El mendocino que hace la mejor pizza a la piedra

Brian Aguilar (31) comenzó a elaborar sus primeras pizzas cuando aún era muy joven, a los 17 años, en una pizzería del Barrio Antártida, de Luzuriaga. Entonces, este maipucino no se imaginaba que su pasión por esa tradicional comida italiana lo llevaría a ganar una competencia nacional y ser reconocido por los maestros pizzeros de las principales pizzerías de Buenos Aires.

Pasaron muchos años entre que empezó a realizar esta deliciosa comida y que pudo estudiar para ser un profesional. “La carrera de Cocinero es bastante cara, así que pude hacerla cuando conseguí un trabajo que me permitía pagarla”, precisa.

Intercalando las horas de trabajo con las exigencias de la carrera, finalmente logró recibirse. Además, pasó por las cocinas de tradicionales pizzerías de la provincia, adquiriendo más experiencia.

Y, si bien fue hace dos años que Brian supo de la existencia del Campeonato Nacional de la Pizza y la Empanada, a fines de mayo decidió inscribirse para participar en la edición de este año, los días 7 y 8 de junio, en Buenos Aires.

Previendo llegar con todo lo que tenía planeado, decidió viajar “el lunes 5 para tener un día antes la posibilidad de comprar la materia prima que iba a usar”, porque los organizadores sólo les facilitan los hornos y las herramientas para cocinar.

De las 5 categorías que había, él decidió anotarse en 4: pizza al molde, pizza gourmet, pizza a la piedra y pizza acrobática. Descartó las empanadas, pero hoy asegura que se arrepiente.

La hora de la verdad

“A la masa me la llevé desde acá con una semana de fermentación, para que salga bien”, explica. Sabía que competiría con cerca de 100 colegas de 11 provincias, por lo que debía asegurarse no dejar nada librado a la suerte. De ese total de maestros pizzeros, la mayoría trabaja en reconocidos restaurantes de Buenos Aires. La vara era muy alta. A eso se sumaba un jurado bastante exigente.

La primera competencia tuvo lugar el miércoles 7, con la pizza de molde, donde logró el puesto 14.

La segunda jornada arrancó con la pizza gourmet y, según recuerda, "apenas la presenté todos me decían que la mía iba a dar que hablar".

Generoso, Brian comparte con Los Andes cómo la elaboró: "No usé muzzarella, le puse mascarpone, crema de leche, parmesano rallado, perejil picado, ralladura de limón, sal y pimienta".

Colocó la preparación sobre la masa cruda, recién estirada, le agregó cebolla morada cortada en juliana bien fina y la metió al horno. Posteriormente, agregó “salmón ahumado, alcaparras y rúcula”.

Su receta fue tan bien aceptada que obtuvo el segundo puesto en la categoría. Nada mal para una persona que jamás había participado en una competencia.

Pero aún tenía otras dos categorías por delante. Así, llegó el turno de la pizza a la piedra. "Usé puré de tomate al que le puse sal, albahaca y aceite de oliva. En este caso sí le puse muzzarella y la cubrí con champignones feteados bien finitos, tomates cherries rojos y amarillos y panceta ahumada. Agregué todo sobre la masa cruda y lo mandé al horno", describe.

Una vez que estuvo lista, la terminó "con aceite de oliva, albahaca fresca y aceitunas negras en rodajas". Orgulloso, recuerda que cuando los miembros del jurado la vieron "abrieron los ojos, sorprendidos". Y su impresión fue acertada, porque logró consagrarse campeón en la categoría.

Cabe aclarar que los resultados recién fueron anunciados al finalizar el campeonato. Por lo que él no sabía cómo le había ido en las otras competencias cuando llegó el turno de la pizza acrobática.

“Yo iba confiado en ganar eso y no en lo demás, porque era la primera vez que competía”, se sincera. Pero llegado el momento del show, los nervios le jugaron una mala pasada y se olvidó de todo lo que tenía pensado hacer.

La desilusión duró poco cuando anunciaron los resultados. Además, quedó en segundo lugar en el torneo general. "Tuve 8,44 y el ganador 8,55. Por eso me arrepentí de no haber participado con las empanadas, porque esa categoría sumaba puntos y la pizza acrobática no. Podría haber salido primero y me ganaba el viaje para el Mundial en Parma, Italia", reflexiona.

No obstante, uno de los grandes recuerdos que conserva es las caras de sorpresa de sus colegas cuando lo anunciaron ganador.

“Imaginate que Buenos Aires es la cuna de la pizza a la piedra”, indica cómplice. Y contó que muchos de ellos lo felicitaron con abrazos.

Emprendimientos personales

Con los logros obtenidos recibió, además de vouchers para comprar mercadería, premios en efectivo por un total de 20 mil pesos. “Con eso alcancé a recuperar el costo de la inscripción, el viaje, la estadía y los gastos en materia prima. Inclusive, me quedó algo para el local que quiero abrir, creo que con eso llego”, asegura.

Es que, si bien desde hace unos años tiene una empresa que hace pizzas para eventos (llamada Pizzacheff Eventos Brian), hoy está por abrir su propia pizzería en el barrio Ferroviario de Luzuriaga. "Sólo será delivery o para que las retiren en el lugar, no vamos a tener mesas. Al menos para empezar", advierte.

Como lleva años viviendo allí, asegura sonriente que sus vecinos “están chochos” con su logro y que lo “saludan y me dicen que soy un grande”. Sucede que, tanto ellos como sus familiares y amigos siguieron el campeonato en vivo, mientras era transmitido por Facebook.

“Mi señora tenía el teléfono colapsado de llamadas y mensajes”, describe entre risas.

La familia de Brian está formada por su esposa, Maribel Lovos (31) y sus dos hijos: Samuel (5) y Lucio (1 año y 10 meses). “Cuando llegué a mi casa, el viernes a eso de las 7:30 de la mañana, nos dimos un abrazo fuerte”, cuenta emocionado.