Hay un estilo intermedio entre el maquillaje natural o nude, ese estilo que no a todas nos sienta bien, porque seamos sinceras no siempre nos favorece llevar la piel como si estuviera desnuda y, además, hay ocasiones como una fiesta o un evento social, en el que es importante mostrar que hubo algo de producción para llegar divinas.
Para que quede claro de qué estamos hablando, en primer lugar, sepamos cuál es la diferencia entre un make up nude y uno neutro.
En el primer caso se usan muy pocos productos y también es mínima la cantidad que aplicamos de cada uno. El efecto buscado es que parezca que no te maquillaste en absoluto, sino que tu piel es así por obra y gracia de la genética.
Para lograrlo tenés que usar productos livianos, fluidos y de tonalidades prácticamente idénticas a tu tono de piel. Con una base de maquillaje, máscara de pestañas, un poco de rubor en pómulos y brillo en los labios, tu make-up nude está listo.
Pero, si lo que necesitás es verte maquillada con tonos que resulten apropiados para cualquier ocasión y combinables con cualquier prenda, lo que tenés que lograr es el estilo neutro. Para realizarlo vas a tener que usar colores clásicos, independientemente de la moda de cada temporada, como los tierra, gris, beige, nude y hueso.
Vas a necesitar unos cuantos productos: base, corrector, máscara, delineadores para ojos y labios, polvo volátil, rubor, labial y gloss. Como ves, se usan muchos más productos, pero según cómo los trabajes, podés lograr un efecto fresco y natural como el del nude, o un resultado más intenso. Cuando necesites un maquillaje cargado, por ejemplo para lucir radiante en un evento de gala, simplemente aplicás más cantidad de cada producto para intensificar su efecto.
Paso a paso: tu make up neutro ideal
1-Limpiá e hidratá la piel. Es imprescindible que la piel esté blanda e hidratada para que los productos que se aplicarán sobre ella se deslicen y no sean absorbidos debido a la falta de humedad.
2-Corregí las imperfecciones del rostro. Aplicá un corrector del mismo tono de la piel en las ojeras o zonas de oscuridad del rostro e imperfecciones como manchas y granitos.
3-Aplicá con los dedos una base con acabado mate. Con el frío, la piel pierde brillo y los acabados mate lucen más naturales que un maquillaje satinado.
4-Fijar la base y el corrector con polvo volátil. Este producto se aplica con una brocha, una esponjita o una mota de algodón y sirve para eliminar el brillo que pueda quedar en tu rostro. Además, sella la base para que se fijen los colores que vas a aplicar luego. Tiene que ser liviano, del mismo tono que la base de maquillaje y que tu piel y de muy buena calidad.
5-Iluminá el párpado con una sombra clara. Elegí productos que no tengan efecto perlado así te ves más natural.
6-Delineá los ojos con un crayón negro o marrón oscuro. Si tenés ojos pequeños el delineado debe ser bien finito. Para los ojos grandes podés hacer una línea más gruesas.
7-Aplicá una máscara de pestañas. Hacelo con paciencia y prolijidad evitando que los pelos se pegoteen y procurando darles forma arqueada. Si te manchás, eliminá la manchita con un hisopo limpio o si es sobre el párpado estirala como si fuese delineador.
8-Tonalizá las mejillas. Siguiendo la línea de nuestro maquillaje neutro no vamos a aplicar rubores satinados, sino rubores que sean más del estilo de un tonalizador mate, puede ser rosado, durazno o color tierra, pero sin brillitos.
9-Jugá con los labios. El toque final del look neutro es el resaltado mate en los labios. Pero acá podés jugar un poco más. Permitite combinar el tono de tu boca con tu abrigo, gorro y/o bufandas.