mar/2017 (26/05, pág.6).

La capacidad ociosa en la industria, según Indec, se mantiene en niveles del 35%. En febrero creció a un insólito 40% (07/04, pág.8). La inversión extranjera directa cayó de U$S 11.759 millones (2015) a U$S 5.745 millones (2016) (08/06, pág.7). El consumo ha disminuido en forma notoria, afectando también las economías regionales. Entre enero y mayo el mercado interno del vino bajó 9,1% (27/06, pág.7).

8. Crecimiento del déficit fiscal. Eliminar retenciones a exportaciones y caída del consumo incrementan el déficit fiscal. En 2017 se requieren U$S 23.000 millones para cubrir el déficit fiscal primario (Los Andes, 11/6, Supl. Económico, pág.4). A ello deben agregarse los intereses de la deuda: de enero a abril igualaron el déficit primario. Ese importe no contempla los denominados intereses intra-sector público, que el Tesoro paga a otros organismos del sector público. Para 2017, si se suma al déficit primario el pago de intereses y el déficit cuasi-fiscal el déficit total se acercaría al 8% del PBI. Se cubre con endeudamiento que genera más intereses, realimentando el desequilibrio fiscal.

9. Dólar deprimido. La afluencia especulativa de dólares y el endeudamiento en dólares del Estado nacional y provincias, reprime la cotización del dólar. Complica las exportaciones y estimula importaciones. Emblemáticamente, en enero/abril las importaciones de acero chino tuvieron un incremento interanual del 67%, aunque las exportaciones siderúrgicas del país asiático a todo el mundo cayeron un 27% (Los Andes, 10/06, pág.5). La exportación de mosto concentrado disminuyó un 52,7%, mientras crecen las importaciones de vino (27/06, pág.7).

10.  Reservas vulnerables. Según informe BCRA 05/2017, alcanzaban a U$S 47.707 millones. En ese cómputo incluyen depósitos del sector privado no financiero (U$S 24.278 millones) y U$S 11.000 millones de swaps chinos. Varios factores afectan al neto remanente. En enero/mayo el déficit del turismo internacional alcanzó U$S 4.370 millones. La demanda neta para formación de activos externos (fuga de capitales), en enero/mayo totalizó U$S 6.626,61 millones.

El crecimiento del deterioro y de las expectativas de interrupción del flujo de financiación externa determinarán que los elevados fondos de la deuda se volcarán al mercado cambiario, en un fenomenal proceso de salida de capitales que provocaría una crisis terminal. En suma, una tormenta perfecta.

Las opiniones vertidas en este espacio no necesariamente coinciden con la línea editorial de Diario Los Andes.

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