Municipios solventan obras que debe costear la Nación

Las cada vez más habituales partidas de dinero que llegan tarde, incompletas o que directamente nunca bajan desde la Nación para realizar obras que el mismo gobierno central ha autorizado, están llevando a que los municipios deban hacer malabares financieros para completar con fondos propios los trabajos que, en principio, iban a ser costeados desde la Nación.

"El municipio pone la plata que no llega desde la Nación, eso casi siempre es así, pero en el último tiempo esto se ha vuelto habitual", dice el intendente de Junín, Mario Abed, en cuyo departamento se construye un centro de promoción para discapacitados, un edificio que brindará talleres culturales y laborales, para quienes tienen impedimentos motrices o cerebrales.

La obra saldrá 1,8 millón de pesos, de los cuales la Nación se comprometió con dos terceras partes, aunque solo ha entregado menos de la mitad de ese 1,2 millón. "La otra parte llegará cuando esté lista, pero por la inflación y las demoras de cualquier licitación, el aporte final de la Nación resulta siempre mucho menor a lo calculado en el proyecto", explicó Leonardo Vanella, secretario de Hacienda de Junín.

Cerca de allí, Rivadavia inauguró una planta de líquidos cloacales en zona de Los Campamentos, que favorece a 460 familias y a dos escuelas. La obra demandó una inversión de 2,5 millones de pesos, de los cuales la Nación aportó menos del 20%. "Se iba a realizar con plata de la Nación, pero solo nos llegó una parte pequeña y el resto tuvimos que ponerlo nosotros", dijo el intendente Ricardo Mansur.

Ejemplos hay muchos e incluyen también fondos incompletos para obras de agua, asfalto e iluminación: "En este contexto, el municipio que no tenga sus cuentas en orden tendrá problemas para terminar las obras iniciadas", dijo un funcionario del Este.

De todos modos, no solo para obras no llega el dinero prometido: durante 2013 Junín y Rivadavia gestionaron créditos del Banco Nación, con tasa subsidiada por la Secretaría de Transporte para la compra de maquinaria municipal. Según informaron desde el municipio, el crédito cubriría el 70% del valor de los vehículos y aunque ambas comunas completaron los requisitos, nunca recibieron un peso: "El banco otorgó el crédito pero Economía nunca mandó la plata. Al final, en Junín compramos tres camiones con plata de la comuna y el crédito nunca llegó. Desde agosto el expediente está listo, pero duerme en algún cajón del Ministerio de Economía de la Nación", explicó el intendente Abed.

Pero los problemas de partidas nacionales que no llegan, no solo afecta a los departamentos radicales; en San Martín, por ejemplo, el nuevo Centro de Congresos y Exposiciones levantado en el parque Agnesi se terminó con una inversión mayoritaria de fondos de ese municipio justicialista, cuando la Nación había asegurado a mediados de 2010, que aportaría tres cuartas partes del dinero necesario.

"Luego de gestionar los fondos y de más de tres años de trabajos, el proyecto terminó costando casi 40 millones de pesos. El 40% de eso lo puso la comuna y el otro 60% se lo repartieron entre Nación y Provincia", explicó hace algunos días el intendente Jorge Giménez, que admitió que la administración nacional nunca terminó de enviar el dinero comprometido, asunto que influyó en el atraso de la obra, que inicialmente debió estar lista a fines de 2012.