Macri y Carrió definieron la estrategia porteña

El Presidente se reunió con su aliada y principal candidata de Cambiemos en la Ciudad de Buenos Aires.

“Trabajar en conjunto en la Ciudad”. Ése fue el acuerdo madre, según comentó a este diario alguien muy cercano a Elisa Carrió, que sellaron ayer en Olivos el presidente, Mauricio Macri, con la co fundadora de Cambiemos. El mandatario se apartó por más de una hora de las tareas de gobierno para compartir en la quinta presidencial una reunión en la que se definió parte de la estrategia electoral de Cambiemos.

Días antes, Carrió había despejado una de las tantas incógnitas electorales al anunciar su decisión de disputar electoralmente una banca desde el distrito porteño, abandonando así la idea de transitar el áspero territorio bonaerense. "Prefieren un candidato más desconocido", explicó Carrió, con algo de sorna, las razones por las que la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y el asesor presidencial Jaime Durán Barba, habían tachado su candidatura bonaerense. "Están seguros de que con ella (Vidal) ganan", agregó en declaraciones a radio La Red.

Macri y Carrió estuvieron reunidos desde la 9.15 hasta las 10.30, en una de las salas de la Quinta. Solos, sin asesores. Allí se realizó un primer acuerdo: Carrió encabezará la lista de diputados nacionales de Cambiemos por la Capital Federal. En la política doméstica de la Ciudad de Buenos Aires, el Pro y la Coalición Cívica, al igual que la UCR, se mantienen separados.

“Fue una muy buena reunión. Todo muy distendido y agradable; fijamos la estrategia política para adelante”, dijo Carrió al diario Clarín, sin mayores detalles.

Pero la candidatura porteña de Carrió estuvo acompañada por otras definiciones vertidas en el cónclave, que sólo el tiempo dirá cuán firmes son.

Macri le habría arrancado a Carrió el compromiso de abstenerse de seguir cascoteando al entorno de la gobernadora Vidal, a cambio de no entrometerse en la cruzada que la diputada nacional viene impulsando contra el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.

Antes de la reunión, Carrió había disparado con munición gruesa contra dos ministros clave de Vidal (Cristian Ritondo y Gustavo Ferrari), aunque fiel a su estilo había aclarado que "a María Eugenia la quiero mucho".

“Tengo una gran diferencia en materia de lucha contra el narcotráfico, en seguridad y la Policía de Buenos Aires; no tengo nada que ver con Ritondo y Ferrari, mi distancia es absoluta”, dijo Carrió, además de señalar que se sentía “atacada” por esos funcionarios.

Semanas antes, había calificado de “delincuente” al intendente de Vicente López y primo del Presidente, Jorge Macri, quien por entonces aspiraba a la candidatura a senador nacional en la provincia.

La candidatura porteña, en tanto, es un acuerdo beneficioso para Carrió y para el Pro. La figura de la diputada en un distrito que siempre le jugó a favor, asoma, en cambio, como un gran problema para las aspiraciones electorales de Martín Lousteau.

El hasta hace poquísimo embajador en los Estados Unidos, regresó al país con intenciones de encabezar la lista, avalado por el Coti Nosiglia y la estructura del Comité Capital de la UCR. Su pretensión es dirimir la cuestión en las PASO, pese a que en el Pro no quieren internas.

No le será sencillo a Lousteau: antes de ir a las PASO, debería reordenar (o desarmar, directamente) ECO, el sello electoral con el que perdió en ajustado balotaje la elección a la jefatura porteña, en 2015, contra Horacio Rodríguez Larreta.

Aquella vez, Lousteau fue acompañado por la Coalición Cívica y el Partido Socialista, entre otros. Así como hace dos años Carrió dinamitó “Unen”, un conglomerado político en el que convivía con Pino Solanas, hoy, el turno de la demolición sería  “Eco”.

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