Sociedad
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hace 5 horas
Familiares y amigos de Martín Capelli (22) y Sergio Derlich (26), los jóvenes que murieron en junio cuando un conductor ebrio los embistió en Guaymallén, sumaron hoy un nuevo pedido de justicia.
A las 12 se concentraron en las escalinatas del Poder Judicial, donde realizaron una marcha para solicitar que “se aplique efectivamente el delito de homicidio con dolo eventual y prisión efectiva del acusado en el caso”, ya que consideran que se trató de una conducción imprudente, negligente, inexperta y antirreglamentaria.
El hecho ocurrió el 7 de junio en el cruce de Adolfo Calle y Las Cañas, en Guaymallén, cerca de las 7 de la mañana. Un Peugeot 207 comandado por Rodrigo Montseny (20) circulaba por Las Cañas de sur a norte, cuando al llegar a Las Cañas, embistió al VW Gol que era conducido por Derlich, quien murió en el lugar del accidente, mientras que su acompañante, Capelli, fue trasladado al hospital Central con politraumatismos varios, donde falleció días después.
En el plano judicial se espera la resolución de la Cámara de Apelaciones para que decida sobre si el conductor que los mató va a la cárcel o se mantiene bajo prisión domiciliaria, como está en la actualidad.
Montseny está acusado de doble homicidio simple con dolo eventual, pena que va de 8 a 25 años.
El fiscal que investiga la causa, Mauro Perassi, está a la espera de que la Cámara de Apelaciones se resuelva por un recurso que presentó para rebatir la resolución de la jueza de Garantías, Alejandra Mauricio, quien otorgó prisión domiciliaria a Montseny, después de que pagó una fianza de 20 mil pesos, una suma por demás inferior a lo que puede costear el acusado.
La apelación se basa, entre otros puntos, en el estado de ebriedad bajo el que estaba el imputado al momento del siniestro, la posibilidad de entorpecimiento de la investigación ahora que el acusado está en su casa o hasta una posible fuga.
Además, apunta a que no se esperaron las pericias psiquiátricas que debían realizarse a Montseny y a la persona que debe tenerlo bajo su cargo el tiempo que dure la prisión domiciliaria.
Tanto durante la imputación como en la apelación, se tuvieron en cuenta algunas actitudes de Montseny previas y posteriores al choque: iba a una velocidad cercana a los 100 kilómetros por hora, con alcohol en sangre y, cuando se bajó, fue a comprar una gaseosa a un local de comidas rápidas, desentendiéndose de las víctimas.
