"Los problemas en Toronto son los problemas del éxito"

Christopher Hume es periodista del Toronto Star. Es crítico de arquitectura y tiene además una columna sobre asuntos urbanos que es más política y está relacionada con las problemáticas de la ciudad, ubicada en Canadá.

"Los problemas en Toronto son los problemas del éxito"
"Los problemas en Toronto son los problemas del éxito"

¿Hay organizaciones como el Casco Histórico en Toronto?

- En la ciudad hay organizaciones públicas como el Heritage Department, que designa edificios como patrimonios históricos, pero para ser honesto las protecciones son débiles y muchos edificios están amenazados. Y si un edificio histórico tiene un dueño al que no le interesa es difícil para la ciudad hacer algo al respecto. No pueden tirarlo abajo, pero pueden arruinarlo. Y por eso siempre hay gran debate.

- ¿A qué desafíos se enfrenta su ciudad hoy en día?

- Toronto es una ciudad del siglo XIX. Las partes más viejas de la ciudad son de ese siglo. No hay nada más viejo que 1848. Toronto es una ciudad que crece muy rápidamente. Tienen más construcción de edificios altos que cualquier otra ciudad en Norteamérica. Más que Nueva York más que Chicago o México DF. Más de 130 rascacielos. Hay mucho crecimiento en Toronto y es de edificios altos. Hay edificios de 80 pisos. Antes todos los edificios altos eran para oficinas, ahora son viviendas. Muchos de estos departamentos son pequeños de tamaño, y la gente que vive ahí es gente joven que tiene buena educación y posición económica. No manejan y la mayoría crecieron en los suburbios, pero buscan un estilo de vida urbano. Quieren una ciudad donde puedan caminar, sentarse afuera, tomarse un café. Hay una presión en Toronto para hacer la ciudad una ciudad amena para vivir, y hace mucho tiempo no era así, porque por mucho tiempo en Toronto se manejaban autos, ahora hay una cultura más pedestre. Por eso la importancia de los espacios públicos es más grande que nunca.

- ¿De qué trató la charla que brindó el pasado 4 de setiembre?

- Hablé sobre espacios públicos en el centro histórico de Toronto. La idea que tienen las personas en general es que consideran que el patrimonio tiene que ver con edificios y no con espacios públicos. Los proyectos de los que hablé son proyectos que fueron controversiales, una especie de estudio de cómo Toronto está ahora. La gente quiere vivir en la parte vieja de la ciudad, el Downtown. Hay gente que quiere construir grandes torres en barrios que son históricos, donde hay edificios que no tienen más de seis pisos. Pero creo que si se le pregunta al habitante de Toronto se descubriría que considera que el patrimonio y su preservación son muy importantes, porque son esos edificios que le dan a Toronto su carácter, que la hacen interesante.

El problema es tratar de balancear el crecimiento de la ciudad con la protección de las áreas históricas.

La ciudad ha crecido tanto y tan rápido que es difícil seguirle el ritmo. Toronto es una ciudad de barrios, pero ahora las personas están empezando a habitar otros espacios, como el distrito financiero, esto habría sido impensable hace 5 ó 10 años. Antes trabajaban allí de día y se iban a sus casas; ahora tenemos gente viviendo en zonas que son industriales. No tenemos calles como Florida en Toronto, no hay peatonales, pero las necesitamos. La gente utiliza mucho el auto, otros transportes son malos, como el subte por ejemplo. He escrito columnas sobre eso. Las vías están viejas, tienen 80 años y nadie se molesta en arreglarlas.

- Hay organizaciones gubernamentales que se ocupan de proteger el patrimonio. ¿Hay organizaciones privadas también?

- Diría que sí. Tenemos varias asociaciones de conservación de arquitectura. A la gente le importa su patrimonio, están emocionalmente ligados a él y siempre recibo buenas respuestas si escribo una columna, por ejemplo, sobre un edificio que está en peligro, porque a la gente le importa. Considero que a la gente no le gusta tanto la arquitectura contemporánea, no los vuelve locos, se sienten ligados a edificios más antiguos, suelen sobrevivir y resonar más. Creo que desde los ‘50 y ‘60 la arquitectura fue poco atractiva. Los edificios son feos y no vivirías allí si pudieras evitarlo.

- ¿Cuál es el mayor desafío para mantener esos edificios centenarios?

- Imagina un almacén de seis pisos, construido con propósitos industriales en 1906, y que en los ‘ 90 se convierte en un edificio de oficinas. Su dueño puede conseguir permiso hoy para construir encima, hacer más pisos. Hay tanto dinero para ganar en ese ámbito que es difícil de resistir la tentación. El mercado de bienes raíces está creciendo.

Los problemas en Toronto son los problemas del éxito, del crecimiento. Nuestra ciudad no es la historia de una ciudad abandonada, la población está incrementándose todo el tiempo. Así que las presiones son resultado de ese tipo de fuerzas, no cómo mantener la ciudad viva.

El sueño suburbano que dominó desde los años ‘ 30 ó ‘40 llegó a su fin. La gente quiere volver a las ciudades, lo cual también es muy caro. También tenemos un alcalde, Rob Ford, que no contribuye a mejorar la ciudad en esa dirección. Se está empezando a dejar el auto, caminar y usar bicicletas, aunque a los que conducen no les gusta. Una parte de la ciudad quiere todo eso y otra no, incluyendo al alcalde, y duda mucho cuando se quieren tomar medidas como peatonalizar calles, etc.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA