Dicen que son “grandes profesionales” y que se “merecen” el cargo directivo en planta permanente del Estado. Están cerca del poder y lograron su estabilidad laboral más allá del cambio de gobierno, a pesar de que hoy ostentan puestos políticos de asesores y deberían irse al finalizar la gestión.
Uno de ellos es Sergio Daniel Piantini, actual secretario privado del gobernador Francisco Pérez, quien logró una clase 16 en el Ministerio de Salud; el otro es familiar del subsecretario de Comunicación, Pablo Bicego, se trata de Alejandro Aldao, quien obtuvo su pase a planta en clase 11 en el Ministerio de Turismo. El tercer caso es Federico Javier De Marchio, que obtuvo una clase 13 también en Salud.
Son tres de tantos casos de funcionarios que tienen amigos con poder para salvarles el destino laboral, aunque los tres no salen del mismo punto de partida. Quizá el caso más paradigmático es Piantini, un hombre de extrema confianza del Gobernador y de otro amigo del mandatario, Francisco García Ibañez.
Los tres amigos
Los tres vienen juntos desde que Pérez era ministro de Infraestructura y García Ibáñez su asesor de confianza, pero Piantini apenas si tenía un contrato de locación desde agosto de 2009. Pero en junio de 2011 Pérez y Celso Jaque firman el decreto 1.528 (el que recién salió publicado el 19 de diciembre de 2011, cuando Pérez ya era gobernador). Allí Piantini pasó a planta del Ministerio de Infraestructura en clase 11 y con mayor dedicación horaria.
Pero ese cargo de planta terminó siendo retenido por Piantini, porque el 12 de diciembre sale publicado el decreto 3701/11 por el que el amigo fue nombrado en una clase 076, conocida como fuera de escalafón, es decir cargo político, para ocupar la secretaría privada del entonces flamante secretario Legal y Técnico, García Ibáñez.
Ahí no acaba el derrotero de Piantini. El 13 de marzo de 2013 sale publicado el decreto 255, por el cual se da por terminada la asignación a la secretaría privada de García Ibáñez y pasaba a la privada del gobernador Pérez, manteniendo la misma clase 076.
La carrera de Piantini no acaba en la privada de Pérez. Ayer, 24 de agosto fue publicado en el Boletín Oficial el decreto 901 que fue firmado el 8 de junio pasado, antes de las elecciones generales de la provincia. En esa norma se le cambia el destino y, de paso, se le da un ascenso al leal funcionario. Lo mandan a Salud con una clase 16, que es un cargo administrativo del escalafón de esa cartera.
Ante la consulta de Los Andes, hubo silencio oficial respecto al nombramiento de Piantini. Para agregar otro dato de color a esta historia, el secretario de Pérez es familiar de Ariel Fernando Piantini que también fue famoso por algunos días, cuando el portal MDZ publicó que había ingresado a la planta del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV).
El abogado y el idóneo
Las otras dos historias no tienen tantas aristas llamativas, no hay un grupo de amigos trabajando juntos en el Estado por largos años. Alejandro Aldao es abogado y es asesor desde agosto de 2014 nombrado por el decreto 906; revista en clase 073 otra de las consideradas fuera de nivel o cargo político, en el Ministerio de Turismo.
No está claro el parentesco con Bicego, aunque el propio ministro Javier Espina no negó que hubiera relación. La versión más fuerte es que Aldao es cuñado del hombre que se encarga de la imagen y la comunicación del Gobierno provincial.
Espina puso la cara por el incluido en la nómina estable del Estado en la cartera. Dijo que Aldao es un joven profesional “muy capaz” y que en los años que lleva al frente de Turismo hubo 13 jubilaciones y sólo ha nombrado 3 personas en planta, salvo los ingresos por paritarias, una de ellas Aldao y que las otras dos son chicas. “No es que esté metiendo tanta gente. Hemos empleado con indicadores de eficacia y eficiencia en un área que ha sido exitosa” defiende Espina.
La cuestión es que el propio Pérez ha congelado sucesivamente la planta de personal y, más aún el Presupuesto 2014 (vigente aún porque no se ha votado el 2015) prohibe los ingresos salvo en áreas como salud, seguridad y educación.
Pero aún así el 20 de agosto pasado salió publicado en el Boletín Oficial el decreto 1031 (firmado el 24 de junio) en el que se nombra a Aldao en clase 011. Por si cabían dudas, en el artículo 2 de ese decreto se indica además: “Exceptúese el presente decreto del congelamiento dispuesto por el Artículo 53 de la Ley N° 8701, Presupuesto General Vigente”.
El último caso es el de Federico Javier De Marchio. En enero de 2014 el joven, que no tiene título universitario, fue nombrado asesor con clase 071 (también del escalafón político) en el Ministerio de Salud por el decreto 94/14, publicado el 24 de enero del año pasado. Desde entonces ha trabajado cerca del subsecretario de Administración y Planificación Diego Álvarez, quien también puso la cara por De Marchio.
Alvarez explicó que su asesor fue nombrado para cumplir con tareas que conoce bien, de inspector de higiene y seguridad de los alimentos y que podría haber entrado antes en ese cargo. Los Andes le retrucó que la clase 071 es un cargo político y que, por lo tanto, “el nombramiento quedaba dentro de sus facultades sin dar explicaciones, pero que distinto es un cargo de planta, al que ingresó simplemente porque usted lo conoce”.
Del otro lado del teléfono, Alvarez admite, pero dice que él no trajo a De Marchio, sino que le sugirieron el nombre y que con el trabajo lo conoció y lo reconoce “idóneo”.
El 21 de agosto pasado salió publicado el decreto 871, que fue firmado el 2 de junio pasado. En esa norma se nombró a De Marchio en clase 13 del escalafón de salud, en el departamento Higiene de los Alimentos como inspector sin título terciario. Además, también se le otorga adicional del 50% por mayor dedicación horaria.
Un detalle: en la administración pública en general y también en el escalafón de Salud, el ingreso a planta de los no profesionales es en la categoría inicial y los profesionales lo hacen en la clase 009. Es decir, Aldao, De Marchio y también Piantini (allá en 2011) entraron más arriba (y mejor) de dónde les correspondería.