Las molestas grietas

El Gobierno provincial apuesta a que el nuevo procurador general de la Suprema Corte logre una mayor cohesión judicial detrás del objetivo de combatir la inseguridad.

José Luis Toso - jtoso@losandes.com.ar

El mayor objetivo del gobernador Cornejo para este primer año de gestión, escasísimo en recursos, sigue siendo mantener las cuentas en orden para, a partir de allí, intentar avanzar en políticas concretas que, por lo menos, garanticen a la gente los servicios indispensables que debe ofrecer el Estado.

En un marco de austeridad, el Gobernador pretende que la gestión que encabeza gane en eficiencia con lo que se pueda, mientras se espera que algún día la mejoría de la situación económica general del país contribuya para que haya inversión y mejor empleo.

En la semana el Gobierno tuvo avances y retrocesos como producto de la siempre inestable realidad legislativa. El Senado le resultó más amigable, ya que quedó sellada la reforma del Código Procesal Penal, una obsesión del Ejecutivo en su declarada guerra a la inseguridad.

La mayor agilidad de los procesos judiciales es el gran objetivo en materia de seguridad.

También en la Cámara alta pasó sin problemas el filtro de la audiencia pública previa a la aprobación de su pliego el candidato de Cornejo a conducir la Procuración General de la Suprema Corte, Alejandro Gullé. Los mecanismos de trabajo que el futuro funcionario pretende instruir entre los fiscales corren en absoluta sintonía con las urgencias que en materia de seguridad Cornejo ha puesto en marcha a través del ministerio a cargo de Gianni Venier.

En cambio, en Diputados, la intención del Gobierno de modificar la relación laboral con los trabajadores de Casinos falló por falta de quórum. Encima, por una deserción dentro del oficialismo. El lado negativo de la semana para el oficialismo.

Una grieta. La cobertura de Los Andes de la audiencia por la designación de Gullé reflejó las diferencias conceptuales y metodológicas existentes en el Poder Judicial mendocino. Si bien no hubo objeciones a la designación del nuevo procurador general, fue fácil de advertir la ausencia de jueces y abogados enrolados en el llamado "garantismo" judicial. El propio Alejandro Gullé, al hablar con los periodistas luego de la convocatoria legislativa que lo tuvo como protagonista, admitía que "no podemos seguir agrietados" para llegar al objetivo político de lograr para Mendoza una Justicia "real y objetiva", sin duda alejada de presiones o intereses sectoriales.

Al nuevo magistrado le espera una tarea enorme. La política, por lo menos del lado del Gobierno, lo acompañará en tanto y en cuanto los procesos que pongan en marcha los fiscales ayuden a disminuir el alto grado de inquietud que la frecuencia delictiva sigue causando entre la gente. En cuanto a la Justicia, ámbito donde se sabe que Gullé es escuchado, posiblemente se muestre alineada si aquella anhelada sintonía entre fiscales y política se evidencia.

Otra grieta. En el bloque radical reconocen que la actitud del diputado y dirigente gremial Guillermo Pereyra con respecto a la modificación del convenio de los empleados del Casino genera una situación de difícil manejo. Entienden la postura gremial del legislador, pero también consideran que éste no puede obviar su rol como diputado que integra el espacio oficialista de la Cámara baja y le exigen su presencia en la sesión de mañana.

Como ya ocurrió en marzo, durante la discusión del ítem Aula, Guillermo Pereyra se vio obligado a contemplar las exigencias de los delegados estatales. De ahí su pedido de postergación del debate, que tuvo como consecuencia que la sesión del miércoles quedase sin quórum.

Dicen en el seno del bloque mayoritario que “no se puede entender” que llegue a votar en contra, pero ya ayer daban por seguro que Pereyra no acompañará al radicalismo en esta instancia. El propio Pereyra lo confirmó a primera hora de la tarde haciendo llegar a los medios un comunicado, con su firma, confirmando su voto negativo a la propuesta de Cornejo. Se amparó en una reunión que mantuvo con Sergio Massa y otros referentes del Frente Renovador para fijar la decisión de no acompañar la modificación del convenio de Juegos y Casinos.

En cambio, no habrá ninguna diferencia con los otros “socios” políticos de Cambia Mendoza. El macrismo y los demócratas acompañan en esta instancia. En el caso puntual del PD, su presidente, Carlos Balter, explicaba ayer que su partido sigue decidido a “acompañar con matices” las acciones de gobierno de Cornejo y, en tal sentido, comentó que aquellas diferencias que tuvo su partido por el ítem Aula luego quedaron superadas en una reunión con el Gobernador en la que, según el dirigente demócrata, Cornejo se comprometió a ampliar dicho ítem conforme a lo que ahora se tratará en una sesión.

A propósito de los demócratas, que ayer reunieron a su convención provincial en Santa Rosa, donde las elecciones de intendente servirán de interesante test electoral para lo que serán las parlamentarias de 2017, se encuentran en una fuerte intentona para salir del alicaído presente político en nuestro medio.

El PD, que llevó a sus dirigentes el año pasado integrando las listas del oficialismo cornejista debió, además, soportar la fuerte sangría de referentes y habituales militantes hacia las filas del PRO, que también intenta consolidarse en Mendoza bajo el mando del intendente Omar De Marchi.

Balter asegura que su partido seguirá formando parte del espacio político nacional liderado por el macrismo, como también en la provincia acompañando las iniciativas del gobierno de Cornejo. Sin embargo, los movimientos que está dando el PD permiten sospechar que para las próximas legislativas la estrategia de Santa Rosa pueda ser aplicada en el orden provincial. Otro aspecto a contemplar es cómo se posicionará el año que viene el Pro en la provincia, ya que en general el panorama, con perspectivas para 2017, es muy parecido al de los demócratas. “Tenemos un ideario similar”, sostiene Carlos Balter con respecto a demócratas y macristas. El tiempo dirá si coinciden o no en formar parte ambos sectores de una misma coalición.

Para Cornejo son todos asuntos menores, a considerar cuando llegue el momento. Por ahora lo que le interesa es evitar que las grietas que aparecen se agranden y deterioren la gran estructura de poder que logró construir.

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