Patagotitán: el dinosaurio más grande de todos los tiempos

Es el mayor animal que jamás caminó sobre la Tierra y vivió hace 101 millones de años en la Patagonia. Científicos argentinos lo presentaron en sociedad. Sus restos fueron hallados en 2012.

Paleontólogos argentinos presentaron en sociedad a Patagotitán, un megadinosaurio que vivió hace 101 millones de años en la Patagonia, donde también habitaron los gigantescos Argentinosaurus y Puertasaurus. Alcanzaba los 40 metros de longitud y su peso rondaba las 70 toneladas.

Patagotitán superó todos los parámetros conocidos. Al elevar su cuello, podía alcanzar una altura semejante al séptimo piso de un edificio.

Pero más allá de sus medidas descomunales, representa un valor aún mayor para los científicos, porque se encontraron al menos seis ejemplares de esta nueva especie y se pudo reconstruir la mayor parte de su cuerpo.

Los primeros restos del Patagotitán fueron descubiertos en 2012 y, desde entonces, se inició un estudio interdisciplinario en el que participaron investigadores de distintos organismos científicos.

El paleontólogo del Museo Egidio Feruglio (MEF) y del Conicet José Luis Carballido comentó que “se encontró la mitad del cuello, ocho o nueve vértebras dorsales, el sacro, más de 30 vértebras caudales, escápulas, coracoides, costillas, el húmero, el pubis, el fémur, por lo que pudimos hacer una reconstrucción tridimensional de su cuerpo y una estimación muy precisa de cuánto pudo pesar en vida”.

Y agregó: “Es súper interesante este hallazgo, porque los restos que se habían encontrado de estos dinosaurios herbívoros gigantes de la Patagonia eran fragmentarios, ni siquiera teníamos de ellos un fémur y un húmero, que son los huesos que se suelen utilizar para establecer la masa corporal de los animales extintos”, explicó el autor principal del estudio, publicado el martes en la revista científica Proceedings of the Royal Society.

Con este descubrimiento en la localidad La Flecha, 260 kilómetros al oeste de Trelew (Chubut), los paleontólogos no solo pudieron establecer con precisión la masa corporal de esta nueva especie a la que bautizaron como Patagotitan, sino que también pudieron determinar las relaciones de parentesco con otros titanosaurios gigantes que hubo en la Patagonia.

El doctor Diego Pol, del MEF y del Conicet, aseguró que “el estudio de la anatomía y las comparaciones que llevamos a cabo revelaron similitudes notables en las vértebras de Patagotitán con otros gigantes encontrados en Patagonia, tales como Argentinosaurus y Puertasaurus, que estaban también entre los dinosaurios más grandes conocidos. Estas otras dos especies, sin embargo, eran varios millones de años más modernas que el Patagotitán”.

Pol aseguró que realizaron “un estudio filogenético, que consta de un análisis computacional de las diferentes similitudes y diferencias anatómicas de las especies de titanosaurios, el cual es un paso indispensable para comprender la evolución de este fantástico grupo de dinosaurios”.

Y agregó: “Este análisis confirmó las sospechas y conocer tantos detalles de la anatomía de Patagotitán fue una pieza clave para unir muchas fragmentos de un gran rompecabezas”.

Carballido explicó que “como todas estas especies gigantescas de la Patagonia estaban muy emparentadas, relacionadas, al saber cuánto medía el Patagotitán pudimos aproximarnos a saber cuánto midieron el Argentinosaurus, el Puertasaurus y el Futalognkosaurus”.

Y mencionó que “todas estas otras especies también tenían dimensiones descomunales, apenas un cinco o diez por ciento menores que el Patagotitán”. En efecto, los científicos tratan de interpretar por qué los titanosaurios desarrollaron formas tan gigantes hacía fines del Cretácico inferior y comienzos del Cretácico superior, hace unos 100 millones de años, en la Patagonia argentina.

Tierra de gigantes

Los titanosaurios se originaron a fines del período Jurásico, hace unos 140 millones de años, y mantuvieron su existencia hasta la extinción masiva de dinosaurios que se produjo hace 65 millones de años. Durante ese período, lograron diversificarse por todos los continentes, incluso en la Antártida.

Se conocen más de 90 géneros de titanosaurios, algunos de los cuales eran “pequeños”, de apenas 15 toneladas; otros, medianos; en tanto que las formas más gigantescas se desarrollaron en la Patagonia.

Carballido comentó que “se produjo un evento muy marcado de gigantismo, por el que algunas especies llegaron a multiplicar su tamaño, lo que implica un cambio evolutivo muy importante”.

Ser gigante es una ventaja para defenderse de los predadores, pero también representa una dificultad porque no es fácil saciar un cuerpo de 70 toneladas. No obstante, este proceso de gigantismo coincidió con una serie de cambios climáticos que podrían haber propiciado este aumento de tamaño, como una temperatura más cálida en el planeta y el surgimiento de las angioespermas (plantas con flor).

Sin embargo, no hay registros de un gigantismo tan extremo en otras partes del mundo. Carballido explicó que el cuerpo de estos saurópodos gigantes estaba adaptado para consumir una gran cantidad de alimento sin gastar demasiada energía.

“El elefante, que es el animal terrestre más grande de la actualidad, pasa todo el día masticando para poder ingerir el alimento que le es necesario, por lo que los titanosaurios gigantes simplemente cortaban las ramas con los dientes y tragaban, sin masticar, y eso les permitía ingerir mucho más”, relató el especialista.

Se desconoce el mecanismo interno por el cual estos animales procesaban la comida, pero el hecho de que tuvieran una cabeza pequeña y un cuello largo fue otro de los factores que habría permitido su gigantismo.

“Consideramos que el largo del cuello les permitía ingerir gran cantidad de alimento sin tener que desplazar su cuerpo de 70 toneladas, lo que le representaría un gran gasto de energía”, analizó Carballido. Y añadió: “Asimismo, el largo de la cola les permitiría balancear su cuerpo y darse equilibrio”.

Si bien se encontraron seis ejemplares de esta nueva especie gigantesca en La Flecha, no hay evidencia para asegurar que el Patagotitán se desplazara en manada. Cada año, durante la temporada de primavera-verano, los investigadores realizan nuevas campañas en busca de más fósiles que permitan seguir reconstruyendo el período en el que reinaron los dinosaurios.

Diego Pol destacó: “Por suerte trabajamos en un región única en el mundo como la Patagonia, que no para de brindarnos nuevos descubrimientos en cada temporada que realizamos expediciones. Pero no solamente de dinosaurios, sino también de plantas y de animales de diversos tipos como los cocodrilos, las tortugas, lagartos y hasta los pequeños mamíferos que vivían a la sombra de los gigantes como Patagotitán”.

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