Los truenos sembraron el alerta mientras los locutores cantaban los últimos votos en Tunuyán, pero nadie pensó que sería tan repentino. María Macarena Muzaber Firpo apenas si logró ser anunciada como reina departamental. Después, una fuerte tormenta de viento, agua y granizo se abalanzó sobre el anfiteatro de la Tonada, dejando a los más de 30 mil espectadores a oscuras y resguardándose como podían de la furia que caía del cielo.
En menos de diez minutos, el anfiteatro municipal quedó convertido en una postal desoladora. A estas alturas, la suspensión del show del popular Axel fue anecdótica. Padres gritando desesperados en la oscuridad el nombre de sus hijos, gente llevando a menores heridos en brazos, llantos, sirenas de ambulancias, carteles luminosos que explotaban haciendo cortocircuito, gente que escapaba por las calles con las sillas que usaron para protegerse de la lluvia.
Según contó el intedente Martín Aveiro esta mañana fueron 55 los niños y 40 los abuelos que se extraviaron durante las corridas. Recién cerca de las 5 de la mañana, pudieron volver todos a sus hogares.
“De milagro no fue una tragedia. Nunca había visto algó así. En un minuto se vino todo abajo”, relató visiblemente conmocionado el cacique peronista.
Reina sin coronación
Estaba entre las preferidas del público y el escrutinio ratificó esta predilección ya en los primeros votos. La elección real en Tunuyán prácticamente se dirimió entre la rubia Macarena Muzaber Firpo, representante del Rotary Club El Portillo, y Julieta Quiroga, la joven de Villa Seca. La primera se quedó con el cetro departamental con 54 votos, mientras que a Julieta le correspondió el virreinado por tan sólo seis puntos.
La esbelta rubia de 24 años no alcanzó a agradecer a su pueblo, pues la tormenta impidió incluso que las autoridades convocadas al escenario le colocaran la corona. La futura psicóloga viene de cuna real, pues es la hermana de María Natalia Muzaber, quien resultó soberana departamental en 2008.
Una fiesta común
Antes de las 22.30 y con la amenaza latente de lluvia arrancó el espectáculo 'Historia de un recuerdo huarpe'. El relato -escrito quizá por el guionista más joven que ha tenido el departamento, Santiago Garay (18)- propuso un recorrido histórico desde los huarpes hasta la "magia" del vino nuevo. Un camino por los íconos típicos de Vendimia sin sorpresas ni sobresaltos, tampoco sin grandes atractivos.
Uno de los aciertos fue la música, en gran porcentaje en vivo, y el ritmo y color que prodigaron algunas escenas de bailes, que se ganaron los aplausos de la gente. Temas norteños, carnavalitos, un homenaje al tango con danzas aéreas y Piazzola en la música, canciones pop con enormes muñecos danzando fueron algunos ejemplos.
La obra abordó las vivencias de Tunián, cacique ancestral del Tunuyán, protagonista de la leyenda que dará nombre a esta tierra. El personaje fue mostrando al público las distintas etapas que vivió su pueblo: desde que era una comunidad huarpe hasta su moderna realidad de productor vitivinícola.
Por supuesto, no pudo faltar un sentido homenaje al Padre de la Patria, con su rostro en la pantalla grande y un pericón blanco y celeste en escena. Tampoco, la oración de todo el pueblo a la Virgen de la Carrodilla, la cual fue representada por una mujer de blanco que bajó desde el techo del escenario, gracias a un sistema de arneses.
Más de 300 bailarines y actores dieron vida a la historia. La lluvia amenazó durante todo el espectáculo y, por momentos, la ‘olla’ se llenaba de paraguas. Aunque faltó el gobernador Francisco Pérez, asistió casi el gabinete a pleno. También, tuvo asistencia perfecta la mayoría de las soberanas existentes en la provincia.