“Todo tiempo pasado fue mejor” rezan las abuelas desde su realidad retro, una postal en donde los juegos se vivían puertas afuera del hogar, con los pibes de la barriada común, compinches inseparables de andanzas en donde la pelota, la plaza, y el “alto ahí” se propagaban en el aire libre a través de los gritos y las risas infantiles.
Pero eso cambió con el tiempo, un poco mezcla de los cambios socioculturales (el mercado de trabajo competitivo creciente en donde la mujer tomó mayor protagonismo), y los avances de la tecnología a pasos agigantados (con la consecuente aparición de dispositivos tecno para entretener a los niños).
Con tiempos ajustados por parte de los padres, una mayor cantidad de trabajos y obligaciones, y la seguridad como premisa, la postal vintage de las abuelas mutó a otra, en donde lo lúdico suele vivirse puertas adentro y las experiencias de los chicos a ser virtuales.
“Hay muchas actividades fuera de la casa y de la computadora que son gratuitas para los chicos, o que implican un gasto mínimo para los padres; algo que está bueno para animarlos a salir al aire libre”, opina la psicopedagoga Mónica Coronado.
- Hablás de la importancia de ese espacio exterior tan olvidado...
- El juego libre del chico, y el juego al aire libre del niño son dos aspectos que están muy conectados. En general el juego dentro de un espacio restringido, es algo arreglado en donde el movimiento de los niños aparece acotado. Los chicos de hoy tienen muy pocas posibilidades de descargar energías.
Correr, trepar, desarrollar habilidades psicomotrices, explorar el mundo y conectarse con la naturaleza se han visto acotados (entre otros aspectos) también por la inseguridad en general. Entonces los papás, cansados y colmados de obligaciones, no permiten que los chicos salgan a jugar porque tienen miedo a que les pase algo.
Sin embargo hacerse el tiempo para acompañarlos a jugar al aire libre es vital, ya que tiene un papel fundamental en el desarrollo de los chicos. Les permite disponer de un espacio, y tomar decisiones sobre cómo se van a mover dentro de él, encontrando otros estímulos.
- Cuando hablás de que toman decisiones dentro de ese espacio, ¿a qué aludís?
- A que ellos exploran ese lugar exterior y deciden (o no) sentarse por ejemplo en un determinado sitio de la plaza y no en otro. Pueden decidir subirse o no a determinados juego, o descubrir a otros compañeros para interactuar con los que ellos deseen.
Además se suma la posibilidad de una apuesta lúdica mucho más libre, menos regulada, algo que permita que el chico pueda tener más posibilidades de explorar y de experimentar por sí mismo, al mismo tiempo que desarrolla su iniciativa. La sóla observación de la naturaleza, el cielo, los pájaros y cualquier otro detalle genera una capacidad de psico-observación profundamente enriquecedora para los hijos.
- En cuanto a los deportes al aire libre, ¿hay algunos más convenientes según la edad a la hora de estimularlos?
- En general todos los juegos de pelota resultan muy buenos al aire libre. La mancha o la escondida -juegos tradicionales- también son ideales para los espacios abiertos.
Si bien hay muchas actividades deportivas (desde llevarse las raquetas con la pelotita a la plaza, hasta practicar básquet o patín en el caso de las nenas); en general una pelota y un niño o niña, en un espacio abierto, es la mejor excusa para brindarse al juego.
- ¿Qué otros aspectos se potencian en esa interacción con el medio ambiente?
- Muchos e importantísimos: la imaginación, la psicomotricidad, la exploración, la iniciativa: todo. La parte emocional, social e intelectual se estimulan cuando el chico está en un entorno tan rico como es la naturaleza.
Muchas veces los papás creen que un entorno exterior cualquiera es tan poco rico, que le tienen que dar al niño el teléfono celular o la tableta para que jueguen, y eso no es así.
- Una acción que desestima lo lúdico en ese espacio exterior...
- Totalmente. El niño tiene que construir su propia búsqueda y tomar la iniciativa de moverse y explorar lo que le llame la atención, estamos hablando desde piedras que encuentre en una plaza, hasta un juego de pelota, o aprovechar aquellas alternativas que ofrece una plaza.
- ¿La interacción con los otros niños también se ve incentivada, o les cuesta más porque están acostumbrados a los juegos de la PC, dentro de la casa?
- Definitivamente el contacto con el otro, cuando los chicos salen al aire libre, incentiva la interacción con el resto. Cuando los niños están en espacios más restringidos y controlados presentan mayores problemas y aumentan los niveles de agresión.
En cambio en espacios libres y menos estructurados, con mayor posibilidad de exploración, tienen menos comportamientos impulsivos u hostiles.
- Si tuviéramos que brindarles ideas a los papás, a la hora de optar por lo lúdico fuera de casa, ¿qué aconsejarías?
- Optar por los espacios verdes que ofrecen las plazas, los paseos, los mismos clubes o polideportivos, en donde el adulto puede ir a distenderse y a tomar unos mates, mientras los chicos están alrededor. El tema pasa por entender que para que los niños puedan salir, somos los papás los que también debemos hacerlo y organizarnos.
El picnic, como una costumbre muy saludable, es una buena excusa para conocer muchos espacios verdes mendocinos, incluso aunque no existan juegos. Hay que aprovechar como adultos de disfrutar, porque en nuestro propio disfrute y el desarrollo de este tipo de salidas, también está el disfrute de los chicos.
- Los juegos de otros tiempos como el elástico, el salto a la soga y hasta la rayuela, ¿están volviendo a retomarse para aprovecharlos en el exterior?
- Vuelven por etapas, pero decididamente tienen que ver con la capacidad del adulto de transmitir esa experiencia lúdica a los chicos.
Mostrarles cómo jugábamos y enseñarles los incentiva y enriquece, en lugar de pasarles la tablet para que se enfrasquen en lo virtual. El verdadero desafío de los padres es empezar a cambiar este tipo de conductas para con los chicos.
Una oportunidad para correr con Tintero
El domingo 25 de septiembre, a las 10.30, hay una posibilidad concreta de conectar a los chicos con los juegos y la diversión al aire libre.
Es que comenzará una nueva edición de la Maratón Tintero Adventure de Padres e Hijos. Por décimo año consecutivo, el parque General San Martín se llenará de colores y chicos con sus familias para disfrutar de este evento, y compartir junto con Tintero este momento de encuentro con la naturaleza.
Habrá diferentes categorías para participar: cochecitos hasta 2 años (500 mts), 3 y 4 años (500 mts), 5 y 6 años (750 mts), 7 y 8 años (1.200 mts), 9 y 10 años (1.500 mts) y 11 y 14 años (2.500 mts).
Todos los inscriptos recibirán, de regalo, una medalla y una remera. Además, en la llegada, Tintero esperará a los participantes para compartir juegos, música, inflables y sorteos.
Los interesados podrán inscribirse ingresando a www.losandes.com.ar/maratontintero, en la receptoría de diario Los Andes (Galería Piazza) o telefónicamente al 0810-2227812.
Entre las recomendaciones para los corredores, se aconseja un desayuno liviano, llevar gorrita, anteojos para el sol y abrigarse después de la carrera.
Para más información ingresar a www.tintero.com.ar
El derecho al tiempo libre en la infancia y adolescencia
Según precisa el boletín “Desafíos”, publicado por la Unesco, “el derecho al esparcimiento está explícitamente mencionado en el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño (1989)... El esparcimiento es entendido como un tiempo de crecimiento personal, creación, recreación y participación en la sociedad.
El artículo central recoge el tema como una dimensión del bienestar de las y los adolescentes en la región, indaga en las actividades que estos realizan, destacando algunas diferencias de género, y plantea desafíos.
Entre ellos, se discute la prioridad del tiempo destinado a actividades de elección libre, el acceso inclusivo y con igualdad a actividades culturales, recreativas y de esparcimiento, la urgencia de prevenir y erradicar el trabajo infantil, la importancia de los medios digitales para el esparcimiento de los adolescentes y la necesidad de contar con fuentes de información que permitan conocer de forma más integral su experiencia”.
