Un hombre de 76 años fue brutalmente asesinado ayer por la siesta en Las Heras.
Cuatro sujetos lo apuñalaron y golpearon a su esposa, a la que le robaron anillos de oro. Por el momento no hay detenidos.
El brutal homicidio ocurrió poco después de las 15 de ayer, en el cruce de las calles Sáenz Peña y Espejo, ubicado a dos cuadras de la plaza departamental Marcos Burgos.
Cuatro sujetos sorprendieron a la pareja y a una mujer que los acompañaba en ese momento, cuando la víctima fatal, Juan Vitale, pintaba las paredes del delivery que pensaba inaugurar en los próximos días.
"Escuchamos gritos y después nos dimos cuenta de que habían entrado ladrones a la casa de Juan", dijo un vecino de esa zona de Las Heras.
Vitale fue atacado mientras ponía a punto el delivery que estaba próximo a inaugurar, "El Quijote". Este comercio funcionó hasta hace un tiempo en la Sexta Sección de Ciudad -lugar donde vivía-, hasta que "juntó una platita y decidió comprar esta casa y poner el negocio acá", dijo un conocido.
Ataque brutal
Los sujetos que entraron lo hicieron encapuchados y armados: uno llevaba un arma de fuego y otro un cuchillo.
Según confiaron testigos a fuentes policiales y judiciales los sujetos iban a "cobrar una deuda de un nieto de la víctima fatal".
"Él les decía que no era su papá, que era su abuelo y que no tenía nada que ver con (el accionar de) su nieto". Este es un hombre de unos 35 años, padre de una niña, dijeron fuentes policiales, y agregaron que tiene un amplio prontuario policial por infracción a la ley de estupefacientes y delitos contra la propiedad.
En la discusión que se entabló entre víctima y victimarios, los asaltantes intentaron arremeter contra la mujer de Vitale (de nombre Nora), a la que golpearon aunque no le produjeron lesiones importantes. Fue entonces que Vitale defendió a su pareja -era un hombre de importante contextura física- y se trenzó en lucha con los sujetos.
Pero la inferioridad numérica y la diferencia de edades le jugaron en contra: fue golpeado en la cabeza con el arma de fuego y recibió dos puñaladas, una en un brazo (de defensa) y la otra, fatal, en el cuello.
Fuentes allegadas al caso explicaron que Vitale quedó tirado en el suelo, sentado contra una pared. "Se nota que lo han arrastrado porque hay sangre por todos lados", dijo un policía en el lugar de los hechos.
Tras eso, los sujetos se fueron con algunos anillos de oro de Nora.
La víctima no era conocida en la zona ya que aún no inauguraba su negocio y aún vivía en Ciudad. Sin embargo, el hecho conmocionó a los vecinos.
Al lugar llegaron el fiscal subrogante Fernando Giunta, quien caratuló el hecho como homicidio criminis causa (ya que robaron y además mataron para ocultar su identidad), y el jefe de Investigaciones, José Vega, entre otras autoridades. Hasta el cierre de esta edición no había detenidos.
"Mi único sostén"
Cuando Los Andes se hizo presente en el lugar de los hechos, en la puerta del local estaba Nora junto con una mujer; mientras era consolada por conocidos, los investigadores intentaban saber lo ocurrido y le hacían preguntas.
Cerca de las 17 llegó al lugar Karina, hija de Vitale, quien ni bien entró y vio a su padre tendido cayó en una crisis de nervios. Entre gritos decía que habían matado a su papá, “su único sostén emocional”, y luego le contó a la prensa que "lo habían molido a golpes".
El nieto de la víctima rápidamente fue individualizado, ubicado y llevado a la Oficina Fiscal 5, adonde también fueron sus familiares para declarar.