Pidieron 7 años para el celador acusado de abusar de alumnos

Las presuntas víctimas son dos y tienen seis años de edad. El delito habría ocurrido en la escuela Serpes, de Junín. El defensor del acusado pidió la absolución de su cliente: "Los niños mienten".

El fiscal de Cámara, Oscar Sívori, no dudó a la hora de los alegatos y ante el tribunal culpó a Diego Molina (30) de haber abusado sexualmente de dos alumnos de la escuela 1-206 Pedro Serpes, de Junín, donde el hombre trabajó como celador hasta agosto, cuando fue detenido.

Sívori aseguró que Molina se aprovechó de la confianza generada en los niños para tocarlos en un depósito de la escuela y pidió para él, 7 años y medio de prisión.

Por otro lado, el abogado defensor, Eduardo de Oro, subrayó que los docentes de la Serpes habían declarado que los menores nunca estuvieron fuera de la vista, dijo que las pericias al acusado demuestran que Molina no tiene rasgos de perversión y cerró: "Los niños mienten; no es una tesis de esta defensa sino un hecho demostrado"; luego pidió la absolución para Molina.

El tribunal, presidido por Armando Martínez e integrado por Viviana Morici y Darío Dal Dosso, pasó a un cuarto intermedio y hoy dictará sentencia en San Martín.

En su alegato, Sívori recordó que tras la primera denuncia, la Justicia investigó en la escuela otros casos y que dos llegaron a juicio: "Dos alumnos de primer grado dicen haber sido tocados por el celador y las pericias hablan de una lesión en la zona anal de uno de ellos, compatible con la introducción de un dedo", dijo y subrayó: "Este chico de 6 años le dijo a su mamá que el 'Fede' (por Molina) le había tocado la cola, que le había hecho arder y que tenía esa costumbre con otros nenes".

Destacó que los menores describieron el depósito donde habrían sido tocados, siendo que no tenían acceso al lugar: "Mencionan una fotocopiadora, cuando la mayoría de los docentes que vinieron aquí, incluso la directora, ni siquiera sabían que la máquina existía en ese lugar".

Finalmente, Sívori descargó contra los docentes y dijo que "retacearon información a los efectos de cubrir su responsabilidad en el cuidado de los niños" y agregó: "Aseguraron que el celador nunca se quedaba solo con ellos y acá, Molina describió todas las tareas que hacía y que iban desde ayudar con la merienda, con los chicos en contraturno e incluso acompañar a algunos hasta el colectivo".

Diego Molina se hizo tristemente conocido en 2013, cuando ebrio atropelló y mató a una mujer embarazada que iba en bicicleta por la ciudad de La Colonia, un caso que aún no tiene sentencia y al que De Oro pidió en su alegato dejar de lado y no mezclar las cosas: "Se lo ha estigmatizado a Molina por un accidente de tránsito lamentable pero nada tiene que ver con esto. Las pericias dicen que Molina es una persona normal y si en todo caso tiene un problema con el alcohol, nada tiene que ver con este caso porque nadie ha declarado acá que fuera a trabajar alcoholizado".

El defensor aseguró que no hay rastros en el depósito de la presencia de Molina o de los chicos, dijo que las pericias a uno de los chicos no hablan necesariamente de un abuso sexual y que los maestros no vieron nada raro en esos días. Pidió la absolución o el mínimo de la pena por abuso simple y una condena en suspenso.

Hoy dictarán sentencia.

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