Los investigadores que están detrás del paradero de Adán Américo Honorato (58) saben que con el paso de las horas y ciertos elementos que ya hay en el expediente, se esfuma la posibilidad de hallarlo con vida, pero además están convencidos de que el vendedor de San Martín, visto por última vez en la tarde del domingo, no está lejos del sitio donde apareció incendiada su camioneta .
Por eso es que la búsqueda del cuerpo se ha centrado en un radio de dos kilómetros, teniendo como epicentro ese descampado al norte de la ciudad donde apareció su VW Saveiro. Se trata de un terreno difícil y solitario, lleno de montes incultos, con algunas pocas plantaciones, asentamientos inestables, el basural municipal y algunos cauces de riego.
La fiscal Florencia Díaz Peralta encabeza la búsqueda, tiene detenidas a seis personas y elementos para imputar a por lo menos cuatro de ellas por el delito de homicidio criminis causa, más allá de que aún no aparezca el cuerpo de Honorato.
"Se deshicieron del cuerpo para ocultar el robo. Hay una gorra con sangre, tenemos además un testigo que vio la camioneta cerca del lugar donde fue incendiada y cuenta que le pidieron ayuda para empujarla; dice que escuchó a estas personas discutir sobre qué hacer con el dueño", explican en el entorno de la fiscal, aunque admiten que familiares de ese testigo niegan los dichos, tal vez para evitarle problemas con los acusados.
Por otro lado, el padre de uno de los detenidos intentó (por ahora sin éxito) despegar a su hijo pero involucró a los dos últimos apresados.
La última vez
En cualquier caso, la última vez que se lo vio a Adán Américo Honorato fue el domingo a las 19 en la feria de calle Lavalle y carril Norte, donde había ido a comprar mercadería.
"Yo creo que se le subieron a la camioneta. Él no era de andar muy rápido, ni siquiera en la ruta, y para mí se le subieron a la camioneta cuando salió de la feria", sostiene Pedro, uno de los hermanos de Américo, que participa de la búsqueda junto con una veintena de familiares.
La Justicia cree que una vez robada, la camioneta se quedó sin combustible y que los asaltantes la empujaron por la prolongación de tierra del carril Norte, pasaron frente al asentamiento "Los Chorizos" (donde viven algunos de los detenidos) y llegaron hasta el predio en el que fue incendiada; previo a eso, le quitaron las cubiertas y la batería.
De ese lugar se rescató una gorra de Honorato con manchas de sangre. Desde la feria hasta ese descampado hay unos dos kilómetros y en las inmediaciones viven los seis detenidos, todos jóvenes mayores de edad.
Ayer, el difícil terreno fue cepillado desde el aire por el helicóptero policial y en tierra los bomberos rastrearon las hijuelas de las fincas del canal Montecaseros, cuyo cauce fue cortado por Irrigación; los familiares buscaron en las inmediaciones del cementerio de Buen Orden, donde un rumor decía que vieron pasar la camioneta, pero solo encontraron una media con una mancha, posiblemente con sangre, aunque nada asegura que sea de Honorato.
A partir de un dato, el rastreo se ubicó en terrenos de La Campagnola, en el callejón Beliz, 500 metros al norte de donde viven los hermanos Quintero, detenidos por este caso, y a menos de un kilómetro del lugar donde apareció la camioneta de Honorato. Hasta allí fueron los canes, policía montada y rural, pero hasta anoche no había novedades.