Majo Pérez Comalini: “Soy una chica común”

En primera persona, la conductora del magazine “Cada Día”, con la simpatía y frescura que la caracteriza, nos cuenta sus comienzos en la radio, anécdotas memorables, su presente en la televisión y los desafíos para el futuro.

Siempre tuve claro que quería trabajar en los medios. Arranqué jugando, entrevistando a mi familia. Y la primera posibilidad surgió cuando estaba terminando el secundario. Teníamos que hacer pasantías y la mayoría de mis compañeros elegían comercio o turismo. Era el último mes de clases, pero trabajábamos.

Y yo lo quise aprovechar en los medios. Una compañera me consigue unas pasantías en Radio Nihuil. Justo ese año hice un curso de locución y por eso iba con otra idea.Yo quería estar al aire, pero sólo le pasaba los papeles a los conductores. Y luego de ese mes, quería quedarme y así fue, comencé en Brava.

Le pregunté al director de la radio y le dije: “¿Puedo ser conductora?”. Me miraron como diciendo “¡ubicate!” Me anoté para hacer móviles y me llamaron en enero. Así empecé. Luego seguí con los fines de semanas y me quedé cinco años en la radio hasta que me trasladé a FM del Sol 100.9.

Creo que tenés que estar atento, en el lugar y momento indicado. Hay que prepararse un montón, pero uno percibe mucho de lo que sucede. Siempre hay un poco de suerte en el medio, pero a esa suerte hay que ayudarla un poco.

A veces no me animo a ser tan extrovertida, aunque en ese momento, fue eso lo que me impulsó a comenzar. Si tal vez no hubiese preguntado a ese director: “¿Me puedo quedar en la radio?”, hoy no estaría donde estoy. Ser un poco caradura, en ese momento me ayudó.

La exposición provoca...

Te van pasando miles de cosas. Me marca mucho cuando la gente te devuelve ese cariño. En la radio me pasó mucho, personas que vienen a agradecerte la compaña. En una oportunidad saludé a alguien al aire y esa persona estaba internada. Después, cuando salió del hospital, me buscó, me trajo un presente y me agradeció porque la ayudé muchísimo en ese momento.

Me dijo que le daba ánimo escucharme, que le pasaba buena energía. Y yo nunca fui consciente de eso. Es gratificante y te das cuenta de la magnitud que tiene la radio,  de toda la gente que te escucha. En definitiva, trabajo para la gente.

En la radio siempre me llegaban muchos regalos. Un caso que quedó para el recuerdo fue el de un hombre que se había obsesionado un poco y me regaló de todo. Un día me trajo un perro, un canario... fue muy gracioso. Me llevaba textos eternos, me mandaba cartas por correo. Siempre lo recuerdo como algo muy gracioso... ¡y también me asustó un poco!

La exposición que tenés en la tele es fuerte, y el reconocimiento en la calle es mucho más frecuente que con la radio. Te escriben por las redes, te invitan a salir, pero no respondo, ¡aunque estoy soltera! Lo tomo bien, yo soy una chica común y la tele tiene ese plus de exposición que provoca ese tipo de situaciones.

Mi vida es intensa, vivo corriendo, con bolsos arriba mío. Eso no cambia con el tiempo. Ahora, el ritmo de la televisión, lo voy llevando... me gusta, pero si no lo padeces. En un día normal, te miran por la calle como: “Está mal peinada”. Me pasa todo el tiempo, es muy cómico. En la cola del supermercado me preguntan si soy yo, porque estoy sin peinar, vestida de sport. No todo el tiempo puedo estar producida.

También la gente te dice que la televisión te cambia, que sos más petisa, que te ves mas joven.

Mi mayor defecto es...

Soy re crítica conmigo, a veces la crítica de los otros no me toca tanto porque yo soy la primera que me critico. Me cuesta verme, siempre me encuentro el error. Grabo los programas y me vuelvo a ver. Cuando trabajaba en la radio me escuchaba mucho. Un defecto mío que me cuesta, es bajar la energía. Soy gritona, acelerada. Si bien me gusta la televisión dinámica, se me va la mano.

Mis proyectos son...

Creo que no hay techo, siempre uno tiene que estar preparada y cuanto más sepa, las cosas salen mejor. Tengo varios proyectos que espero algún día concretar. Me gustaría viajar haciendo entrevistas o, el día de mañana, conducir un noticiero. Con la formalidad que el formato requiere, pero a mi estilo. Será más adelante, disfruto el paso a paso y del momento que estoy viviendo con el magazine.

Pero la radio es mi primer amor, seguramente voy a volver a ese medio. La dejé por una cuestión de tiempos, porque no podía con todo y quiero hacer las cosas bien. Aunque algún día volveré a hacer radio...

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