Mentiras y verdades que simulan realidad

Avatares electorales a la luz del caso Nisman y de las encuestas de opinión, cuando tanto oficialismo como oposición se sienten favorecidos por ambas cuestiones.

Mentiras y verdades que simulan realidad
Mentiras y verdades que simulan realidad

Por Carlos Sacchetto - csacchetto@losandes.com.ar - Corresponsalía Buenos Aires

La euforia triunfal con que el kirchnerismo recibió el fallo de la Sala I de la Cámara Federal, en el que desestimó la denuncia que originalmente realizó el fallecido fiscal Alberto Nisman contra la Presidenta de la Nación, corre el riesgo de convertirse en un contrasentido.

En el terreno judicial, el fiscal Germán Moldes ya anunció que apelará a Casación de manera inmediata porque, dijo, "no quiero caer en esta maniobra y que me esté esperando un fiscal militante de Justicia Legítima".

Moldes afirmó además que hará todo lo posible para que se abra la investigación. Será ese un intento de mantener vigente la idea suprema de que el poder no debe tener privilegios ante los jueces, ni presionarlos o comprarlos para ganar impunidad ante la ley. En consecuencia, el caso no está definitivamente cerrado en Tribunales y se verá cómo termina.

El otro plano que tampoco da para tanto festejo oficialista es el político. El caso Nisman, con las vicisitudes que acontecen a diario desde que apareció muerto de un balazo en la cabeza, ha impactado, y fuerte, en la imagen del Gobierno. No por nada el kirchnerismo utiliza todos sus recursos mediáticos -que no son pocos- para desprestigiar la figura del fiscal y de esa manera subestimar la grave denuncia que formuló.

Menos y más

Ese costo político cargado en la cuenta del oficialismo, no sería tanto como la oposición se ilusiona, ni tan escaso como creen en el Gobierno. En la Casa Rosada suponen que a medida que pase el tiempo y no haya definiciones graves en la Justicia, el vértigo de un año electoral hará que la gente se vaya olvidando del caso, al punto de no gravitar en los comicios. A esa tesis la impone la propia Presidenta y el dato del impacto aparece morigerado en las encuestas que encargan desde allí.

La oposición mira las cosas desde la otra vereda. Sostienen que Nisman, su denuncia y su muerte afectarán la intención de voto para los candidatos oficiales y prometen que a su vez ellos harán del caso un inevitable tema de campaña. Por lo judicial y por lo político, entonces, nada hubiese sido igual si el tema Nisman no hubiese irrumpido como lo hizo en la actualidad nacional.

Otro dato saliente de la semana se relaciona con las encuestas que van y vienen, en su mayoría contratadas por los candidatos. Un resumen de todas daría que Daniel Scioli tiene un leve crecimiento al igual que Florencio Randazzo,  Mauricio Macri sigue en alza y Sergio Massa está estancado. Pero lo curioso es que sus respectivos comandos de campaña sostienen que rondan los 30 puntos, con lo cual todo pierde seriedad.

Lo que está sucediendo es similar a lo ocurre cada temporada turística cuando las plazas informan que están desbordadas en su capacidad hotelera y que los visitantes anotan un nuevo récord que supera -por ejemplo- en un 20% al año anterior. Si eso fuera así, el número de camas para alojar gente debería incrementarse cada año en 20% y eso de ningún modo es lo que acontece en ninguna de las plazas turísticas.

Volviendo a la política electoral, y desde el absurdo, pareciera que la totalidad del padrón electoral tendrá que ser del 150% para que quepan todos los candidatos.

Las parejas

La integración de las fórmulas presidenciales es otro punto controvertido a esta altura del proceso preelectoral. El próximo 20 de junio vence el plazo legal para oficializarlas pero ya se ha desatado la fiebre para conformarlas con anticipación, y de ese modo mostrar solidez y coherencia en la propuesta a la sociedad. Se presume que nadie esperará hasta el último día para elegir su candidato a un cargo tan importante.

Así las cosas, en el oficialismo los acompañantes de Scioli y de Randazzo serán nominados por Cristina y casi como condición ineludible pertenecerán a La Cámpora. Axel Kicillof y Wado de Pedro, respectivamente, serían los preferidos de la jefa.

En el Pro hay por estos días dos opiniones diferentes en el más alto nivel de los asesores de Macri. Unos proponen una fórmula pura o con una figura independiente, y los otros una integración que los vincule al peronismo no kirchnerista (Carlos Reutemann) o al radicalismo (Ernesto Sanz).

En el campamento de Massa el dilema pasa por ir con lo propio (Roberto Lavagna) o incorporar a alguien de otro partido para no ser sólo peronismo disidente. Con la política electoral funcionando a pleno, el país real comienza a desdibujarse.

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