"Estamos como la noche del jueves", dijo un investigador que sigue de cerca el robo ocurrido en una casa de Maipú que terminó con un ladrón y un policía muertos a balazos. Como todavía no están las pericias balísticas, no se sabe si los dos efectivos que participaron del tiroteo alcanzaron a disparar. Ayer sepultaron al oficial Jorge Lorenz (38).
Por estas horas la Policía busca "con muchas pistas pero sin certezas" a los sujetos que participaron del robo y tiroteo que tuvo lugar a las 20.30 del jueves en una casa de la manzana "D" del barrio Barcala. Allí murieron el efectivo policial y uno de los ladrones, identificado como Sebastián Gonella (31).
Por el momento no hay datos concretos sobre los cómplices del asaltante abatido. Una vez que se conoció su identidad, se pudo establecer un grupo de allegados familiares y de "amigos" a los que frecuentaba. Sin embargo, aún no hay elementos firmes para establecer una relación entre ellos y el resto de la gavilla.
Está claro que a la casa ingresaron tres ladrones (incluido Gonella) por lo que se busca a sus dos cómplices, aunque es probable que en el auto en el que escaparon -un VW Pointer de color oscuro- haya habido un sujeto más. Fuentes policiales dijeron que Gonella tenía antecedentes por robos con armas.
La balacera entre los ladrones y los policías se produjo en el comedor de la casa. Allí solamente estaba el propietario de la vivienda, ya que su hija se hallaba en una de las habitaciones y no tuvo contacto directo con el hecho.
A ese lugar los ladrones llegaron luego de cruzar una puerta que da a una gomería que funciona en la casa. Por esa misma entrada arribaron minutos después los policías Lorenz y Héctor García (29). Ambos patrullaban por la zona cuando les advirtieron del posible robo.
Confusión y muerte
"Cuando llegó la Policía, el dueño de casa ya había sido reducido. Lo habían golpeado en el pie (lo que le produjo una fractura) y en la cabeza. La forma en la que entraron los efectivos fue impecable pero luego la situación se salió de control", relató la fuente consultada.
Según indicó, los efectivos alcanzaron a reducir a los ladrones. Sin embargo, en un momento hubo un forcejeo, los asaltantes sacaron sus armas y dispararon. "Aprovecharon la superioridad numérica", se lamentó el pesquisa.
Allí Lorenz cayó con un disparo en el pómulo izquierdo mientras que García fue herido en diversas partes de su cuerpo. "La situación fue muy confusa pero creemos que hubo un forcejeo y luego el efectivo intentó sujetar a Gonella por el cuello para que no se escapara. Fue en ese momento que el delincuente recibió el balazo en la cabeza que lo mató", agregó la fuente.
Ante esta situación y mientras se esperan las pericias de balística, todavía no se ha podido establecer si los uniformados alcanzaron a disparar sus armas. Es decir, aún no se sabe de qué armas (había dos de los policías y tres de los asaltantes) salieron los disparos.
A la espera de pericias
En el comedor de la casa se encontró un revólver calibre 22 y varias vainas de 9 milímetros. Si bien las pistolas que usan los efectivos son de ese calibre, al menos uno de los delincuentes también llevaba un arma de esas características.
Existe la posibilidad de que uno de los sujetos que huyó de la propiedad también haya sido herido. Para eso se están analizando las manchas hemáticas halladas en la casa con el objetivo de poder individualizar algún perfil genético.
Los ladrones huyeron en un VW Pointer; con ellos se llevaron el arma de Lorenz y, al menos, el celular de una de las víctimas.
Al hospital
Gonella murió en el lugar. En tanto, los policías fueron llevados al hospital Paroissien, a donde Lorenz llegó sin vida. Según el director del mencionado nosocomio, Luis Jofré, el oficial tenía una herida en la cara sin orificio de salida. "Creemos que se ha alojado en la zona donde están los grandes vasos vasculares a nivel del cuello", dijo a la prensa, lo cual será develado por la necropsia.
García sigue hospitalizado en ese lugar y se recupera favorablemente. Tiene una herida cercana al hombro izquierdo, en la región supraclavicular, con orificio de entrada y de salida. “Ha sido una herida con mucha suerte porque no comprometió ningún órgano vital -está muy cerca del pulmón- ni ninguna parte ósea”, dijo Jofré. Además tiene una herida en la mano izquierda y una herida de roce en el pómulo izquierdo.
“No sabemos bien si son tres disparos o dos, porque el de la mano, por ejemplo, puede haber tenido efecto rebote al cubrirse la cara y puede haber pegado en la mano y rozar la cara”, agregó.
Once años de servicio
Jorge Lorenz (38) llevaba once años en la Policía de Mendoza. Anteriormente se había desempeñado como empleado en la Municipalidad de Luján de Cuyo, de donde era oriundo. En la fuerza trabajó en Infantería, Montada y finalmente la Subcomisaría Tropero Sosa de Maipú.
Además obtuvo algunas condecoraciones por su labor y su promedio de calificaciones era de 18 (20 es la máxima en el escalafón policial).
No estaba casado ni tenía hijos (sí tenía novia).
"Lo más grave es que era sostén espiritual y económico de su madre, una señora de más de 70 años que está jubilada. La mujer tenía en él todo el apoyo ya que Jorge la iba a visitar asiduamente", contó un compañero del efectivo asesinado el jueves por la noche en el velatorio que tuvo lugar en Luján.
