Piscinas ecológicas: una alternativa sostenible

Las piscinas ecológicas, también llamadas piscinas naturales o bio-piscinas, no utilizan cloro ni otros productos químicos.

Piscinas ecológicas: una alternativa sostenible
Piscinas ecológicas: una alternativa sostenible

Las mismas se basan en la depuración natural por medio de plantas acuáticas, grava y microorganismos beneficiosos, que actúan día y noche manteniendo el agua transparente e higiénica.

Este tipo de sistemas aportan múltiples beneficios. Por un lado, para la salud: se evitan todo tipo de problemas en la piel, cabello y ojos ocasionados por el uso de productos químicos, y por otro, son sostenibles y respetan el medio ambiente, ya que consumen menos energía, y no hay que cambiar el agua nunca, sólo reponer la que se evapora, con lo que se ahorran miles de litros al año de este preciado recurso. Además, las piedras se calientan al sol y por la noche transmiten al agua el calor acumulado durante el día, manteniendo una temperatura agradable incluso en épocas no tan cálidas.

Desde el punto de vista del diseño se integran perfectamente con el jardín, aunque es importante asesorarse con profesionales especializados en esta tecnología para obtener buenos resultados: se requieren conocimientos de biología acuática, de construcción y de paisajismo, para que el conjunto combine todos los factores en un equilibrio lo más estable posible.

La clave de todo el proceso reside en el filtrado y oxigenación del agua. Para el filtrado, se debe disponer de una zona de depuración anexa a la zona de baño y separada de la misma por un muro, en la que se coloca un lecho de tierra y rocas en la que puedan crecer juncos, musgos y algas, que son los encargados de purificar el agua.

Con una pequeña bomba de agua y un circuito anexo se hace pasar el agua por este filtro de rocas y plantas, que se encargan de reducir al mínimo los nutrientes del agua, y así evitar que se desarrolle el Phytoplankton, unas algas unicelulares que son las máximas responsables de que el agua se vea verde. La bomba hidráulica es el único elemento artificial que es indispensable, y que puede convertirse en sostenible también si utilizamos una placa solar para su funcionamiento.

Es necesario que exista algún desnivel para que el agua se mueva, pues es este movimiento el que acelera la regeneración, como en los ríos. El costo de construcción de este tipo de piscinas es similar al de las tradicionales, sin embargo, necesitan un mantenimiento menor. También es posible transformar la piscina artificial existente en una ecológica, que va a darle un valor añadido al jardín de nuestra casa.

El único inconveniente de este sistema son los mosquitos, aunque se puede utilizar un recurso natural para eliminarlos, por ejemplo, ranas. Una piscina natural es un biotopo, con relaciones naturales entre el agua, la flora y la fauna que hay saber respetar.

No se trata de una nueva tecnología, ya que se utiliza en Europa desde hace más de 20 años, con tan buenos resultados que en Alemania prácticamente el 10% del total de piscinas son de este tipo. Sin embargo en piscinas públicas el sistema aún se encuentra en estudio, como es el caso de la piscina ubicada en Combloux, la primera de este tipo en Francia. / Arq. Claudia Pérez Aman, (FAUD UM). Master en Energía y Sustentabilidad

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA