Odebrecht: el Gobierno desconfía de Gils Carbó

El ministro de Justicia, Germán Garavano, consideró que el caso Odebrecht, tal como ocurrió en el resto de los países involucrados, “debe ser encarado por la Fiscalía”, y lamentó que la Procuración General de la Nación no avanzara en este proceso, por lo que, expresó, “hubo una decisión muy fuerte del presidente” Mauricio Macri para que se sepa quién recibió sobornos de esa empresa en el país.

“En esa línea es que nosotros convocamos a la empresa, y la misma hizo una propuesta basada en la normativa brasileña que requiere intervención del Ministerio Público, cosa que no ocurre hasta ahora”, informó Garavano.

Agregó, en diálogo con Radio Mitre, que lo que están evaluando en este momento es “si Odebrecht, ya en base a la leyes argentinas, puede aportar la información sobre los 35 millones de dólares que dice haber pagado en coimas, fundamentalmente, a funcionarios del gobierno anterior”.

Garavano explicó que “más allá de que la información se envíe de parte de la Fiscalía brasileña a la Argentina, por un convenio bilateral”, el Gobierno cree que “los jueces de las distintas causas deben tener acceso a esa información”.

El ministro subrayó que el objetivo central del presidente Macri es “que la información se pueda transparentar y hacer pública, y que produzca efectos judiciales sobre ex funcionarios, que es lo que el Gobierno busca desde el primer día en relación a esto”.

Claramente, esa declaración apunta a la desconfianza oficial respecto de la procuradora Alejandra Gils Carbó, de reconocida militancia kirchnerista.

Un fiscal con sospechas

Desde la Justicia también apuntan al gobierno anterior como fundamental para desentrañar quién se quedó con esos 35 millones de dólares.

El fiscal Federico Delgado aseguró que en la investigación de las coimas Odebrecht, el caso del ex secretario de Obras Públicas José López “es una de las principales fuentes de información”.

Para el fiscal, lo que sabe el ex funcionario es clave “para comprender el tema de la planta de Zárate y el gasoducto” por la cantidad de información que manejaba López.

“Los registros de visitas y el teléfono de López son una gran fuente de información, que si la podemos cruzar, me parece que aún sin datos de Brasil podemos hacer cosas interesantes para descubrir la verdad”, advirtió.

López está preso luego de que lo encontraran tirando bolsos dentro de un convento con 9 millones de dólares que se sospecha provenían de la corrupción en la obra pública. El jefe de López era el el ministro de Planificación, Julio De Vido.

Respecto de la participación del empresario Jorge “Corcho” Rodríguez (ex pareja de la conductora Susana Giménez) como “lobbysta de Odebrecht” en el país, Delgado dijo que él mismo “se anunciaba como representante de Odebrecht, era una cuestión oficial, había testigos”.

Y agregó: “Los funcionarios de línea son los que conocen los hechos, cuentan lo que vieron y había muchísimos que nos mencionaban el rol del señor Rodríguez como lobbysta de Odebrecht, no es un secreto”.

El fiscal recordó que hace un mes realizaron, desde su oficina, un trabajo para cruzar datos. “Se lo acercamos a varios jueces con vínculo con estos hechos”, dijo y aseguró que “la obra pública en Argentina era muy complicada de entender, pasaba por un par de oficinas, por la de De Vido y López”.

Para el fiscal, es fundamental cruzar información “que es pública, como los registros de visitas, llamadas telefónicas, mensajes de texto de aquel momento” y compararlo “con información de decisiones del Estado publicadas en el Boletín Oficial”.