Martín Ramos: “La industria del vino es la más competitiva y compleja de Argentina”

Maneja los hilos de uno de los grandes grupos vitivinícolas de Argentina: Peñaflor. Esta empresa con sus bodegas :Navarro Correas, San Telmo, Trapiche, Santa Ana, Suter, Finca Las Moras, El Esteco, Mascota Vineyards, Bodegas La Rosa y Andean Viñas ubicadas en Mendoza, San Juan, Salta y Catamarca. Sólo en 2015 facturó ventas anuales por U$S 447 millones y tiene el 28,1% de participación en el mercado argentino.

Martín Ramos habló con Los Andes. Estimó que hay que cuidar el mercado interno, al tiempo que aseguró que hay potenciarlo para crecer.

-¿Qué visión tiene de la vitivinicultura hoy y del papel de Grupo Peñaflor?

-Nosotros somos optimistas con el futuro de la vitivinicultura en Argentina a partir de que ya no tenemos ningún cepo cambiario vigente en nuestra economía, hecho que tan mal nos hizo desde 2012 a 2015, por lo que esperamos que así como sucedió desde 2002 a 2011 cuando la vitivinicultura creció por mérito propio año tras año sin que nadie la ayudara con subsidios de ninguna índole, podamos retomar esa tendencia de crecimiento de la que nunca debimos habernos ido.

-¿Qué oportunidades tiene Argentina en el mundo?

-Con respecto a nosotros como Grupo, seguimos abriendo mercados en el mundo. Ya estamos en 100 países exportando. Recuerdo cuando ingresé a la compañía en el año 2002 y sólo estábamos en 20 países, y exportábamos sólo 20 millones de dólares. Este año hemos alcanzado los 170 millones de dólares con más de 5,1 millones de cajas exportadas, algo que sin dudas nos llena de orgullo, porque esto es un trabajo de las 2.800 personas que día a día integramos el Grupo Peñaflor: desde el viñedo, las bodegas, las áreas comerciales, logísticas y, sin dudas, desde el enorme trabajo que hacen nuestros enólogos y viticultores día a día, año tras año.

-¿En dónde radicará el crecimiento de la industria en los próximos años?

-En seguir mejorando la calidad de nuestros vinos. Cuando uno mira en perspectiva a la industria y a nuestro grupo, la mejora en la calidad de los vinos finos en estos últimos años ha sido espectacular. No tengo ninguna duda de que hoy estamos pudiendo elaborar los mejores vinos argentinos de la historia, y tenemos que seguir mejorando año tras año.

-¿Dónde hay oportunidades?

-Hay enormes oportunidades en la Argentina y en el mundo, estamos en un mercado muchísimo más atomizado y segmentado que hace veinte años. El consumidor cada vez más selectivo y exigente acá y en el mundo, y la Argentina ha demostrado estos años que tiene la calidad para seguir creciendo.

De tener 0,7% de participación mundial hoy tiene casi 3,5% de las exportaciones mundiales, y eso es mérito de todos los que formamos la industria vitivinícola sin lugar a dudas. Pero nuestro objetivo ahora es cómo llevamos ese 3,5% al 7% en los próximos años. Claramente se puede si trabajamos todos juntos.

-Ha sido un año complejo. ¿Planean nuevas inversiones para 2017?

-Este año ya llevamos invertidos 12 millones de dólares, y ahora comenzamos un plan por el que invertiremos 25 millones de dólares en los próximos doce meses, es decir que invertiremos 37 millones de dólares en 18 meses en activos fijos, principalmente en Mendoza, San Juan y los Valles Calchaquíes.

Estamos plantando viñedos, invirtiendo en nuevos depósitos para insumos y productos terminados, en tanques de acero inoxidable, en barricas, en la expansión de dos líneas de fraccionamiento, en mejores sistemas, en equipamiento, gracias a Dios, proyectos tenemos bastantes.

-¿Cómo resultó la adquisición de Diageo?

-Diageo nos ha elegido como sus socios estratégicos en la Argentina y sin dudas es algo que nos reconforta mucho. Estamos en plena construcción de la nueva planta de Spirits en Mendoza que va a dar mucho trabajo directo e indirecto, en Godoy Cruz, desde donde elaboraremos y exportaremos al resto de América  Latina marcas de Spirits tan conocidas como el vodka Smirnoff, el ron Captain Morgan, el gin Gordon´s, el licor Legui, el whisky Whitehorse.

-¿Por qué razón considera que la industria vitivinícola se ha concentrado? ¿Y por qué Peñaflor ha sido líder de ese proceso?

-Hoy la industria vitivinícola para los que vivimos en ella los 365 días del año, es la industria más compleja y competitiva por lejos en Argentina y en el mundo. En el país hay más de ochocientas bodegas que año tras año elaboran sus vinos y los venden en el mercado interno y exportan. Es cierto que estos años hemos logrado que el Grupo Peñaflor, gracias a la gran relación calidad precio de los vinos de Trapiche en Mendoza, de Finca Las Moras en San Juan y de El Esteco en Cafayate, haya crecido año tras año.

Hoy sentimos que con esta enorme competencia el consumidor claramente es el ganador.

Hay en esta industria una atomización inexistente en otras industrias como la de las gaseosas, las cervezas, las aguas minerales, etc.

En el vino, hay tantas alternativas que de hecho cuando uno mira el track récord, los jugadores cambian a través de los años.

-¿Cuánto han cambiado los jugadores?

-Es cuestión de mirar hacia atrás y de ver la cantidad de bodegas que no han podido tener éxito. La cantidad de marcas que antes eran sumamente exitosas y hoy no lo son, y la cantidad de marcas que antes no existían y hoy lideran categorías, es decir que éste es un trabajo diario, porque lo que dio resultado hasta hoy claramente no implica que lo dé en el futuro. Es un mercado sumamente móvil, donde grupos vitivinícolas que formaban parte del top 10 hace 15 años en la Argentina hoy ya no están, ni hablar en el mundo; otros que no estaban, claramente están hoy con una gran performance y creciendo.

-¿Cómo analiza el comportamiento mundial de la demanda de vinos?

-En el mundo como en la Argentina, hay un proceso continuo de premiumización que no sólo se da en los vinos sino también en gran cantidad de categorías de consumo masivo.

Por eso no basta con que veamos que hoy nuestros vinos realmente han mejorado mucho, tenemos que saber que debemos superarnos en los años por venir.

-¿Qué análisis hacen del mercado interno?

-En el mercado interno, debido a la recesión existente, este año los litros per cápita los vemos cayendo a 21 litros aproximadamente lamentablemente. Sin dudas la falta de poder adquisitivo ha afectado el poder de consumo del argentino promedio, y esto ha afectado a toda la industria. Esperamos que a partir del próximo año la situación económica empiece a mejorar, de forma tal que el consumo interno no siga cayendo.

- ¿La caída se puede revertir el año que viene?

-En la vitivinicultura, el consumo interno es fundamental, por eso nos duele ver la caída de este año, pero somos optimistas en que el año próximo con el trabajo de todos la situación se empiece a revertir. Va a ser muy importante para todos los que participamos en esta gran industria. Todos en la industria tenemos que trabajar para que el consumo de vino no caiga contra otras categorías de bebidas sustitutas.

Eso se logra entre todos pero, sobre todo, con innovación, muy buena calidad y, sobre todo, entender las tendencias de consumo que quieren los consumidores, es la clave para no perder relevancia acá y en el mundo.

Sobre el posible impuesto a importados

- ¿Qué opina sobre el impuesto que se les cobraría a los que importen vinos?

-Lamentablemente los últimos años, pese a haber hecho muchas sugerencias no fuimos escuchados. Eso generó en el pasado, una sobre oferta de vinos blancos masivos importante, que ante la existencia del cepo cambiario no podían ser exportados.

Hoy, pese a la cosecha más corta en 46 años en Mendoza, recién estamos en equilibrio con los vinos blancos genéricos. Pero respecto a los vinos tintos genéricos, no hubo excedentes antes como lo explicamos muchísimas veces, y por el contrario, hoy hay problemas de calidad cuando se quieren comprar en el mercado argentino vinos tintos genéricos.

Por eso no nos extraña que varias bodegas intenten importar vinos genéricos tintos si buscan es mantener la calidad de sus productos hasta la nueva cosecha. Es importante mantener el consumo interno y que no se siga profundizando la caída.