Un cuadro de neumonía fue lo que provocó el fallecimiento de Marcelo Diez en un centro asistencial de Neuquén, después de permanecer 20 años en estado vegetativo y a sólo cinco horas del fallo de la Corte Suprema que habilitó la posibilidad de que se le aplicara la denominada "muerte digna".
El director médico del Centro de Medicina Integral del Comahue de Neuquén (CMIC), Rodrigo Rabuffetti, informó a través de un comunicado oficial que "el paciente Marcelo Diez ingresó a CMIC derivado de Luncec al Sector de Terapia Intensiva de esta institución el 21 de junio de 2015, con un diagnóstico de neumonía".
Indicó que "en terapia intensiva se realizaron estudios médicos y se aplicaron tratamientos orientados a tratar la infección. De los informes de laboratorio se aisló bacteria en cultivo de orina Morganella morganii que fue tratada de acuerdo a antibiograma".
"El paciente evolucionó con sepsis y falla multiorgánica falleciendo luego de más de 20 días de internación en compañía de familiar y cuerpo médico a las 17 del martes 7 de julio de 2015", agregó. También Lucas Picca, abogado de la familia de Marcelo Diez, confirmó que el hombre falleció de causas naturales horas después de que la Corte Suprema de Justicia le reconociera su derecho a tener una muerte digna.
"Paradojas del destino o no, yo creo que no, Marcelo Diez murió tres horas después de que saliera el fallo de la Corte por causas naturales porque, como muchas veces, se debatía entre la vida y la muerte en una sala de terapia intensiva por una septicemia generalizada", señaló. En declaraciones a radio América, el abogado explicó que si el deceso se hubiera producido antes del fallo, éste no hubiera existido "porque la causa hubiera devenido abstracta".
El martes, la Corte Suprema reconoció el derecho a la muerte digna de Diez, que se encontraba en estado vegetativo persistente hacía mas de 20 años, y autorizó a desconectarlo de los aparatos que lo mantenían artificialmente con vida, aunque horas después el paciente falleció. El abogado de la familia, que aseguró que los padres de Diez "murieron de tristeza, literalmente", acusó también a "sectores conservadores de la Iglesia de Neuquén", de donde era, de "presionar para que el fallo no sucediera".