Luca Bocci: deja su aura en lo que toca

Con apenas 22 años, este mendocino se ha convertido en la revelación del indie nacional. Con su primer disco solista, “Ahora”, llamó la atención de todos. Habló con Estilo sobre esto y mucho más.

Luca Bocci está en la terminal de Retiro, esperando un colectivo que lo lleve a Mar del Plata. Mientras, los altavoces anuncian las partidas, las llegadas, los destinos... Suena algo desvelado, pero con la voz fresca y descontracturada de siempre.

Este mendocino se ha consagrado este año como una revelación del indie argentino, en una ola revolucionaria que incluye también a Simón Poxyran y Usted Señálemelo. Una revolución musical se está tramando en Mendoza: “No vivo allá ni vivo acá, vivo en stand by, pero igual siento que Mendoza es mi hogar. Cuando estoy allá, descanso”, confiesa.

El jueves último, Bocci (que también forma parte de las bandas Alicia y Hojarasca) estuvo aquí dando una charla junto a Mariano Peccinetti (de Las Luces Primeras), en el marco del Comecoco: Encuentro de Industrias Creativas. Actuaron juntos también, y la simbiosis fue cósmica: “Canción al infinito”, se llamó.

Pero en medio de todo ese amor del público, este trovador de los asfaltos también cumplió años: ahora son apenas 22, y esa madurez artística tan precoz deja a todos doblemente asombrados.

¿Qué dicen de él? Que es una de las promesas de la música argentina. Con su disco solista, “Ahora”, que compartió en las redes el 28 de marzo, la rompió: casi 270 mil reproducciones hasta hoy, que no es poco. Y quienes ahí comentan aseguran que es una esperanza, que es lo mejor que le pasó al rock nacional argentino, que no pueden dejar de escucharlo... Objeto que toca, lo aurifica: ¿no era ésa la función del artista, según el Flaco? “Crear, crear, crear...”.

De dónde vengo

En una huida lisérgica a la montaña con los chicos de Alicia escuchó un disco de Pescado Rabioso y se dijo: “Yo quiero hacer música así”.

-¿Cómo era esa música?

-Música más orgánica. Había escuchado muchas bandas hasta ese momento (no tantas como ahora), pero nunca había escuchado algo tan orgánico, algo tan compacto.

-¿Lo tomás como referente a Spinetta, entonces, como muchos piensan?

-Creo que Spinetta es influencia para cualquiera que haga música acá en Argentina. Es como redundante aclarar todo el tiempo que sí es una influencia, cuando es algo que es bastante obvio. Él es influencia para todos. Cualquier guacho que se cuelga una guitarra va a escuchar “Rezo por vos” y se va a dar cuenta de que era un grosso.

Es lo que pasa con él, con Charly, y con todo lo que está ahí medio metido en mi disco, que ha hecho que la gente encuentre influencias o raíces, pero es algo que todos tenemos... No es que me quiera desligar de las influencias de mis ídolos, sólo que me parece obvio...

Es lo que está ahí, pero también siento que siempre el ser humano tiene que emparentar las cosas y asociarlas para poder clasificarlas. Puedo decirte que siento que son mis mentores musicales, pero también los de toda una generación.

-Pero, por ejemplo, ¿qué sentís cuando leés esos comentarios que dicen que sos lo mejor que le pasó al rock nacional en los últimos años?

-Por un lado es bastante lindo. Nada, eso... Está bueno sentir ese feedback, esa vuelta, pero también siento que la gente es un poco vaga y que es más fácil quedarse con lo que está ahí flotando en la superficie. Para mí los pibes y las pibas, y la gente que escucha música tienen que empezar a profundizar y no sólo quedarse en la superficie...

-¿En qué sentido?

-A ver, yo ahora estoy ‘hiteado’ y por eso la gente me escucha, porque de repente mi disco tiene 270 mil reproducciones y eso hace que a la gente le guste más mi música. Si mi disco tuviera dos mil reproducciones quizás a nadie le parecería tan bueno. Traten de estar seguros antes de juzgar qué es lo mejor o lo peor, y lo digo tanto para la gente que comenta en YouTube, como para los periodistas, los otros músicos.

Todos tenemos que ser menos mediocres a la hora de escuchar música o de formar parte del arte. La gente empieza a hablar, todos se llenan la boca... y al fin y al cabo nadie hace nada, entonces eso es lo que me deja un poco “outside”: es más fácil vivir de lo que está flotando en la superficie y no profundizar.

-En un nivel artístico, ¿te sentís comprometido a tener que seguir sonando así o mejor, incluso?

-Mirá, yo no tengo un sello que me diga: “Tenés que hacer un Hit Número 1 ahora”, pero de alguna manera tengo mi propia exigencia, que es mucho peor. Sé que el éxito no está en la popularidad o el reconocimiento. El éxito está en sentirse orgulloso con lo que uno hace.

Siento que la exigencia no va por el lado de si ganás mucha plata o tenés un millón de reproducciones. Va por el lado de si lo que estás haciendo es real, te hace bien y te alimenta. Eso es lo más importante y lo que me ha motivado toda la vida a hacer lo que hago.

Luca Bocci no recuerda cuándo fue la primera vez que bebió música. Descubrimientos hermosos en la discoteca de sus padres, como algún disco de Serú Girán, quedaron ahí grabados en la memoria, aunque técnicamente se formó en las aulas de la Escuela de Niños Cantores.

Rápidamente pasó de Bach al Punk: su primera banda, Punk Hammond, la formó en esa época, en la que también se adentró en algo que, según él, lo cambió para siempre artísticamente: el skate.

Es que el punk, el recorrer la escena local, respirar la música viva en las plazas y las veredas, y muchas lecturas más, le abrieron la cabeza, le mostraron dónde estaba parado. Cuando formó Alicia, “empecé a hacer música en serio”, dice, y en esa plataforma deja fluir el surrealismo, la psicodelia y la experimentación.

Hacia dónde voy

En breve, cuando lance sus discos con Alicia y con Hojarasca (“que son otro flash”), la gente se acercará a otra faceta suya: “Una faceta buena, pero que no tiene un pedo que ver con el disco”, ríe.

Respecto de su futuro como solista, explica: “Me aburro fácil de hacer lo mismo mucho tiempo. Entonces estoy seguro de que el segundo disco va a dar mucho qué hablar, no sé si para bien o para mal, pero va a ser muy diferente al primero”.

-¿En qué etapa está el disco?

-Estoy componiendo los temas y juntando plata para grabarlo. Ya tengo la idea, el sonido que quiero. Tengo muy en claro en qué se va a diferenciar del primero.

-¿Eso lo podés adelantar?

-Puedo adelantar que va a tener más que ver con los sonidos: una búsqueda sonora. Siento que las canciones ya están muy perpetuadas, por decirlo de alguna forma. Se puede caer en el hit, y yo no soy muy de eso: lo hice porque me quería cagar un poco de risa, nada más.

Mi primera manera de hacer música ha sido a través de la experimentación y de la psicodelia, y siento que me estoy reencontrando con eso. Después de haber sacado el disco y haberlo presentado, después de haber saciado mi necesidad pop, creo que ahora puedo volver a las raíces... y si no vuelvo a la psicodelia, volveré al punk...

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