Lejos de avanzar, ayer en la segunda paritaria del Gobierno con el SUTE el sindicato salió más enojado que en la primera. En esta ocasión, los funcionarios mendocinos sí llevaron una propuesta salarial pero fue inmediatamente rechazada por los representantes de los docentes y celadores por ser considerada insuficiente.
La oferta fue, segmentada en tres partes, del 16,4% y hasta el 18,9% de aumento. Pero como tiene un ítem no remunerativo, es decir ‘en negro’, del 10%, lo concreto en el bolsillo de los educadores sería de mucho menos que el 18,9%.
Para ser más claros, la propuesta salarial que llevó ayer el Gobierno a la mesa paritaria está dividida en tres partes: docentes, horas cátedras y celadores.
“Un docente con 10 años de antigüedad y 10% de zona, que representa al 70% de la totalidad de los primarios, recibirá un incremento promedio de bolsillo del 18,9%”, dice la información que proporcionaron a los medios. Hasta ahí sería razonable, pero lo que hizo enfadar al SUTE, que incluso consideró que ‘rozaba lo impresentable’ es la siguiente explicación de cómo se pagará el sueldo y en qué casos.
“Se incorpora un ítem no remunerativo ni bonificable del 10% sobre el básico, estado docente, antigüedad y bonificación por zona con un tope de $ 1.300 por cargo, denominado ‘adicional aula’. Reciben este ítem los agentes con título docente o habilitante que cumplan las funciones para las que han sido designados, quedando exceptuados aquellos que estén usufructuando licencia, cambio de funciones, misión especial y horas extracurriculares”, leyó textual en la mesa el contador del Ministerio de Hacienda, Antonio Bizzotto.
A lo que el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación respondió de inmediato con rechazo. “Apostamos a la fe negocial y concurrimos a pesar del papelón del 5 de febrero. Después de que trabajamos tanto para traer una cantidad de temas, fuera del salario, siempre hemos peleado por la calidad de la educación pública. Lo que trajo el Gobierno fue una propuesta desdoblada en cargos y horas docentes, con magros porcentajes de 5, 7 y 9% de suba que aumentaban un 10%, si esas personas concurren enfermas a sus trabajos o dejaban de atender a sus familias enfermas. Es cínico, quieren separar a los trabajadores y cambiarnos plata por salud. Es un ajuste porque nadie está exento de enfermarse o quedarse embarazada y castigan a las compañeras por eso”, dijo Adrián Mateluna, secretario general del SUTE.
Desdoblada
Otra novedad ayer, aunque algo se había anticipado, fue que el Gobierno propuso que este aumento sea hasta julio y en ese mes sentarse a discutir salarios nuevamente. Es decir, desdoblar la paritaria otorgando dos incrementos en el año. “El aumento está planteado en tres segmentos: el porcentaje para docente es del 7%, horas cátedras 5% y celadores 9%.
Pero es una propuesta que abarca desde marzo hasta el 31 de julio. Le representa al Gobierno una erogación de $ 1600 millones anuales. En promedio, para la masa salarial del 70% del total de docentes es del 18,9% el aumento”, remarcó Bizzotto.
Reafirmando esas palabras, también habló el subsecretario de Gestión y Modernización del Estado, Ulpiano Suárez. “El sindicato planteó el rechazo, nosotros ratificamos que es la mejor propuesta que puede hacer el Gobierno.
Es cumplible. En julio la discusión salarial se abre otra vez. Encuadra en una nueva estructura salarial que apunta a mejorar la calidad educativa. Pensamos en el ‘ítem aula’ para incentivar a que las personas presten el servicio para el que fueron contratados. Tiene carácter no remunerativo ni bonificable”, aseguró el funcionario de Cornejo.
Blanco o nada
Rechazada la oferta, la Subsecretaría de Trabajo optó nuevamente por un cuarto intermedio, que será mañana a las 16. Mientras, el SUTE adelantó que el viernes harán plenarios en las escuelas para que los compañeros sepan de este ofrecimiento ‘en negro’ y sobre todo con la intención de ir planeando medidas de fuerza. Es que, al igual que luego del primer encuentro paritario, el gremio reafirmó que sigue peligrando el inicio del ciclo lectivo 2016.
“Esta oferta que han traído hoy (por ayer) es más que triste. Ver a un Gobierno que tiene una insensibilidad absoluta duele mucho. Plantean que vayamos enfermos a trabajar. Quieren que pongamos nuestros cuerpos y salarios para que a ellos les cierren las cuentas. Nosotros siempre hemos estado dispuestos a difundir la cifra que nos ofrecen. Queremos ver las cuentas que sacan ellos y saber por qué es tan paupérrimo el aumento que nos quieren dar. Y rechazar de plano todo tipo de ítem que signifique una extorsión. Nunca hemos aceptado ítems en negro. Tenemos una lucha histórica por el blanqueo salarial, que lo conseguimos, y ellos quieren hacernos retroceder en nuestros derechos a la maternidad y a la salud. En nada avanzan en cuanto a la calidad educativa”, aseguró Liliana Chaves, secretaria adjunta de SUTE.
Quien también aseguró que no están acostumbrados a los ‘decretazos’. Aunque, en ese sentido, Suárez remarcó que el Gobierno es optimista, que espera que SUTE acepte y que “no se ha evaluado dar el aumento por decreto”.
Celadores disconformes
Aunque no se sientan en la mesa paritaria, los celadores -que son los que menos ganan en la escala de la Educación- estuvieron presentes. “Nos ofrecieron el 9%. El básico de un celador es de $ 1.897, sin carga familiar no supera los $ 5700 de bolsillo. Es una risa lo que trajo el Gobierno.
Estamos por debajo de la línea de pobreza. Como sindicato rechazamos de cuajo y esperamos que el SUTE sepa negociar para los celadores. Siempre nos dan miserias. Queremos una propuesta digna. Si tenemos que colocar una carpa y que esté los meses que sea hasta que nos den un salario digno, lo haremos”, enfatizó Miguel Sosa, del sindicato de celadores.
