Mendoza enfrenta el cambio climático con políticas sustentables

Fuimos la primera provincia en elaborar la ley que regulará qué tipo de energía utilizar; cómo seguir protegiendo las áreas naturales que hoy tenemos; dónde construir y dónde no; cómo cuidar los suelos productivos del avance de la urbanización: el Plan de

Mendoza enfrenta el cambio climático con políticas sustentables
Mendoza enfrenta el cambio climático con políticas sustentables

El cambio climático fue el gran tema, el eje por el cual pasaron las discusiones y discursos de la Cumbre de las Naciones Unidas en Nueva York esta semana, que reunió a 120 líderes de países de todo el mundo, miles de activistas y personalidades que abogaron por un cambio en las políticas públicas globales.

La realidad es que son pocos los gobernantes que han tomado al Calentamiento Global como una problemática real y concreta. Mendoza se destaca en el país por ser la única provincia con una Agencia de Cambio Climático y por ello es que fue elegida como sede para los foros nacionales sobre la temática, el primero de los cuales tuvo lugar en julio pasado en nuestra tierra.

El cambio climático no es una amenaza futura; es algo que hoy hace sentir sus consecuencias sobre la vida del planeta. Más cerca aún, el denominado efecto invernadero ha hecho que tengamos en Mendoza extensas sequías y bajos años hídricos, mientras que en el último mes de febrero llovió -en pocos días- casi el promedio anual y produjo serios problemas al inundar barrios y parajes en toda la provincia.

Si ampliamos la mirada veremos que el cambio climático está afectando la producción frutihortícola de Mendoza con heladas cada vez más tardías, vientos fuertes en épocas que antes no eran tan comunes o la falta de recurso hídrico que, en zonas áridas como la nuestra, es vital. Al afectar la producción y al sector agroexportador, también está afectando la economía de este pueblo.

Cambio climático es la amenaza natural, generada por el hombre, contra la cual el mundo entero debe unirse para poder pensar en un planeta que siga siendo sustentable para nuestros hijos y nietos.

La realidad 2014

Una semana antes de que comenzara la Cumbre de la ONU, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) reveló que durante 2013 el dióxido de carbono (CO2) aumentó su concentración a un ritmo que no se observaba en los últimos 30 años.

“Las condiciones meteorológicas son cada vez más extremas y los océanos más ácidos. Tenemos la absoluta certeza de que el clima está cambiando y que la principal causa es la quema de combustibles fósiles”, dice el informe de la OMM al dar cuenta que en 2013 hubo “un aumento sin precedentes” de los gases que producen el efecto invernadero.

El dióxido de carbono es sólo uno de los 7 gases nocivos señalados hace años por el Protocolo de Kyoto y que fueron marcados para que los gobiernos comenzaran a trabajar para reducirlos. El año pasado, justo antes de llegar a esta Cumbre Mundial donde se debía rendir cuenta de lo hecho, algunas de las grandes potencias, como China, admitieron oficialmente que no podrán cumplir con la exigencia de bajar la emisión de gases de aquí a 2020 como se habían comprometido.

La lucha hoy, en América Latina, es justamente ésa. Los países que mayor capacidad industrial tienen y que son los que más han contaminado el ambiente en los últimos siglos son los que deben hacer el esfuerzo mayor, acorde con su riqueza, y ayudar a los países en vías de desarrollo a alcanzar la tecnología necesaria para encontrar una solución que sirva a todos.

Mendoza en el camino verde

Como ministro de Tierras, Ambiente y Recursos Naturales tengo que decir que el Gobierno de Mendoza hace mucho por avanzar hacia la sustentabilidad que, entendemos, no sólo se aplica a controlar las emisiones de gases nocivos sino además, y con mucha fuerza, cuidar y proteger lo que naturalmente se nos ha brindado como recursos naturales. Además, existe en Mendoza un sector científico-académico de reconocimiento mundial que encabeza muchas de las investigaciones a nivel país sobre cambio climático.

Mendoza cuida, con sus propios recursos, sus riquezas naturales. Así, tenemos áreas naturales protegidas como Llancanelo, Puente del Inca, Payunia, Caverna de las Brujas, Laguna del Diamante, entre otras, y dos parques provinciales, el Aconcagua y el Tupungato, visitados por turistas y deportistas del mundo entero.

Además, y tal vez por la historia de aridez de nuestra tierra, es que los mendocinos hemos cuidado históricamente el agua. El agua, en Mendoza, es lo que nunca sobra. La metodología de canalizar el agua ancestralmente en redes de canales y acequias es algo que impacta en quienes viven en regiones húmedas y que nunca tuvieron la necesidad de “guardarla” en represas, como ocurre aquí.

La Provincia también cuida su fauna y su flora con estrategias de conservación de la biodiversidad; cuida a su gente, avanzando en el Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos por el que se irán cerrando y remediando todos los basurales a cielo abierto que aún quedan en la provincia, con un plan de forestación que ya ha entregado 850 mil árboles en tres años y llegará al millón en los 4 años de gestión de este gobernador, además del programa de Bosques Nativos.

Este gobierno también piensa en las empresas, no sólo controlando que no contaminen aire, suelo, agua, sino además con programas como el de Producción más Limpia que es un incentivo y un impulso a pequeños y medianos empresarios a cambiar hacia un desarrollo sustentable.

Mendoza elaboró junto con la Nación, Coviar, empresarios bodegueros y sectores productivos la primer Guía Metodológica de Huella de Carbono en Vinos, para la futura reducción en las emisiones de CO2 en toda la cadena vitivinícola.

Todas estas líneas de trabajo del Ministerio de Tierras, Ambiente y Recursos Naturales están incluidas en una, si se quiere, más poderosa: la del Plan Provincial de Ordenamiento Territorial. El gobernador Francisco Pérez entendió la potencialidad del plan desde el inicio de su gestión y lo llevó a manos de quienes deben entenderlo y mejorarlo también: los legisladores.

El plan promueve ordenar el suelo y sus usos. Desde ese simple concepto, todo de lo que hoy habla el mundo (qué energías utilizar y cuáles no; defender los suelos productivos de la urbanización creciente; desarrollar industrias sustentables; pensar en viviendas, pueblos y ciudades ambientalmente acordes con el clima y los recursos de cada lugar)... todo ello está hoy en el Plan de Ordenamiento que tiene

Mendoza y que puede empezar a trabajarse y mejorar en días, si se quisiera.

Las herramientas para luchar contra el cambio climático están en las decisiones políticas que toma un gobierno. Mendoza las ha elaborado y lleva adelante muchas de ellas. Es tiempo que todas las fuerzas políticas, sociales y económicas hagan un frente común ante estas propuestas que deben ser políticas de Estado.

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