Mendocina pionera: busca su lugar entre ingenieros varones

Belén Llaneza es la segunda mujer que ingresa para estudiar la carrera de Telecomunicaciones en el prestigioso Instituto Balseiro. Se trata de un área profesional en auge a partir del desarrollo de los satélites Arsat.

Belén Llaneza (23) cursó hasta 5° año de Ingeniería Industrial en la UNCuyo, pero comprendió que su vocación no estaba ahí sino en Telecomunicaciones. Entonces, eligió el que considera el mejor lugar para estudiar esa carrera, se preparó, pasó los exámenes y está cursando el nivelatorio. Ella es una de los 7 mendocinos que ingresaron este año en el Instituto Balseiro. Y la única mujer.

Llegó a Bariloche el 12 de julio y todavía se percibe en su voz cierta fascinación por el lugar. Detalla que el instituto se encuentra dentro del predio de 46 hectáreas del Centro Atómico Bariloche, frente al lago Nahuel Huapi. En ese mismo terreno funcionan también la Escuela Militar de Montaña y se realizan investigaciones de alta confidencialidad y prácticas en el reactor nuclear.

Su atención está puesta en el próximo lunes, cuando comienza el cursado. El inicio del ciclo lectivo en esta fecha se debe a que para crear lo que en un principio fue un instituto de física, en los años '50, se tomó como modelo académico una universidad de EEUU, la John Hopkins. 

Belén cuenta que el nivelatorio le ha resultado bastante tranquilo. En particular, porque para ingresar al Balseiro se requiere la aprobación de dos años de Ingeniería y ella llegó a 5°, aunque aclara que el nivel de profundidad de las materias es diferente. Pero sabe que el primer cuatrimestre será la gran prueba, ya que a las exigencias académicas se suman las de la adaptación a un nuevo lugar, lejos de los suyos.

El gran desafío se centra en que los estudiantes reciben una beca que cubre el total de sus gastos, para que puedan dedicarse de modo exclusivo al estudio. Como contraparte, una vez que termina el cursado del cuatrimestre tienen dos semanas para rendir todas las materias y aprobarlas, ya que si desaprueban pierden la condición de alumno.

Pese a eso, Belén señala que en su curso son 9 alumnos en total y que llega a haber 6 profesores por cátedra, la mayoría con un doctorado, por lo que la enseñanza es muy personalizada. Ella recuerda que durante el nivelatorio tuvo una duda en álgebra y dos docentes estuvieron sentados con ella para ayudarla a resolver el ejercicio. Además, destaca que la biblioteca y los laboratorios están abiertos durante todo el día, por lo que puede ir en cualquier horario a estudiar o hacer una práctica.

La segunda en la carrera

La mendocina detalla que es la segunda mujer en elegir Ingeniería en Telecomunicaciones en el Balseiro y que de los 55 ingresantes este año, apenas 7 son mujeres. En su opinión, se debe en parte a que para estudiar allí hay que mudarse al lugar. De todos modos, comparte la habitación en la residencia con una cordobesa que estudia Ingeniería Nuclear.

Entre los alumnos, de grado y posgrado, no sólo hay jóvenes de todo el país sino de diversas nacionalidades, por lo que se observa una gran diversidad cultural. Así, cuenta que hasta ahora ha encontrado franceses, colombianos, cubanos, bolivianos y brasileños.

Sobre su decisión de cambiar de carrera, Belén cuenta que en Ingeniería Industrial tuvo materias que la ayudaron a apreciar que le gustaban más las Telecomunicaciones. Además, señaló que existen diversos proyectos en desarrollo en el país, como los satélites Arsat, y que es un área en auge y desarrollo en todo el mundo.

Una vez que eligió el Balseiro, se preparó con un compañero de la facultad -que también ingresó en la misma carrera- durante 5 meses. Belén añade que fue un proyecto compartido y que leyeron varios libros completos, a diferencia de lo que hacían para rendir antes, cuando sólo se concentraban en algunos capítulos. Luego llegó la instancia del examen teórico, que sin embargo requería buscar una solución creativa para un problema.

Cuando aprobó, tuvo una entrevista personal en la Comisión Nacional de Energía Atómica, en Buenos Aires, en la que tuvo que responder ante 10 profesores algunas preguntas sobre el examen y otras que tenían como finalidad establecer si se ajustaba al perfil de los alumnos del Balseiro.

Aunque está enfocada en estudiar y aprobar las materias, Belén no tiene pensado dejar de hacer otras actividades. Es que es bailarina contemporánea -de hecho ha participado en algunas Vendimias- y una vez que se organice, buscará un grupo para integrarse. “Fuera del centro atómico porque, como en su mayoría los alumnos son hombres, hay deportes y un coro, pero no danza”, aclara.

Los otros mendocinos

Este año, siete jóvenes mendocinos se instalaron en el Centro Atómico Bariloche, donde está el Balseiro, para perfeccionarse en distintas ingenierías.

Con este “masivo” ingreso, Mendoza ha logrado posicionarse como una de las provincias que más estudiantes aporta al Instituto. Por año solo hay 60 “pupitres” disponibles para los alumnos más sobresalientes del país,

Los futuros ingenieros mendocinos son: Nicolás Sosa (el único que estudiará Ingeniería Nuclear) Lucca Dellazopa (Mecánica), Gabriel Desimone (Mecánica); Lucas Berardin (Mecánica); Ramiro Criach (Mecánica); Juan Cruz Mattano (Telecomunicaciones) y la única mujer, Belén Llaneza (Telecomunicaciones).

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA