Piden mejoras en infraestructura para subir rentabilidad

Mientras se renuevan expectativas por las mejoras que trajeron las lluvias a los campos de cría en el árido mendocino y se analizan las posibilidades de mercado, los productores ganaderos de la provincia ponen en marcha las primeras acciones de un ambicioso Plan de Mejora Competitiva (PMC) que debería permitirles, en unos años, proveer el 30% de la carne vacuna que se consume en Mendoza.

Sin embargo, varias entidades empresariales del sector prefieren poner sobre la mesa, por estas horas, el reclamo de algunas medidas que consideran imprescindibles para avanzar en el desarrollo de la actividad.

En realidad, son cuestiones cuyo tratamiento está en la agenda del Cluster Ganadero Bovino de Mendoza, que comienza a llevar adelante ese plan estratégico sectorial pero a nadie se le ocurriría dejar pasar la oportunidad de sustraerlas por unos días del plano estrictamente técnico e interinstitucional, para instalarlas en un escenario de proyección política como es la Fiesta Nacional de la Ganadería de Zonas Áridas, que se lleva a cabo hoy.

Por supuesto que la propia entidad anfitriona tiene varios asuntos que plantear. En diálogo con Fincas, al promediar esta semana, el presidente de la Específica de Ganadería de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Ganadería de General Alvear, Germán Perón, resumía que “los temas que más nos preocupan tienen que ver con infraestructura, pasto y agua”.

El dirigente sureño insiste, en primer lugar, en la necesidad de avanzar en la consolidación de caminos ganaderos, para terminar con los arreglos en lugares por los que directamente no se puede pasar. Al tiempo que reclama algún incentivo para poder derivar a los campos la energía eléctrica de la red troncal monofilar.

Sobre este punto señala que “se ha hecho una gran inversión, pero tiene muy pocos usuarios, porque entrar con la línea a la propiedad resulta muy caro”. Por otra parte, cree necesario transformar esa red en trifásica, “al menos en algunos tramos donde los campos sean más aptos para incorporar sistemas de riego mediante pivote central”.

Comida y agua

El agua es uno de los puntos más álgidos de la industria ya que tiene que ver con la producción de forrajes en el secano.

Perón recuerda que se está produciendo maíz y sorgo en campos de cría con estos equipos de riego presurizado y con muy buenos resultados, pero se está bombeando agua con motores a explosión y con el precio del gasoil no dan los números. “Las cuentas cerrarían si se aplicara energía eléctrica en lugar del combustible”, sostiene el dirigente.

Subraya que con este sistema de riego se podría transformar la ganadería de Mendoza por lo que propone que la Provincia siga financiando la adquisición de esos equipos y va más allá, cuando pide que se incorporen al esquema de la Ley 7.074, por la que el Estado provincial subsidia el engorde de ganado bovino bajo riego.

Paralelamente, y con la finalidad de favorecer la producción natural de forrajes en el secano (sin riego, en este caso), pide financiamiento para labores de rolado, una práctica que permite recuperar pasturas nativas y la siembra de algunas exóticas.

“La asistencia debería llegarles a través de créditos para capital de trabajo, con plazos extendidos, considerando que el cuadro rolado se puede usar para pastoreo recién a los dos años de realizada la labor”, indica.

En otro orden -aunque enmarcado también en el capítulo de infraestructura, pero en este caso específicamente direccionado a resolver el problema del agua- el dirigente alvearense insiste en reclamar “al menos los estudios de factibilidad para la construcción de un acueducto que tome agua del río Diamante a la altura de Monte Comán, en San Rafael, para llevarla hasta Canalejas, en General Alvear.

En ese trayecto, de poco menos de 100 kilómetros, están los campos de cría más productivos de la zona, pero tienen como limitante la mala calidad del agua para consumo animal; de manera que por más que haya pasto, las vacas nunca terminan de engordar”.

Finalmente, se pregunta “cómo va a seguir el Plan Vaca y el Plan Toro, porque tienen que seguir”. Reconoce que estos planes de selección de vientres y de reproductores “han dado muy buenos resultados, y no podemos perderlos, independientemente de cuál sea la institución que los lleve adelante”.

Buenas relaciones

En términos generales estos planteos son coincidentes con los del presidente de la Específica de Ganadería de la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria de San Rafael, Martín Caro. Más aún, suma a la lista un par de iniciativas, aunque sabe que la posibilidad de verlas concretadas dependerá, en buena medida, de la calidad y la firmeza del vínculo con el poder público.

En efecto, el dirigente señala la importancia que tiene, para la ganadería de la provincia “avanzar en una relación equilibrada entre las entidades y el Gobierno provincial, y mantener vigente un esquema permanente de interacción”.

Destaca, en ese sentido, la importancia del Cluster Ganadero Bovino de Mendoza, “un espacio al que seguramente se irán sumando protagonistas para renovar permanentemente el enfoque de la realidad sectorial y su proyección a futuro”.

Caro, que preside la Comisión ad hoc del Cluster, en representación de la Cámara sanrafaelina, advierte, no obstante, que al margen de definir acciones en función del mediano y largo plazo, hay cosas que se pueden hacer en lo inmediato para “mejorar la rentabilidad de toda la cadena de valor”.

En primer lugar, y mirando hacia adentro del sector, Caro insta a los criadores, “independientemente de su escala, a aplicar herramientas de manejo tecnológico para tratar de no salir con el ternero al mercado en la época de mayor oferta”.

Asegura que en la provincia hay productores muy chicos que han logrado adecuar la tecnología a la escala de su explotación e intensificarla. “Es gente que está recriando 20, 30, o 50 terneros y obtiene muy buena rentabilidad”.

Medidas necesarias

Pero al mismo tiempo reclama acciones concretas de la autoridad provincial, para fortalecer la cadena en su conjunto, como incentivar la retención de vientres en los campos de cría, mitigar el impacto de fenómenos climáticos como la sequía o avanzar con el plan de caminos ganaderos, priorizando aquellos que, en lugar de facilitar la emigración de terneros a otras provincias, favorezcan su traslado a los centros de recría y engorde del Centro y Sur de Mendoza.

Junto con ello pide “profundizar el fomento a la producción de forrajes, ampliando el plazo de devolución de los créditos para instalar sistemas de riego por pivote central, manteniendo el subsidio de la tasa de interés y la constitución de un fideicomiso para financiar la retención de invernada y poder mantener en Mendoza un mayor número de terneros para recriarlos y engordarlos en la zona bajo riego”.

Sugiere un esquema que permita al criador vender sus terneros al contado y al engordador pagarlos a 180 días.

Salida exportadora

Por otra parte, advierte sobre la necesidad de estar preparados, ante la posibilidad de un cambio en la política nacional de comercio exterior, que pudiera favorecer las exportaciones de carne.

En ese sentido, recuerda que “tenemos al lado un mercado muy interesante, como es el de Chile, y plantas frigoríficas habilitadas, con capacidad ociosa, y posibilidad de agregarle valor a nuestro producto y generar empleo”.

Por ello llama la atención de funcionarios y legisladores locales y nacionales, para no dejar pasar las oportunidades que todavía siguen abiertas para la industria ganadera mendocina. Puntualiza que “los funcionarios de la Provincia junto con las entidades del sector tienen que ir al Gobierno Nacional a reclamar por la apertura de las exportaciones”.