Lo que sintió Alberto Tirapu cuando llegó a su departamento ayer fue vejación, impotencia, angustia y desconcierto. Es que la policía había roto la cerradura de su casa y había allanado el departamento que alquila desde hace cinco meses en el marco de la causa que investiga a Luis Lobos por "fraude a la administración pública".
Tirapu es comerciante, se dedica al rubro de la panadería, y no está afiliado a ningún partido político ni lo estuvo en el pasado. “No tengo nada que ver con la política, mientras más lejos, mejor”, dijo hoy.
La orden de realizar el allanamiento al complejo habitacional de dos plantas ubicado en Paso de Los Patos casi Adolfo Calle, en Guaymallén, la dio el fiscal Juan Manuel Bancalari, a cargo de la compleja causa que investiga al polémico ex intendente del FpV.
Es que Tirapu, sin saberlo, tuvo la mala suerte de alquilar una propiedad que está envuelta en la investigación.
El dueño de la vivienda tiene a su nombre una empresa constructora que habría sido contratada meses atrás por la Municipalidad de Guaymallén de forma irregular.
Pero claro, él hizo todo a través de una imbobiliaria y quedó atrapado en una trama de terror y corrupción.
En la planta alta vive el hijo del dueño y en la planta baja Tirapu. La familia Tirapu reclamó: “¿No existe una inteligencia previa que averigüe que la propiedad está alquilada hace varios meses a un panadero?”
"Se llegó al domicilio de dos plantas donde debía hacerse el allanamiento con la orden judicial. Se le informó al hijo del dueño que se iba a proceder. Él explicó que el departamento de abajo está alquilado. Pero nosotros igual teníamos que entrar para corroborar que no se estuvieran quemando documentos allá abajo, por ejemplo", explicó a Los Andes el fiscal Bancalari.
Bancalari agregó que la Policía pidió al propietario que se comunicara con el inquilino. El hijo del dueño de la propiedad llamó a la inmobiliaria para que le pidieran a Tirapu que fuera al domicilio. Él estaba trabajando y no pudo hacerse presente de inmediato.
Por la urgencia de la causa, forzaron la cerradura.
“Solemos esperar, pero este caso era urgente porque se está haciendo desaparecer documentación”, dijo el fiscal y agregó que la familia Tirapu tiene derecho a reclamar por los daños ocasionados a través del Ministerio de Seguridad.
Uno de los hijos del inquilino expresó en Facebook la indignación y el desconcierto por lo sucedido: “Te vas de tu casa, cerras con llave. A las dos horas te llaman que unos policías de civil te están reventando la puerta. Llegas al lugar, queres entrar y no podes. Ok. Ves gente (testigos) que llegaron con ellos en el auto. Entran, salen, entran y salen. Después le hacen firmar al inquilino el resultado negativo del procedimiento ¿En serio no encontraron nada? (?). Se van no sin antes hablar con la prensa ''no estamos autorizados a prestar información'' (x8)”.
“La puerta rota y descuadrada ahí se quedó. El día de laburo perdido, también. Tu casa, revuelta por desconocidos ¿?”, cerró.