Un niño de 4 años que jugaba frente a su casa, en el barrio Cooperativa Bermejo, de Guaymallén, recibió un disparo en el pecho y murió minutos después en el hospital Notti. Los investigadores no tienen aún en claro cómo se produjo el crimen y no descartan que fuera una bala perdida de una pelea entre bandas, aunque sólo han encontrado una vaina de pistola 9 milímetros.
Ayer a las 17.45, el pequeño Agustín Díaz ingresó en la guardia del hospital Notti, acompañado de sus padres, con una herida de arma de fuego en el pecho. Los médicos, trataron de reanimarlo pero a las 18.10 murió.
Según contaron los parientes de la víctima Agustín estaba jugando frente a casa, justo en la esquina de Héroes de Malvinas y diagonal Remigio Saavedra, cuando recibió un proyectil de una pistola 9 milímetros.
La bala salió de un baldío que separa el barrio Cooperativa Bermejo del barrio El Carmen.
En ese lugar se habría producido un tiroteo entre dos bandas, o bien un grupo habría perseguido a alguien y le dispararon pero una de las balas atravesó tupida vegetación de descampado y terminó en el cuerpo del niño que estaba a unos 150 metros de donde dispararon.
El niño recibió el balazo y su cuerpo terminó en una pequeña acequia, de la que fue rescatado por sus familiares.
Luego de las detonaciones, Joel López y Jésica Bobadilla -los padres del menor- lo llevaron en su auto hasta el hospital.
"No vi nada. Estaba lavando la camioneta con la hidrolavadora y escuché un tiro y el grito de mi sobrino. Mi hermano (el abuelo de la víctima) lo sacó de la acequia. Perdía mucha sangre, mi hermano se llenó de sangre. Se estaban tiroteando. Acá hay mucha violencia", contó uno de los tíos del menor.
"Fue "El Horacio" y esos otros del El Carmen. Todos los vimos, estaban en una casa de enfrente pero ya se fueron", explicó un vecino.
Quejas a Caleri
Pasadas las 19, llegó al lugar el fiscal Tomás Guevara para comandar la investigación, además del jefe de la Policía, el comisario Juan Carlos Caleri, quien se entrevistó con los vecinos y los familiares del niño.
Una docena de vecinos del barrio Cooperativa mantuvieron una larga conversación con Caleri, pidiéndole más seguridad en la zona y lamentando la muerte del menor.
"Acá hay tiroteos constantemente. Cuando juega la Lepra vienen para custodiarlos. Se vende droga. Nosotros tememos estar detrás de las rejas", indicaron los vecinos.
Los primeros policías que llegaron al lugar, vieron a un grupo de jóvenes en una esquina y que se levantaron cuando el móvil policial pasó. El segundo móvil reportó que esos jóvenes tenían un arma larga y que se desplazaron hacia unas casas.
Horas más tarde el fiscal Guevara realizó un registro domiciliario en tres viviendas pero no logró encontrar armas de fuego.
En principio los investigadores creen que pudo existir un cruce de disparos entre dos bandas pero lo cierto es que sólo se encontró un casquillo de un proyectil calibre 9 milímetros. Si esa bala dio en el cuerpo del menor, debió atravesar un nylon negro y la maleza del descampado, recorrer unos 150 metros y dar en el cuerpo del niño.
"Los que dispararon no deben haber visto. No sabemos por ahora si hubo un enfrentamiento entre bandas porque la gente dice cosas y se desdice. Algunos dicen que hubo tres disparos", explicó un investigador.