Macri negocia el 2017 con el PJ dialoguista

El Gobierno y el peronismo comenzaron a negociar el 2017. Las conversaciones son a varias puntas e incluyen diálogos institucionales y también contactos informales.

La fecha que todos miran es el 15 de setiembre. Ese día, el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, asistirá a la Cámara de Diputados a presentar el proyecto de Presupuesto para el año entrante.

Los interrogantes sobre los principales lineamientos de la política económica -inflación, crecimiento, déficit, valor del dólar- serán revelados ese día. Pero al Gobierno y a la oposición peronista les importan más otros temas que están vinculados forzosamente.

Mientras la Casa Rosada, a través de Prat Gay, ya empezó a buscar acuerdos para que el Parlamento autorice al Ejecutivo a endeudarse fortísimamente a fin de conseguir financiamiento para obras medulares que permitan generar trabajo y salir de la recesión que el propio jefe de Gabinete, Marcos Peña, admitió el miércoles en la Cámara Baja, el peronismo “dialoguista” quiere beneficiar a los sectores a los que cree representar genuinamente.

“Nos dividimos la agenda: nosotros estamos impulsando en Diputados leyes para mejorar la situación de los trabajadores de la economía formal y (Miguel) Pichetto impulsa en el Senado iniciativas para ayudar a la economía informal”, confesó a este diario un alto dirigente del Frente Renovador, luego de la reunión que el jueves tuvo Sergio Massa con Prat Gay en el Palacio de Hacienda.

¿Pero esas leyes deben salir antes de que se trate el Presupuesto?, preguntó este diario. “Sergio le dijo a Prat Gay que las prioridades de nuestro espacio -UNA- para el último cuatrimestre son reparar la pérdida del poder adquisitivo de los jubilados que ganan la mínima, mejorar el ingreso de quienes son beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), convertir los planes sociales en planes de empleo formal y avanzar en una ley de empleo joven, pero no la que mandó el presidente Macri en mayo sino una parecida a la que instrumentó el ´Gallego´ De la Sota en Córdoba”, explicó el encumbrado diputado del massismo.

Paralelamente a estos pedidos de Massa en Diputados, el peronismo que conduce Pichetto en el Senado presentó la semana que pasó un proyecto de ley de “Emergencia Social” con el que se busca dar un salario social complementario a los trabajadores de la economía informal, para que alcancen el salario mínimo vital y móvil.

Apunta a los cooperativistas, cartoneros y movimientos sociales, por ello la iniciativa tiene el apoyo de las organizaciones nucleadas en la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), donde hay grupos vinculados al kirchnerismo, al PJ tradicional y también a la centro-izquierda (Barrios de Pie).

“Esperamos que con la ley de Emergencia Social, que seguramente vamos a proclamar en ambas Cámaras, el Gobierno no repita el mismo error que cometió con la ley de Emergencia Laboral al vetarla”, advirtió el senador Juan Manuel Abal Medina, quien recientemente dio su salto al Movimiento Evita y es una de las espadas de Pichetto en el bloque PJ-FpV.

Primeros contactos

En un amplio salón del palacio de Hacienda, Prat Gay tomó apunte de los pedidos de Massa mientras almorzaron a solas el último jueves. Esa misma tarde el ministro recibió a los tres diputados más influyentes de Cambiemos -Mario Negri, Emilio Monzó y Nicolás Massot- para acordar una estrategia de negociación con el peronismo en la Cámara baja.

La voluntad del Gobierno es llegar a la discusión del Presupuesto 2017 con acuerdos marco con Massa, Pichetto y los gobernadores peronistas. “El Presupuesto nos plantea un desafío para tener una herramienta presupuestaria que sea creíble. Trabajemos con grandeza para articular los acuerdos para que sea una herramienta de desarrollo y no una herramienta de fragmentación y pelea política”, lanzó Peña el miércoles ante los diputados.

Ese mismo día, el ministro coordinador ratificó que la discusión del Presupuesto 2017 irá a la par de la ley para cambiar integralmente el impuesto a las Ganancias.

“Presentamos en octubre la ley de Ganancias, para modificar escalas y el mínimo imponible. Tenemos que darle un marco, que es la necesidad de tener ámbitos para dar una discusión de una reforma impositiva integral. Tenemos una presión impositiva muy alta pero hace falta que haya un plan fiscal que nos vaya reduciendo el déficit gradualmente. Además, hay que consolidar la reducción de la inflación", agregó Peña.

Luego de escuchar a Peña, dos diputados opositores que negocian con la Rosada confiaron a este diario: “Nos están pidiendo discutir una reforma impositiva de largo plazo y encontrar fuentes de financiamiento para costear la modificación de las escalas de Ganancias”.

El problema es la sábana corta. Mientras el peronismo dialoguista pide más recursos para las provincias, el sector pymes y los trabajadores más precarizados, la Casa Rosada tiene por delante un 2017 en el que repercutirá de lleno la ley de “Reparación Histórica de los Jubilados”.

Deberá transferir más recursos coparticipables al interior -seis puntos del 15% que las provincias recuperaron a través de la misma “ley ómnibus”- y tendrá que pagar un costo que puede ir de 60.000 millones de pesos a 115.000 millones por la modificación de las escalas de Ganancias. Además, el año entrante es electoral y el oficialismo se juega mucho más que la oposición.

Por ello, la solución que todos vislumbran -en el oficialismo y en la oposición- es la autorización legislativa a que el Ejecutivo salga a endeudarse. En Hacienda creen que “hay capitales sobrantes” en el mundo, aunque también reconocen que aunque se les pagó a los fondos buitre y se dejó atrás el default, el costo del dinero para la Argentina sigue siendo alto.

El otro dato que miran es la evolución del programa de “Sinceramiento Fiscal”. Del éxito del blanqueo de capitales en este último cuatrimestre de 2016 también dependerá la economía del segundo año de Mauricio Macri en el poder.