Nicola Costantino: “Me interesa mostrar las hilachas”

Cuando decidió ser madre y supo que iba a estar sola, pensó que necesitaría ayuda. Así que creó una doble, tamaño real, una suerte de clon para su pequeño Aquiles. La había hecho con el molde de su cuerpo. Con su pelo y sus pestañas. Si hay algo que Nicola hace naturalmente es crear piel. Reconoce, de hecho, todos los colores de la piel humana, como los esquimales las diferentes tonalidades del blanco.

Al cabo de unos meses, la madre terminó por asesinar a la muda niñera, empujándola escaleras abajo. Esa pequeña aventura -maternal y siniestra- usó en “Trailer”. El nombre y el formato de su primera obra cinematográfica. Antes, durante y después, Nicola ha experimentado con fotografía, escultura, instalaciones, peletería, jabones hechos con su propia grasa liposuccionada, videoarte.

Se familiarizó con los moldes de silicona y la matricería en resina poliéster, así como con la inyección de espuma flexible de poliuretano, que acabaría siendo clave en el desarrollo de su obra.

"Fue una niña un poco extraña, de ojos llamativamente saltones y con demasiadas inquietudes científicas y técnicas", avisa su biografía.
Ahora, Nicola Costantino llega a Mendoza como la protagonista de una película que es, también, su biografía artística: "La artefacta", dirigida por la italina Natalie Cristiani. Este filme retrata - borrandolos límites del documental y la ficción- los trabajos y los días de la controversial creadora rosarina.

Piel adentro

“Soy hija de un cirujano y una diseñadora de ropa”, cuenta Nicola. De tanto insistir, de niña un día la dejaron entrar a la sala de operaciones: “no te cuesta nada coserla mejor”, le reprochó a su padre mientras suturaba a una paciente.

Muchos años después, Nicola volvió a entrar a esa casona donde jugaba a la cocinita con medicamentos vencidos. Desempolvó las lámparas del quirófano y se las llevó para la instalación que -más tarde- la distinguiría en la Bienal de Venecia, una obra múltiple sobre Eva Perón: “Rapsodia inconclusa”.

Dentro del museo veneciano, esos focos iluminaban un cadáver de hielo, de lágrimas, que representaba los eternos días de llanto popular por la muerte de Evita. En otra de las salas, se proyectaron cinco Evitas fantasmales y simultáneas, todas interpretadas por la misma Nicola.Cada uno de sus atuendos representaba una faceta de la mujer que el pueblo amó.

“Quería una mujer icónica, latinoamericana. Tenés a Eva y a Frida. Pero Eva fue parte de mi infancia. Estaba en los relatos de mi padre. Me impresionó que el país la llorara por tantos días. Esas son las lágrimas que se cuelan en la obra”.

El desafío era representar a Eva fuera de la politización o del kitsch. Pensarla en el lenguaje del arte contemporáneo. “Entonces, decidí mezclar la fotografía y el video con la escultura”.

Hay una imagen muy fuerte que se le quedó grabada. El vestido rígido que la sostuvo en pie ante la mirada de los otros, cuando ya estaba muy enferma. “Eso me llevó a hacer un vestido-máquina, un corset de hierro que se golpea contra las paredes de vidrio”.

- ¿El arte debe manifestar un compromiso político?

- No, nunca fui por ese lado. Hubo un arte político que era más moralista y que respondía a un contexto, a la época de las dictaduras. Pero yo no me identifico con los que muestran o señalan al otro desde un discurso ético. Son tan obvios...tan políticamente correctos. No sirve sentirte culto e inteligente porque fuiste al Malba y entendiste todo. Yo prefiero que salgan enojados o molestos.

Perturbarte

“No, no me acuerdo la última vez que me sentí así con un artista -sostiene-. No me pasa mucho con los contemoporáneos. Hay mucha sanata. La sanata del arte. Ya nadie busca ser el gran artista. Es como más simple. Ya no importa la originalidad, pero tampoco importa mucho el sentido”.

- ¿Qué es una obra de arte?

- Una sola idea, simple. No es un tema, no es una consigna. Es como un detalle que detona.

Eso, precisamente, es lo que se le reveló al abordar “El jardín de las delicias” del Bosco. “Lo miraba y lo miraba y no encontraba la idea. No quería hacer una interpretación del cuadro, ya que hay miles. Y además en inacabable. Hasta que al fin se me apareció: hacer la fuente de la vida. Eso, que él imaginó, traerlo a la realidad como un hallazgo arqueológico.

La fuente de la vida de Constantino está en medio de una instalación de 24 metros. Mientras habla con nosotros, la retoca, hunde los dedos, espera que solidifique el pegamento.

“Sí, mis producciones son una cosa de locos”, dice la mujer que ha embalsamado animales, creado tapados con detalles de tetillas masculinas y moldeado círculos clásicos con barrocos cadáveres de chanchos.

“Lo que a mí me interesa es mostrar las partes oscuras de una estructura social. Vivimos en base a hiper definiciones: lo que hay que hacer, lo que hay que comer..y de ahí para abajo es todo una hipocresía . El mundo es racista, xenófobo, desinteresado. Me interesa mostrar las hilachas, perturbar esa cáscara”.

Cuerpo presente

La destacada artista internacional llegará a la provincia mañana, a las 19, para presentar en el Cine Universidad el film de la italiana Natalie Cristiani, quien acompañará a la rosarina en el estreno.

Organizada por la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo, la actividad será libre y gratuita y abierta a todo público. Al finalizar la proyección, los espectadores tendrán la oportunidad de dialogar con la artista en torno a su obra, y con la directora del filme.

Detrás de cámara

La cineasta italiana Natalie Cristiani hace su debut como directora con este magnífico homenaje a Costantino, haciendo ingresar al público al proceso riguroso de preparación de su último trabajo exhibido en la 55ta Bienal de Venecia, así como a otros de sus trabajos, envueltos de oscuridad y misterio. Esta película no es solamente un retrato de Costantino, sino que además nos eleva de forma única en su arte, convirtiendo así a los espectadores en participantes.

Sobre Nicola, la directora ha expresado: “Cuando vi a Nicola Costantino cocinar por primera vez sentí algo muy familiar, sus manos eran idénticas a las de la hermana de mi madre. Sus movimientos también pertenecían al mundo lejano de mi infancia, es por eso que en los momentos que no sabía cómo seguir adelante con la película, yo miraba esas manos para regresar al corazón de la historia. Las manos de Nicola son su arte y su arte es la única manera de contar su historia”.

“Después de terminar la película, me di cuenta de que esas manos eran incansables y nunca dejaban de hacer arte. Empecé a comprender la obra de Nicola Costantino mientras ella tenía esas manos sucias con arcilla y tomate”, confesó.

Sobre Nicola

Nicola Costantino (1964) nació en Rosario, Argentina, donde cursó la carrera de Bellas Artes con especialización en escultura. "Cochon sur canapé" (1992), su primera muestra individual, es considerada precursora del arte contemporáneo latinoamericano. En 1994 entró en el taller de Barracas de Fundación Antorchas coordinado por Suárez y Benedit y se trasladó a Buenos Aires, donde vive y trabaja.

En 1998 representó a la Argentina en la bienal de San Pablo, y desde entonces participó en numerosas muestras en museos de todo el mundo, entre los que se destacan Liverpool (1999), Tel Aviv (2002) y Zurich (2011).

En 2000 realizó una muestra individual en Deitch Projects (Nueva York) y su Corset de peletería humana ingresó en la colección del MOMA. En 2004 presentó Animal Motion Planet, una serie de máquinas ortopédicas para animales nonatos, y Savon de Corps, obra que tuvo gran repercusión en la prensa.

El encuentro con Gabriel Valansi en 2006 significó su entrada al mundo de la fotografía, con más de 30 obras en las que es constante su protagonismo encarnando distintas personalidades del arte y la fotografía.

Su interés en la videoperformance la conduce a crear la obra autorreferencial Trailer (2010), su primera producción de tipo cinematográfica, y a abordar un personaje histórico femenino paradigmático como Eva Perón en Rapsodia Inconclusa (55a Bienal de Venecia, 2013).

La ficha

Estreno del filme Nicola Costantino: La Artefacta
Día y hora: lunes, a las 19.
Lugar: Cine Universidad (Maza 223, Ciudad)
Entrada: libre y gratuita.