La Cámara de Diputados avanzó ayer en la búsqueda de una solución a un caso dramático y "aberrante" (palabra muy repetida en el recinto) que se multiplica actualmente en más de 2 mil chicos, chicas y adolescentes: "Hablamos de los niños que quedaron a cargo del asesino de sus madres", dijo el diputado del PRO, Daniel Lipovetzky, en relación al proyecto de ley que prevé "la pérdida automática de la responsabilidad parental" para quien cometa homicidio agravado por el vínculo, femicidio, lesiones gravísimas y abuso sexual siendo el progenitor.
El proyecto recibió 203 votos afirmativos (y dos abstenciones) y ahora deberá regresar a la Cámara de Senadores, al haber sido modificado por parte de los diputados. Se trata de una corrección al Código Civil y Comercial.
Muchos diputados hicieron alusión a un caso emblemático, ocurrido en 2008: el de Rosana Galiano, asesinada por su esposo José Arce quien, pese a ser considerado culpable del crimen, cuenta con prisión domiciliaria y mantiene la crianza de los dos hijos de la víctima.
“Está claro que la recuperación del niño no se puede dar si está a cargo de quien asesinó a su madre”, sostuvo Lipovetzky.
En su paso por Diputados, al proyecto de Ley que había sido aprobado por amplia mayoría en el Senado, se agregó que la pérdida de responsabilidad parental se fije automáticamente con el procesamiento del acusado, al menos de manera suspensiva en esa instancia judicial.
"Si no, va a depender de la arbitrariedad de un juez, de una resolución del juez", dijo la diputada del PDP-Santa Fe, Ana Copes.
Pese al consenso total arribado en torno a la generalidad del proyecto, distintas diputadas dejaron en claro su disconformidad con una formulación del proyecto: "En el texto se equipara a hombres y mujeres al poner 'progenitores', cuando en la abrumadora mayoría de estos casos se trata de femicidio", dijo la diputada Victoria Donda, de Libres del Sur.
Otra advertencia escuchada fue la posibilidad de que la pérdida de responsabilidad parental se aplique injustamente contra mujeres que, siendo víctimas de violencia, matan a su pareja.
“Siempre las acusan de homicidio agravado y nunca se considera que fue un acto desesperado en legítima defensa propia; ahora esa mujer corre el riesgo de que además de la condena, se le saque el vínculo con sus hijos”, alertó la peronista Araceli Ferreyra, posición apoyada por muchas colegas.
