Madres, consejeras y psicólogas de las aspirantes al trono

Son las coordinadoras de las Reinas. Se trata de empleadas municipales que acompañan a las candidatas al cetro vendimial todos los años. Pasan días sin dormir y se esfuerzan en fomentar una sana competencia.

No llevan corona, cetro, ni capa, pero asisten casi religiosamente a cada uno de los eventos vendimiales: fiestas departamentales, salidas, Carrusel, Vía Blanca, Acto Central y hasta son parte de la convivencia real.

Ellas son las coordinadoras de las Reinas, encargadas de acompañar a las distintas representantes departamentales tanto en la "carrera" hacia el teatro griego, como durante el resto del año.

Pero para ellas son mucho más que eso: son mamás, consejeras, amigas, maestras, entre otras funciones. Se encargan, sobre todo, del bienestar general de las chicas y les dan un importante apoyo emocional ante el nuevo mundo que se les muestra frente a sus ojos.

La mayoría lleva varios años en esta tarea y pueden recordar un sinfín de anécdotas de aquello que pasa detrás de escena. Sus carteras se parecen más al bolso mágico de Mary Poppins que a la de una mujer normal, ya que transportan alfileres, hilo, aguja, peines, maquillajes, paraguas, linternas y todo aquello que las jóvenes puedan llegar a necesitar en sus actividades diarias.

Aprovechando un momento de recreo en sus apretadas agendas, las coordinadoras recibieron a los cronistas de este diario en el hotel Bonarda.

"Básicamente en estos días somos todo para ellas porque están lejos de su familia, de sus afectos y tienen mucha presión", comenzó a relatar Carolina Cucuzza, coordinadora de Guaymallén.

Ella tiene una ventaja ya que en el '98 fue Reina departamental. "Yo trato de darle, sobre todo, aquello que sentí que me faltó cuando tuve la corona", manifestó.

Por estos días, ella se considera como una maestra para su soberana porque constantemente le pregunta nuevos datos de su departamento, además de psicóloga.

“Hay momentos en que se sienten vulnerables porque se están enfrentando a todas actividades nuevas y tienen que adaptarse muy rápido”, aseguró.

Con 16 años como coordinadora, Sonia Castro, de Luján de Cuyo, es señalada por sus compañeras como una de las más experimentadas.

"Se genera un vínculo muy fuerte con las Reinas porque pasamos mucho tiempo juntas", remarcó la mujer, quien confiesa que extrañará mucho a Giuliana Lucoski, Reina Nacional 2016 y oriunda de ese departamento.

“La verdad es que con ella nos complementamos muy bien, es raro pensar que se va”, deslizó.

Para ella, su trabajo es muy gratificante, pero también muy duro. “Sobre todo los días del hotel. Uno viene acá y no duerme, más cuando una es tan obsesiva como yo, estoy pensando todo el tiempo en lo que viene”, confesó Sonia.

Además recalcó que pasan muchos días sin ver a su familia. “Te vas a dormir al trabajo”, añadió. En sus años laborales más de una vez tuvo que coser un ruedo arriba de un carro en la Vía Blanca o ajustar un vestido grande con trabas de gancho. “Hay que salir del paso siempre para que ellas puedan dar lo mejor”, subrayó.

Para Gladis Quiroga, de Santa Rosa, conocida por sus colegas como "La Tucu", este trabajo le permitió descubrirse en un rol de madre.

“Yo no soy casada, no tengo hijos, pero Dios me dio esta oportunidad de tener muchas hijas del corazón que son las Reinas”, destacó.

Incluso contó que con muchas de ellas la relación perdura en el tiempo y que algunas hasta la celan. “Me dicen ‘con la chica de este año hiciste tal cosa que conmigo no’”, comentó entre risas.

Ella comenzó a ser coordinadora sin esperárselo en 2010, cuando salió Reina Nacional Flor Destéfanis. "Con el tiempo fui aprendiendo y cada vez me fui metiendo más en este mundo", detalló.

Según su experiencia, lo más importante es tratar de orientar a las chicas: “Las vamos guiando como podemos, por ejemplo, en las entrevistas porque sabemos que los medios son bravos”, expuso.

Sana competencia

Al compartir tantas horas juntas, las coordinadoras terminan teniendo vínculos de amistad. "Si bien algunas van cambiando, uno se va haciendo amigas con el tiempo. Yo personalmente con aquellas que me fueron abriendo el camino cuando entré", señaló Carolina Meli, coordinadora de Godoy Cruz desde hace seis años.

Ellas también se divierten y tratan de tener un espacio para relajarse. “Por ejemplo la noche de las bodegas López siempre nos vamos a tomar algo o hacemos una vaquita para armar algo en el hotel”, relató.

A pesar de ser totalmente conscientes de que las Reinas compiten por la corona nacional, tratan de fomentar una buena convivencia. “Si vienen y te dicen ‘tal me dijo tal cosa’, tratamos de restarle importancia para que se lleven bien. Aunque es una competencia, buscamos que sea sana”, aseguró.

Por su parte, Nabila Olmedo, de Tupungato, reconoció que es muy difícil que las chicas se hagan amigas entre todas, pero remarcó que entre algunas de ellas sí se generan vínculos que perduran en el tiempo.

“Tienen poco tiempo para compartir porque viven una vorágine, pero tratamos de inculcarles que sean solidarias”, aseveró. Así es que todas coincidieron en señalar que si alguna tiene un inconveniente todas las coordinadoras trabajan “codo a codo” para solucionarlo.

Como empleadas municipales, estas trabajadoras no solamente cumplen su rol durante la Vendimia, sino que acompañan todo el año a las Reinas departamentales, así como a toda la corte. También organizan las capacitaciones que se realizan previamente en cada departamento.

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