Pasaporte perdido

1. Informarse acerca de las condiciones del lugar que se visita. Las páginas de las embajadas ofrecen consejos para viajeros y advertencias sobre las diferentes modalidades de robo de cada país.

2. Copias, copias y copias. Los viajeros precavidos suelen llevar una fotocopia de su documento o pasaporte aunque, en épocas de internet, resulta también adecuado tener una fotografía de los documentos en cuestión en la nube. Frente a cualquier imprevisto significará un ahorro de tiempo.

3. Embajadas. Ante el robo de documentación ponerse en contacto con la embajada de su país para saber de qué manera proceder. En caso de tener doble nacionalidad, hacerlo con ambas ya que hay algunas que ofrecen un pasaporte de emergencia con validez de un año, como el caso de la Argentina, y otras que ofrecen la posibilidad de hacer nuevamente el pasaporte con validez por diez años, como la de Italia.

4. Mejor prevenir que curar. Cuando viajamos, el factor X siempre está presente y puede manifestarse de cualquier forma y en cualquier momento. Hacer reservas de hotel con cancelación gratuita, contar con un seguro médico apropiado o comprar un seguro con los tickets de avión puede ahorrarnos problemas y dinero.

5. Lo indispensable. En general cuando nos vamos de viaje llevamos la billetera que solemos utilizar en nuestro lugar de origen. Ésa que tiene las tarjetas de crédito, la licencia de conducir, el carnet de la obra social y un largo etcétera. Mejor llevar un monedero con lo que vamos a necesitar y, al salir de hotel, sólo lo que usaremos ese día. En caso de robo o pérdida vamos a tener que hacer muchos menos trámites.

6. Información de importancia. Al momento de organizar el viaje llevar en un papel y tener también en la nube teléfonos y contactos de emergencia como por ejemplo el número para cancelar las tarjetas de crédito, el del seguro médico, embajada y demás. Frente a cualquier eventualidad nos permitirá actuar rápidamente.

7. Paciencia. Perder un pasaporte en un país donde hay una embajada que te represente, es un trámite (o varios) costoso. Frente a la burocracia que suele operar en este tipo de situaciones no queda más que tener paciencia y contar también con suficiente efectivo.