La Conferencia Episcopal Española (CEE) defendió hoy el derecho al secreto de confesión, incluso en el caso de presuntos abusos sexuales, en un momento en que se ve sacudida por un escándalo de pederastia que conmocionó al papa Francisco.
"Pese al deber de denunciar los delitos de los que se tenga conocimiento, no existe encubrimiento ni infracción penal alguna al no denunciar un delito del que se ha tenido conocimiento en el ejercicio del secreto de confesión", declaró en rueda de prensa el secretario general y portavoz de la CEE, José María Gil Tamayo.
Y precisó que este principio concierne también a los ataques "a la integridad sexual".
"Este principio del derecho se reconoce a todas las religiones y confesiones en el Estado español", agregó, subrayando sin embargo que "no hay absolutamente lugar en el ministerio para los que abusan de menores".
Gil Tamayo recordó que España sigue en este punto las directivas de la Santa Sede y citó al papa Francisco, quien desde su elección en marzo de 2013 aboga por la tolerancia cero contra la pederastia, incluso en el seno de la Iglesia, una lacra que podría haber causado decenas de miles de víctimas.
La Iglesia española se ve sacudida desde noviembre por su más grave escándalo de pederastia por el número de afectados, diez religiosos y dos laicos inicialmente imputados.
El papa Francisco había alentado personalmente a un hombre de 25 años, que se presentó como miembro del Opus Dei, a señalar los abusos sexuales de los que dice haber sido víctima entre los 14 y los 17 años en Granada, en el sur de España.
El 16 de febrero, un juez de Granada consideró sin embargo que una parte de los hechos denunciados ante la justicia prescribieron, por lo que nueve sacerdotes y dos laicos no podrían ser juzgados.
La asociación de protección de los derechos del niño Prodeni, acusación popular en el caso, anunció que recurriría esta decisión.
"A veces parece que sólo estamos en las páginas de sucesos. Hay 19.000 sacerdotes en España", lamentó este jueves Gil Tamayo.