Piratería escolar

Hasta hace poco, la mayoría de la gente pensaba que los hackers eran sólo adolescentes traviesos y brillantes que irrumpían en las redes por el simple hecho de divertirse y jugar un rato. Pero ahora que la piratería adquirió mucha más dimensión, a los hackers se los puede asociar con grupos de crimen organizado o “agentes estatales”.

Pero los hackers estudiantiles no han desaparecido, lo que hace que la protección de la privacidad del estudiante sea un problema real y constante para escuelas primarias y secundarias. Las redes de las escuelas poseen gran cantidad de información de identificación personal (PII) de sus alumnos, y muchas instituciones no pueden invertir tanto en recursos para gestionar y proteger sus redes. Para complicar más las cosas, los colegios también están llenos de estudiantes que han crecido con las computadoras y, por lo tanto, conocen más sobre esta tecnología que la mayoría de los adultos. Y estos jóvenes pueden introducirse en las redes escolares, ya sea para corregir una calificación o para divertirse.

Volver al futuro

La película “Juegos de Guerra” (1983) introdujo a muchos estadounidenses en la era de la informática personal, pero la tecnología que muestra es tan antigua (¡disquetes de ocho pulgadas!) que muchos profesionales de TI de hoy en día, pueden incluso no saber que alguna vez existieron estos cuadrados de plástico. De hecho, mientras que la película trata sobre la piratería, nunca se usan las palabras “piratería” o “hacker”. Como señala Scott Brown en Wired, nadie había oído hablar de estos términos, al menos fuera de geekdom.

La película gira en torno de un adolescente (Matthew Broderick) que, sin darse cuenta, hackea un equipo militar y comienza a reproducir lo que se necesita para un juego: Guerra Global Termonuclear. Le sobreviene una risa miedosa. Pero en una de las primeras escenas busca impresionar a una chica (Ally Sheedy) hackeando la red de la escuela secundaria y modificando su nota. El otoño pasado, ABC News informó de tres estudiantes neoyorquinos detenidos por la intrusión en la red de su escuela y el cambio de calificaciones.

Del cambio de calificaciones al robo de identidades

Los estudiantes listos no podrán dominar la imagen pública de hackerlandia pero podemos afirmar que la piratería estudiantil está viva y funciona bien; o sea la privacidad del estudiante es un riesgo real y permanente. Según el artículo de ABC News, los hackers escolares de la vida real son capaces de acceder a información que incluye números de ID del estudiante, nombres, direcciones, datos de contacto. Acá, el potencial daño grave es obvio. El ciberbullying en redes sociales se ha convertido en un problema nacional, y la piratería informática podría dar más datos de la intimidad de las personas acosadas, convirtiéndose en otra arma letal contra las víctimas. Los datos que revelan los estudiantes con demasiada facilidad podrían allanar el camino para el robo de identidad y otros delitos. (Y las escuelas también pueden ser pirateadas por profesionales, y no sólo por estudiantes técnicamente competentes).

Parte del desafío reside en el hecho de que la industria no sabe con qué frecuencia se produce la piratería escolar. Los colegios se asemejan al sector de la salud en que son muy fragmentados. EEUU, al igual que muchos países, tiene miles de distritos de escuelas públicas independientes, además de miles de escuelas privadas.

La mayoría de estas escuelas y distritos se enfrentan a problemas de presupuesto, en el cual están negados a pagar por tiempo completo a administradores de sistemas profesionales. Un entrenador o maestro de matemáticas, que quizás alguna vez jugó con los ordenadores, no es rival para un sofisticado pirata informático de la actualidad. Es imposible saber cuántas infracciones pasan desapercibidas.

Según Fedscoop, la buena noticia es que hay algunas medidas sencillas pero eficaces que las escuelas y distritos están tomando para proteger sus redes contra hackers, sean estudiantes “delincuentes” o cibercriminales convencionales. Una de esas decisiones es invertir en un robusto firewall y hablar con proveedores de terceros sobre las inquietudes y requerimientos de seguridad. Otra medida consiste en educar a los estudiantes, maestros y personal en cómo crear y utilizar contraseñas seguras, lección que también les será útil mucho después de su día de graduación.

La protección de la privacidad del estudiante debe ser preocupación de todos. Sea cual fuere la hora del día en que usted está leyendo esto, ¿alguna vez se preguntó dónde están los datos de la red de la escuela de sus hijos?

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