Una entradera ocurrida el martes al mediodía en Godoy Cruz dejó un hecho curioso: los ladrones se comunicaron con el esposo de una de las víctimas para avisarle que habían dejado encerrada a su mujer y a sus hijas, una de ellas una pequeña recién nacida. Les sacaron una camioneta y otras pertenencias y escaparon. En esa cuadra han robado tres vehículos en los últimos cuatro meses.
Las víctimas del suceso prefirieron no dar a conocer sus apellidos.
Habían pasado unos minutos después de las 13 del martes cuando Andrea (33) llegó a su casa de Bernardo Ortiz al 600, ubicada en una zona céntrica de Godoy Cruz, entre la plaza departamental y el Puente Olive.
La mujer iba como acompañante en una Eco Sport que conducía su madre, María (66). En el asiento trasero iban sus hijas, una niña de tres años y otra de apenas unos días. El horario y la tranquilidad que había en la cuadra hizo que las mujeres no sospecharan nada raro pero igual se apresuraron a entrar en la casa.
Fue entonces cuando aparecieron dos sujetos armados que las encañonaron e ingresaron con ellas a la propiedad. Los ladrones, además de armas de fuego, llevaban lentes y una bufanda -o algo similar- para cubrir su rostro. Tendrían entre 26 y 30 años, estimaron las víctimas. "No saben en qué momento aparecieron porque cuando se bajaron no notaron nada extraño", contó Hernán, esposo de Andrea.
Encerradas en un baño
Una vez que víctimas y victimarios estuvieron en la casa, apareció un tercer ladrón que se encargó de cerrar la puerta y así evitar sospechas de los vecinos.
Andrea, su madre y sus hijas primero fueron conducidas a una habitación y luego encerradas en un baño ubicado en el piso superior de la vivienda. Si bien las mujeres no sufrieron violencia física, todo el tiempo "fueron apuntadas con las armas", contó Hernán a Los Andes y agregó: "Escucharon que los ladrones decían que necesitaban la camioneta para cometer otro robo". El vehículo en cuestión no era otro que la Eco Sport de color champagne (HNI447) que estaba estacionada en la puerta.
Del interior de la casa, los sujetos no se llevaron muchas cosas: un bolso con poco dinero y documentación personal, dos celulares y otros objetos de escaso valor.
Pero lo curioso de este hecho fue lo que siguió a la huida de los ladrones. Como estaban en el baño y bajo llave, Andrea pidió a los delincuentes (bajo el argumento de que su hija recién nacida no podía estar en situación de encierro durante mucho tiempo) que por favor se comunicaran con Hernán, su marido, y le avisaran que fuera a socorrerlas.
Ladrones con códigos
Minutos después, Hernán recibió una llamada alertando de que algo extraño sucedía en su casa pero no de los ladrones sino de sus vecinos. Cuando llegó, encontró a su esposa, sus hijas y su suegra aún en el baño.
Pero mientras se ponía al tanto de lo sucedido y recibía a la policía, su teléfono sonó una vez más: esta vez estaba recibiendo una llamada del celular de Andrea, que momentos antes se habían llevado los ladrones. "Te robamos la camioneta. Andá a ver a tu esposa que está encerrada en el baño de arriba", le dijo una voz de hombre que luego cortó.
Tras la llamada recibió un mensaje de texto, también de ese celular, con una advertencia similar y avisándole que pronto le devolverían la camioneta.
Al parecer, los asaltantes esperaron a estar lo suficientemente lejos (para no darle chance a la policía de capturarlos) y cumplieron la promesa que le hicieron a las mujeres. Aunque les faltó un detalle, que no los dejó muy bien parados: todavía la Eco Sport no aparece.