El 1 de diciembre de 2009, en el marco de una creciente incertidumbre, el flamante secretario adjunto de la Asociación Bancaria, elegido apenas treinta días antes, el mendocino Sergio Palazzo, debió hacerse cargo imprevistamente de la secretaría general del gremio porque el entonces titular, Juan José Zanola, acababa de ser apresado.
Zanola, líder de La Bancaria desde 1983, que ganó esa última elección encabezando una lista de unidad, estaba procesado por integrar la llamada "mafia de los medicamentos", dejando una obra social intervenida por el Gobierno y un sindicato en absoluta crisis.
Palazzo en cambio, un ascendente gremialista de extracción radical, comenzaba a transitar el camino que lo convertiría en el nuevo líder. Hoy, tres años y medio después, se apresta para legitimar esa condición, con el apoyo total de las 53 seccionales de todo el país y el posible voto de más de 60 mil afiliados. Un verdadero ejemplo de transformar una situación crítica en una oportunidad.
Aunque en realidad hace casi 20 años que Palazzo se prepara para esto, cuando en 1984 ingresó a trabajar al viejo Banco Mendoza y al poco tiempo se transformó en delegado gremial de esa entidad financiera que tanto significó para los mendocinos.
Hoy afianzado en el puesto, viviendo en Buenos Aires por razones lógicas y codeándose con uno de los popes del sindicalismo argentino (es secretario de Relaciones Interinstitucionales de la CGT que encabeza Hugo Moyano), Palazzo no olvida su pasado, su origen mendocino, su militancia en la UCR y que asegura ser "referencia de una forma distinta de hacer gremialismo".
En campaña
Las elecciones en la Asociación Bancaria serán el 31 de julio, pero el próximo 12 de abril se producirá el cierre de listas. "Hasta ahora contamos con el apoyo de todas las seccionales", dijo Palazzo, seguro de su arribo a la Secretaría General tras la elección.
También así lo consideran en la seccional Mendoza. "No se avizora ninguna oposición", señaló Alfredo Aruani, conductor del gremio a nivel local, para quien Palazzo "ha logrado aglutinar y acercar a sectores que en otros tiempos estaban enfrentados".
Esa virtud se acompaña con logros que su entorno se encarga de mostrar. "Hay 18.300 nuevos afiliados", dicen unos; "se creó la Secretaría de Derechos humanos", indican otros; "se logró certificar normas ISO 9001 en contabilidad, tesorería y finanzas, algo inédito para un gremio”, añaden.
El mismo Palazzo quiso agregar concreciones. “Se hicieron 800 elecciones de comisiones gremiales internas (en cada banco) en todo el país”, resaltó, justificando allí su vocación participativa. “No somos verticalistas, buscamos la mayor horizontalidad posible”, destacó, tratando de diferenciarse de otros líderes gremiales, incluso de aquellos que hoy lo tienen como amigo.
Pero más allá de la campaña, sus seguidores entienden que lo que se avecina es aire nuevo para el gremio. “Es una renovación que llega en el momento justo, después de una gran crisis”, aseguró Aruani, al tiempo que recordó que lo que se busca con Palazzo en la conducción “es cristalizar un proyecto que ya lleva veinte años de trabajo”.
La herencia de Zanola
El veterano sindicalista Juan José Zanola (hoy en libertad condicional a la espera de un juicio oral) fue detenido el 30 de noviembre de 2009, junto a su esposa Paula Aballay y el dueño de la droguería San Javier, Néstor Lorenzo, por participar en una asociación ilícita dedicada a la venta de medicamentos adulterados y también por estafar al Estado.
Ese hecho fue un durísimo golpe para toda la Asociación Bancaria, que debió recurrir al secretario adjunto Palazzo para afrontar la tormenta.
El mendocino, que asumió al día siguiente del hecho, supo desde un primer momento lo difícil que sería. “Fue una crisis institucional de proporciones que debimos asumir en el medio de una marea mediática”, indicó, lo que se sumó “al dolor por ver a la Bancaria involucrada”.
En ese sentido, el desafío mayor fue “devolverle institucionalidad al gremio”, agregó.
La tarea de Palazzo resultó efectiva, ya que inmediatamente después de que Zanola lograra la libertad condicional, en diciembre de 2011, todos los secretarios nacionales de La Bancaria (hubo 19 votos favorables y una abstención, la del mismo Zanola), le mostraron su confianza al mendocino y lo ratificaron en el cargo.
“Sin dudas lo de Zanola fue uno de los peores momentos de la asociación”, confesó Aruani, aduciendo que “todos esperan que la Justicia defina” si es o no responsable. “Sin embargo, se trató de una extraordinaria oportunidad de cambiar la historia”, agregó.
Una oportunidad que Palazzo no desaprovechó y que ahora busca refrendar, aunque esta vez, con el voto directo de los afiliados.