Pablo Dacal: “El rock nos sonaba viejo”

El trovador contemporáneo regresa a Mendoza con un bagaje de bellezas en su equipaje: canciones tocadas y escritas. Hoy, en Potrerillos. Mañana, en Godoy Cruz.

- Después de haber armado orquesta de salón y vagabundeo solista, de haber hecho discos propios y en homenaje, después de haber bebido de las músicas del camino, de haber filmado documentales, de haber grabado en Europa, de haberte recibido en la universidad de outsider, ¿qué es lo que te interesa ahora, Pablo?

- Esto.

Abre las manos en un gesto abarcativo, como si abrazara la mesa con los desconocidos que lo rodean, y lo dice con una sencillez enternecedora. “Esto” es seguir en la ruta, de pueblo en pueblo, conociendo gente y sonoridades nuevas, andar con su guitarra a cuestas tocando de casa en posada, llegando a puertos de sal o de arena. “Esto” es llevar en su equipaje las “Guitarras del tiempo”, que grabó en vinilo, el Cd de “La era del sonido”, que le ha dado tanto, y su bitácora de viaje. “Esto” es lo que hace un trovador.

Acaba de brindar un concierto para pocos, a luz de vela. Ha tocado temas de todas las eras de su trajinar. Ha explicado cómo se hizo realidad el longplay de "Pablo Dacal y las guitarras del tiempo", gracias a la financiación colectiva. Para el final, nos ha envuelto en un canto a capella, rondando entre las sillas con su sombrero de cantor criollo: "El corazón es el lugar/para inventar una razón/la habitación donde guardar/la llama de la emoción...". Tema que compuso con la madre de su hija, la poeta colombiano-argentina Tálata Rodríguez.

“No creo en el concepto de la página en blanco”, dice ya brindando con los cuyanos. “En realidad hay tanto -ruido, sonidos, información, textos, imágenes- que lo que hacemos es editar. Lo que tenemos que aprender es a sacar”.

Viajero del tempo

"El rock nos sonaba viejo y, como dice Bob Dylan, nos costó mucho llegar a ser jóvenes". La frase de Pablo está escrita en el prólo go de su libro: "Las canciones escritas", que acaba de editar Mansalva y que todavía ni siquiera se presenta en Buenos Aires.

Es claro el vínculo de Dacal con la literatura, en especial con el entorno de escritores que satelitan este sello. Sabemos que en su poética hay un barro fresco que dialoga con la tradición de los antiguos cantores de Buenos Aires. Un Evaristo Carriego en el burdel. Un González Tuñón de vaudeville.

"No creo en el concepto de la página en blanco".

“Yo soy corsinista”, dice refiriéndose a su admirado Ignacio Corsini, a quien apodaban “El caballero cantor”, el cantante y compositor de música popular argentina. El de “La pulpera de Santa Lucía”, el de “Caminito”.

Otro corsinista es el cineasta Mariano Llinás, cuyas palabras sobre Dacal abren el libro sonoro, ya que incluye el Cd de “Una década cantada”: “En un tiempo en el que aparece, como un monstruo mitológico, la figura del ‘cantautor’ como forma casi excluyente de la canción; en un tiempo en el que reina la idea unánime de que las canciones son sus letras; en un tiempo en el que reina la idea unánime de que la poesía sirve para que cada persona ‘se exprese’, Dacal elige poner su poesía y su canto (¿desde cuándo son cosas tan diferentes?) al servicio de otras cosas”. Y destaca: “Las canciones no son de nadie, no quieren ser de nadie, y tampoco Dacal parece infantilmente empeñado en hacerlas suyas. Son las canciones las que se valen de él, y no al revés”.

Claro que ese cancionero se ha fogueado en la mala reputación, en ese desencaje de músico popular que creció en las fauces del rock.

“Aprendí a trabajar con las tradiciones y me convertí en un trovador contemporáneo”, asume Pablo. Por eso no es casual que aparezca él como personaje-hilo de “Charco”, el documental que bucea en las músicas del Río de la Plata para indagar la identidad propia de la canción rioplatense. “Cuento historias que escucho, aunque quizás las imagino. Canto lo que leo, declamo lo que intuyo, escribo lo que vivo”.

Gracias por esto.

La ficha

Pablo Dacal 
Hoy,
a las 19
Lugar: El Origen de I (Ruta 7 km 1087, 5, Potrerillos, antes del dique).
Entradas: en taquilla $ 150

Mañana, a las 21
Lugar:
Centro Cultural La Colombina (Balcarce 220, Godoy Cruz).
Entradas: Entradas: Anticipada $ 100. Taquilla $ 120.
Disponibles efectivo, débito y crédito a través del sitio web Todo Pago: bit.ly/2fkjIYF.

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