Los ataques aéreos que Estados Unidos planifica contra el Estado Islámico (EI) en Siria tendrán como blanco central los “santuarios” e infraestructura de los yihadistas, anunció ayer el secretario de Defensa, Chuck Hagel, en el Senado.
Retomando afirmaciones del presidente Barack Obama, quien advirtió al EI que “si ataca a Estados Unidos” no gozará de seguridad “en ningún lugar” del mundo, Hagel dijo que los ataques aéreos de su país se centrarán “en los santuarios del Estado Islámico en Siria. Ello abarca sus centros de comando, sus capacidades logísticas y sus infraestructuras”.
A su lado, el general Martin Dempsey, principal oficial al comando del Estado Mayor, advirtió sin embargo que los bombardeos no se parecerán a los ataques a gran escala que acompañaron el inicio de la invasión de Irak en 2003, liderada por Estados Unidos.
Esta campaña contra el Estado Islámico será, en cambio, “persistente y sostenida”, señaló el general Dempsey, quien detalló que asesores militares estadounidenses podrían ser enviados al frente junto al Ejército iraquí si se considera necesario.
“Me dijo (Obama) que evaluará la situación caso por caso”, señaló, “si llegamos al punto en el que considere que nuestros consejeros deben acompañar a las tropas iraquíes en su ofensiva contra los objetivos de EI, esto es lo que recomendaré al presidente”.
Sus declaraciones contrastan con las reiteradas afirmaciones de Obama sobre que no enviaría tropas de combate a Irak, dos años y medio después del retiro de los últimos soldados estadounidenses desplegados en ese país.
Precisamente, la Casa Blanca se apresuró a moderar las declaraciones de Dempsey. Josh Earnest, portavoz de Barack Obama, sostuvo que Dempsey “se basa en un escenario hipotético (...) en la que se haría una recomendación táctica al Presidente sobre el uso de las tropas de tierra”.
Earnest subrayó al respecto que el despliegue de soldados estadounidenses en áreas de combate no figuraba en la orden del día del gobierno.
En el plano político, el presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, apoyó el plan de Obama de armar y entrenar a rebeldes sirios “moderados” para que luchen contra EI y pidió al Congreso que respalde la iniciativa.
“Francamente pienso que la petición del presidente es sensata”, dijo Boehner a los reporteros después de un encuentro convocado para convencer a los miembros de la Cámara de representantes de que aprueben el plan. Sin embargo, Boehner apuntó que “hay mucho más” que Washington puede hacer para combatir a EI en Irak y Siria.
“Si nuestro objetivo aquí es destruir a EI”, dijo Boehner, “tenemos que hacer más que entrenar a algunos en Siria y entrenar a algunos en Irak, y tirar bombas”.
Actualmente, unos 300 asesores militares de EEUU respaldan a las fuerzas iraquíes en su lucha contra la ofensiva extremista, y se estima que finalmente puedan sumarse otros 300 consejeros castrenses al área.