Unos mil alcaldes, estrellas de cine como Leonardo DiCaprio y Robert Redford y numerosas oenegés, acentuaban ayer la presión a favor de un acuerdo sobre el clima en las negociaciones de París, amenazado por divergencias entre países ricos y pobres.
El propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó desde Nueva York a los países industrializados, principales causantes históricos de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), a mantener sus compromisos de apoyo financiero a los países pobres, los principales afectados.
"Sigo pidiendo a los países desarrollados que reconozcan la responsabilidad que les corresponde", declaró, en referencia a las discusiones sobre la creación de un fondo de 100.000 millones de dólares anuales, a partir de 2020, para ayudar a los países más afectados por la elevación de las temperaturas.
Un total de 195 países buscan desde el domingo pasado en Le Bourget (al norte de París), un acuerdo capaz de contener el aumento de las temperaturas por debajo de los 2 ºC respecto de la era pre industrial.
Los negociadores tienen hasta el sábado para entregar un borrador lo más limpio posible a los ministros de Energía o Medio Ambiente quienes, a partir del lunes, tomarán el testigo, con la esperanza de alcanzar, durante la semana, un acuerdo "histórico".
Las ciudades, en primera línea
El presidente francés, François Hollande, recibió en el ayuntamiento de París a un millar de alcaldes y gobernadores de todo el mundo, en primera línea en la lucha contra los efectos del sobrecalentamiento del planeta.
Nueva York, Río de Janeiro, Madrid, Accra, Sidney... las urbes de los cinco continentes dijeron presente en esta "cumbre" de instancias locales, organizada por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y por el ex alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.
Según el entorno de Hidalgo, los participantes en el encuentro se comprometieron con un objetivo de que sus ciudades, en las que viven actualmente 600 millones de personas, funcionen hacia 2050 con un 100% de energías renovables.
"No hemos venido a París a hacer historia: hemos venido a forjar el futuro", dijo Bloomberg. "El cambio climático es un riesgo para cada ciudad y cada región" de Estados Unidos, agregó.
"Para reducir la contaminación, consideramos prioritario invertir en mejorar el transporte público, en especial buses", tuiteó por su lado la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, elegida este año al frente de una plataforma ciudadana que contaba con el apoyo del partido de izquierda radical Podemos.
También se hallaban en la reunión Robert Redford y DiCaprio, conocidos por sus compromisos con la causa ecologista. "Somos capaces de encarar los mayores cambios, trabajando juntos", declaró DiCaprio.
Los negociadores "siempre se quedaron cortos [en sus decisiones]. Esta vez tiene que ser diferente", agregó el actor de "Titanic". La legendaria roquera Patti Smith se sumó a la campaña, y el fin de semana participará en conciertos-debate. La defensa del medio ambiente "es la única cosa en la que podemos estar todos de acuerdo. Queremos agua limpia, un aire limpio, un medio ambiente sano para nuestros hijos", explicó.
La conferencia del clima se inauguró el 30 de noviembre en presencia de 150 jefes de Estado y de gobierno que buscaban, de ese modo, exorcizar el fantasma del fracaso de la COP15 de 2009 en Copenhague.
También alentaba a cierto optimismo el hecho de que Estados Unidos y China, las dos mayores economías y los dos mayores contaminadores del planeta, hubieran presentado metas de reducción de GEI. Pero pronto volvieron las tradicionales líneas de ruptura: la financiación de los esfuerzos, el carácter vinculante de un acuerdo y los mecanismos de verificación de lo pactado.
"Los negociadores y los ministros tienen que estar a la altura del impulso dado por los jefes de Estado y de gobierno. Por el momento, las cuentas [sobre las reducciones de GEI] no están dando", dijo el ministro francés de Relaciones Exteriores y presidente de la COP21, Laurent Fabius.
Las ONG también denuncian maniobras de "países como Arabia Saudita y Argentina" para evitar la reducción de subsidios a "energías sucias", o fósiles.
Freno a los autos y la esperanza del etanol 2.0
Los habitantes de Nueva Delhi, la principal ciudad de la India y la más contaminada de las capitales del mundo, verán limitado el uso de sus vehículos particulares desde el próximo 1 de enero, cuando los autos tendrán restringida su circulación a días alternativos -según si su patente es par o impar- con el fin de limitar la polución, informaron las autoridades.
La medida no afectará a vehículos de transporte público ni de emergencias, como los autobuses urbanos que usan gas, pero sí a los miles de coches que diariamente circulan en la capital procedentes de sus ciudades satélite, aunque éstas pertenezcan a otros Estados, informaron medios locales como India Today y The Times of India.
El etanol de segunda generación, que Brasil promueve como la vanguardia en combustibles renovables, puede convertirse en un arma efectiva en la lucha contra el cambio climático. Primer productor y exportador mundial de azúcar y segundo de etanol detrás de Estados Unidos (que lo produce del maíz), en Brasil el etanol se fabrica desde hace cuatro décadas a partir de la caña de azúcar y es utilizado por más de 60% de su flota de 36 millones de vehículos.
Pero el país ha avanzado un paso más y ahora consigue aprovechar la paja, hojas y restos de la molienda de caña en lo que se conoce como "etanol 2.0" o "etanol 2G". En Piracicaba, epicentro azucarero del país a unos 100 km de Sao Paulo (sureste), se ubica la fábrica de Raízen, una filial conjunta de la multinacional Shell y la brasileña Cosan donde el aroma a cachaça -el licor de caña de azúcar con el cual se fabrica el cóctel nacional brasileño, la caipirinha- invade cada rincón.
Ya produce azúcar, etanol y ahora tiene el potencial para fabricar hasta 42 millones de litros de etanol 2G por año.