Mercosur: los desafíos del bloque para seguir unido

Problemas internos, como las restricciones que impone Argentina, y la búsqueda de acuerdos con otros grupos de países, como hacen Uruguay y Brasil, crean dudas.

Desde hace tres años, el Mercosur está empantanado. El bloque que integran Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela viene perdiendo terreno en sus exportaciones hacia terceros países y también en el intercambio intrarregional. Para Brasil y Uruguay, la salida del laberinto pasa por lograr un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) que les permita acceder a esos mercados en condiciones más ventajosas.

Para la actual administración argentina, los problemas del Mercosur quedaron sepultados ante otras urgencias domésticas, como la recesión y la falta de dólares e inversiones, aunque no pierden de vista que el bloque es el principal comprador de productos locales. Pero los socios vecinos apuestan a que, con el nuevo gobierno, el país cambie de actitud y le dé nuevo aire a las negociaciones.

En 2014, las exportaciones del Mercosur cayeron 9,6%, en lo que fue el peor resultado en la región. Según datos de la consultora DNI, el año pasado las ventas externas de México crecieron 4,6% y las de Centroamérica y el Caribe mejoraron 2,3%, mientras que los países andinos enfrentaron una caída de 3,1%. Desde 2012, las exportaciones del Mercosur descendieron 12%. En el período previo, entre 2007 y 2011, las ventas externas del bloque habían crecido en promedio 12% anual.

Desde la óptica de Marcelo Elizondo, titular de DNI, el bloque tiene dos problemas principales. “Por un lado, el comercio intrarregional está afectado por restricciones -en referencia a las trabas que pone el Gobierno para el ingreso de productos importados- y por el otro, se encuentra ante aparentes posiciones divergentes de sus miembros con relación al futuro y la inserción extra bloque del acuerdo”.

Esto volvió a quedar en evidencia semanas atrás, cuando fracasaron una vez más las negociaciones con la UE para cerrar un acuerdo de libre comercio entre los dos bloques. El Mercosur impide a los países miembros hacer acuerdos individuales, pero tras 16 años de tratativas con la UE sin alcanzar resultados, Uruguay y Brasil presionaron para avanzar “a dos velocidades”, es decir, negociar a un ritmo distinto al que marca Argentina.

Días atrás en Bélgica, Uruguay llegó envalentonado a la segunda cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), donde se mostró dispuesto a encarar negociaciones por su cuenta si las conversaciones del bloque no prosperaban. Parecía que Brasil iba por la misma senda, condicionado por las presiones de sus grupos industriales en medio de la crisis económica que atraviesa la sexta economía del mundo.

Katia Abreu, la ministra de Agricultura de ese país, sostuvo en Bélgica que estaban dispuestos a avanzar en la negociación por más que Argentina se opusiera. Pero luego, la presidenta Dilma Rousseff puso las cosas en su sitio. “Es muy importante que el Mercosur vaya unido”, dijo, y destacó que “jamás perdió la paciencia” con Argentina. Entre una declaración y otra, quedó en evidencia que, con o sin Argentina, la negociación con la UE seguía trabada por divergencias entre los estados miembros.

Consciente de que el ajuste económico que está atravesando Brasil requiere del desarrollo de nuevos mercados para salir adelante, Dilma les reclamó a los europeos que definan de una vez la oferta para presentarle al Mercosur.

La oferta arancelaria del Mercosur para llegar a un acuerdo con la UE se cerró el año pasado, y si bien no hubo precisiones, trascendió que incluye bienes, servicios inversiones y compras gubernamentales con distintos grados de apertura en cada caso. La UE viene más retrasada y aún no logró el consenso.

Por eso Dilma reclama que aceleren sus propias negociaciones y de este modo el intercambio de ofertas entre ambos bloques pueda concretarse antes de fin de año. Aun cumpliendo con este cronograma, queda mucho camino por delante ya que los dos bloques deben ponerse de acuerdo y luego este convenio debe ser refrendado por los parlamentos de todos los países participantes, 28 del lado de la UE, y 5 por el Mercosur.

Por su parte, el canciller Héctor Timerman dijo en Bélgica que el país está a favor de un acuerdo “siempre que sea beneficioso para ambas partes y no sacrifique ni un solo puesto de trabajo en la Argentina”.

Mientras en Brasil y en Uruguay el sector privado presiona para que el bloque se mueva, aquí la situación es otra. “En los últimos años, los empresarios argentinos han estado muy preocupados e imbuidos por los problemas domésticos”, señala Mauricio Claverí, de abeceb.com. Y apunta que ante las políticas comerciales restrictivas, “el Mercosur ha pasado a un segundo plano y su paralización le ha quitado visibilidad”.

“Lo importante es que terminemos con las desigualdades y desequilibrios para que el comercio funcione”, respondió un ejecutivo local de una empresa líder sobre si el sector privado estaba de acuerdo con una negociación del Mercosur en bloque con la UE. “Creo que al Mercosur no le conviene cerrar acuerdos con la Unión Europea por separado sino con Argentina, porque, de lo contrario, la desventaja va a ser para toda la región, incluyendo Brasil”, dijo un alto ejecutivo de la Unión Industrial Argentina.

Uruguay y Paraguay, contra las trabas comerciales argentinas

Uruguay y Paraguay se plantaron frente a las trabas comerciales argentinas. En un encuentro en Montevideo entre el presidente Tabaré Vázquez y su par paraguayo, Horacio Cartes, acordaron presentar ante sus socios del Mercosur un plan de acción con plazos concretos para suprimir las barreras.

Ambos países someterán ante Brasil y Argentina “un cronograma con plazos perentorios para la eliminación de las restricciones no arancelarias y medidas de efecto equivalente que afectan al comercio intrazona”, según el documento firmado por los dos presidentes.

El plan será elaborado durante la presidencia pro témpore de Paraguay en el Mercosur, que comienza el mes próximo tras la cumbre del bloque, en Brasilia.

Aunque el documento no nombra a ningún socio, los reclamos cuestionan la actitud del kirchnerismo que, con sus políticas proteccionistas, afecta la entrada de productos de otros países del Mercosur a la Argentina.

Las trabas perjudicaron la balanza comercial tanto de Uruguay como de Paraguay y su eliminación forma parte de uno de los postulados principales de Vázquez de “sincerar” el Mercosur.

Cartes, en tanto, recibió el apoyo de Vázquez en su reclamo por “el respeto y la vigencia a la libre navegación de los ríos y su vínculo indisoluble con la libre circulación de mercaderías”.

Paraguay, que carece de salida directa al mar, tiene como ruta principal para sacar sus productos la hidrovía de los ríos Paraguay y Paraná, pero Argentina pone escollos a los buques de ese país en el tramo final del Paraná, que atraviesa su jurisdicción.

Frases destacadas

"El Mercosur tiene siempre que adaptarse a las nuevas circunstancias. Nuestra prioridad en la agenda externa es hacer este año el acuerdo con la Unión Europea." Dilma Rousseff - presidente de Brasil  

"Estoy a favor de un acuerdo con la Unión Europea siempre que sea beneficioso para ambas partes y no sacrifique ni un solo puesto de trabajo en la Argentina." Héctor Timerman - canciller argentino

"La negociación conjunta Mercosur-Unión Europea es un objetivo prioritario, largamente planteado, pero que hoy está nuevamente detenido." Tabaré Vázquez - presidente de Uruguay

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