Los Fernández, de galera y bastón

Víctor Fernández, jugador histórico de fútbol de salón de Talleres y de la Selección Mendocina, es el padre y el director técnico de su hijo Gastón, en la versión B del Matador. ‘La gata’ integra la Borravino y, además, juega en la Selección argentina. Cr

“Todo equipo que trata bien el balón, trata bien al espectador”, esa es una de las tantas frases célebres el campeón mundial, en México 1986, Jorge Valdano. Un romántico del fútbol. Con estas simples palabras podemos definir el ADN de la familia Fernández. Más allá de los colores de Andes Talleres y la pasión por el futsal. Estamos hablando de Víctor Fernández, ex jugador de futsal, hoy DT de Talleres “B” y de su hijo, Gastón ‘La Gata’. Un crack. Con tan sólo 21 años, ya es un abonado a la camiseta de la Selección Mendocina y a la nacional. Sin dudas, el mejor jugador de la categoría ‘95 que dio la provincia de Mendoza.

“Somos una familia salonera. Nos levantamos y nos dormimos con el fútbol de salón”, dice el ‘Negro’ Víctor. Sin dudas lo llevan en la sangre.

Víctor Fernández fue un jugador brillante. Un pivot atrevido, con olfato goleador y un dominio de balón magistral. Fue múltiple campeón con Talleres en la década de 1990 y parte del 2000. Pisó la Primera del club Azulgrana en la versión “B” y fue parte del recambio de muchos jugadores históricos dentro de la institución, que marcaron un hito en la década del ‘80.

Luego, el Turco Torfe lo llevó a Talleres “A” y  se convirtió en sinónimo del fútbol de salón Azulgrana. Más de la mitad de su vida la pasó en la cancha de baldosa de la institución de calle Belgrano y Olascoaga. Se casó con Verónica Terraza, su apoyo incondicional. Fruto de este amor llegaron Paula y luego Gastón, ‘La Gata’.

Obviamente, sus hijos fueron su admiradores preferidos. “Siempre fueron muy compañeros. Verónica, creo que sabe y mucho de fútbol de salón. Lee muy bien el juego. Es una genia. Y Gastón fue una parte más de mi bolso. Aprendió a caminar entre fútbol, vendas, ropa deportiva, vestuarios, etc.”, afirmó el Víctor en el inicio de la charla con Más Deportes.

Ahora, tiene la palabra Gastón Fernández. Con tan sólo 21 años, hable con una madurez absoluta. Como si tuviera el balón bajo la suela. Dominio total.

“Me crié en un camarín. Siempre admiré la pasión de mi papá por el fútbol. Por enseñar a jugar al fútbol. Sin dudas, todo eso mamé y me encanta. Amo el fútbol de salón. Amo la camiseta del club y soy feliz jugando a este deporte”, definió el mejor jugador de Andes Talleres “B”. Con respecto a cómo es la relación entre ellos como DT y jugador, ‘La Gata’, lo anticipó al padre y explicó: “Mi papá fue el hombre que me hizo disfrutar atrás de una pelota. Se puede ganar, perder o empatar, pero si uno se divierte, el triunfo siempre queda adentro del jugador”.

Emocionado al escuchar esas palabras, el goleador histórico del Matador, explicó: “Es muy difícil abstraerme. Es la gran pregunte que siempre le hago a todo psicólogo deportivo. Soy padre, técnico, entrenador, amigo, compañero. Siempre lo acompañé como técnico. Le marqué los errores. Lo aconsejé de la mejor manera, pero desde ese rol. Después, en la casa, se habla, obviamente. Pero, la que más sabe es Paula, mi hija”.

Llegó el momento de hablar cuando la sangre hierve o las pulsaciones están a mil. Sobre si existen discusiones en casa luego de los compromisos, Victor, explicó: “Mi familia es salonera. Siempre se habla. Obvio, que tratamos de construir siempre. Compartimos tanto la pasión de jugarlo, como de verlo, como la parte formativa. Nuestros estilos de ver el juego es idéntico. No hay diferencias. Por su parte, Gastón, sostiene: “Cuando éramos más chicos discutíamos. Hoy, todo cambió. Hablamos mucho de fútbol de salón. Mi viejo siempre me tira una corrección (risas)”.

A ‘La Gata’, desde muy chico, siempre le llovieron ofertas para jugar al fútbol en cancha grande, sin embargo, “el número 8” ama la suela caramelo, y al respecto, contó: “Gracias a dios siempre me invitaron a jugar al fútbol en cancha grande. Es más, viajé a Buenos Aires. Pero son dos mundos distintos. El futsal es amistad, viajar, conocer. Para mí es más que entretenido. Nací en una cancha de fútbol de salón. Es imposible verme afuera de ella”. Víctor, agrega: “Siempre fue pegote mío. Era la mascota. Yo fui el jugador más grande de ese Talleres de la década del ‘90. Entonces, siempre estuvo entre grandes jugadores como Martín Lafalla, Jorge Zupo, Federico Pogés, entre otros. En la época de selecciones con Lisandro Femenía. Los vio a todos, los conoció. Fue testigo directo de grandes jugadores que surgieron en Mendoza”.

Saltaron dos palabras, Selección Mendocina. Si algo tienen en común más allá del apellido, el futsal y Andes Talleres, los Fernández, son fieles representantes de la Borravino. ‘La Gata’, comentó al respecto: “Mucho no recuerdo de mi viejo jugando en la Selección. Pero el me ha contado mucho y mucha gente también me dice lo mismo. Estuvo como quince años. Un día, se lo prometí. Yo voy a jugar en la Selección de mi provincia. Y cumplí”. El ‘Negro’ Víctor, recibió, dominó con la suela, aguantó y tiró un caño. La magia está intacta. Y por eso manifestó: “Aún recuerdo cuando me dijo ‘papá voy a jugar en la Selección’. Con la mano en corazón, superó todas la expectativas.

Llegó a la Selección argentina. Verlo cantar el himno con la camiseta puesta, fue el momento más impactante y emocionante que me tocó vivir en este deporte tanto como jugador, entrenador como padre. No se puede explicar. No encuentro las palabras todavía para poder expresarlo. Fue algo sensacional”.

El 'Negro' y su pasión por la docencia

El ‘Negro’ Víctor provocó una gran revolución en el año 2005 -cuando Gastón tenía 10 años-, en el fútbol de salón de Andes Talleres. No habían inferiores. El club más ganador de la historia, perdía sus raíces. Sin embargo, el amor y el corazón del Víctor hizo que se pusiera el proyecto al hombre.

“Teníamos solamente diez chicos para todas las categorías. Empecé a panfletear por todos los colegios de la zona. Fue un trabajo duro. Así pudimos armar todas las divisiones. Luego trazamos objetivos deportivos en cuanto a la formación de jugadores en todo sentido.

Jugadores universales. Y así fuimos dando pasos gigantes hasta que pudimos armar nuevamente un Talleres “B” en Primera División, con chicos que se formaron en el club. Esa satisfacción es enorme. Y más, estando Gastón en ese equipo”.

El ‘Negro’ Víctor ha vivido el fútsal en sus dos partes: deportiva y formativa. Y como si fuera una cuestión de herencia, Gastón, continúa con la misma pasión: “Me encanta estar en el club con los más chicos. Es más, muchos jóvenes de los que se formaron acá, hoy son profes. Es una experiencia y tarea formidable. Muchos chicos, que los dirigí en menores, cadetes, hoy son compañeros míos en Primera. Un lujo”.

Pasión por el Futsal

Como si estuvieron tirando paredes, a coro, definieron lo que para ellos representa esta actividad: “El amor por el futsal es de familia. Somos muy saloneros. Sin querer, se inculcó en todos nosotros. Es la sangre de la familia y los colores del Talleres, el oxígeno”.

¿Qué te gusta de su juego?

Esta pregunta no podía faltar y ahora, ganó la experiencia. Víctor Fernández fue quien tomó la palabra: “Gastón es un jugador de técnica universal. Es un futbolista completo. Ha pasado por el arco. Fue ala, poste y pivot. Para un técnico, tener un jugador versátil es algo fantástico. Tiene un gran presente y un futuro enorme para sus 21 años. Debutó en primera con 14 años y a los 15 ya jugó un Torneo Nacional. Ese mismo, que Itapúa explotó y sorprendió a todos en Misiones”. Por su parte, Gastón, dice: “Mi viejo es un crack, un fenómeno. No puedo decir más nada. Ojalá, algún día, llegue a convertir y ganar tantas cosas como él”.

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